Opinión Nacional

Las primarias son el camino

La oposición necesita hacer unas primarias no para seleccionar a un candidato presidencial, ya que no sabemos, a ciencia cierta, si éste régimen va a permitir que se celebren elecciones. Las primarias son necesarias para seleccionar, entre diversas opciones, a la persona que el colectivo considere como la más idónea para guiarla en la difícil senda de reconquistar la democracia en nuestro país. Ese conductor deberá ser la cara visible de esa enorme fuerza que representan los millones de venezolanos que desean un cambio en la conducción de nuestra nación. Sería un vector, que potenciaría las amplias capacidades que existen en los que rechazan el drama que nos ha impuesto el gobierno. Ese vector de la sociedad civil y política tendrá que ser la antítesis de Chávez, deberá servir de vocero frente a la opinión pública, frente al gobierno y ante la comunidad internacional. Deberá, en alguna medida, convertirse en el símbolo de la resistencia y en la expresión de un cambio que ha sido laboriosamente elaborado por los mecanismos institucionales de la oposición.

No se trata de crear un nuevo Mesías, ni de inventar un líder, sino de seleccionar al director de un equipo de venezolanos que estén dispuestos a secundarlo en el esfuerzo por restablecer el rumbo que conduzca a la paz social y al desarrollo armónico del país. Si no se logra superar las diferencias y encauzarlas en una figura que represente el sentimiento mayoritario de los venezolanos, entonces entraremos en una fase de decadencia signada por ese utopismo trasnochado de los años sesenta que hoy rige malamente los destinos de Venezuela.

La selección de la persona que tenga la difícil tarea de conducirnos a través del desierto para llevarnos a la tierra prometida podrá hacerse sin interferencia o injerencia del CNE. Ese es un problema de los ciudadanos, de los venezolanos que firmamos o no, pero que están de acuerdo en que los derechos democráticos, incluyendo los electorales, sean respetados. Qué triste es constatar que a eso se ha reducido la tan cacareada “democracia participativa”: sólo sirve para copar las instituciones y colocarlas al servicio, a través de trampas, unas más burdas que otras, de la minoría gobernante. También es un problema de todos los que se oponen a que Venezuela sea regida de manera maniquea, por un lado los nuestros, por el otro nada. También lo es de todos aquellos que desean que la tolerancia sea la expresión predominante en la vida política del país. Por último, es el recurso pacífico de los que creemos que la democracia es el mejor sistema político que la humanidad ha inventado.

Debemos entonces proceder de una vez, independientemente de las argucias, de las tácticas dilatorias que los sumisos órganos del Estado tejan. Tenemos la práctica, tenemos el mecanismo, procedamos a establecer los criterios para la inscripción de las personas que aspiran asumir ese reto y hagamos una elección a dos vueltas para que así la persona que finalmente sea seleccionada cuente con el respaldo mayoritario de los venezolanos no comprometidos con el actual régimen. No hay tiempo para esperar, la farsa está servida, nos toca a nosotros dar una respuesta y una lección de civismo y de amor por Venezuela.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba