Un padrino sin honor
La designación de Fidel Castro como padrino de la promoción 46 de Oficiales del Curso de Comando y Estado Mayor de la Escuela Superior del Ejército constituye una deshonra para Venezuela y su pueblo.
Esta graduación rodeada de misterio y desinformación como se constata de las declaraciones del Ministro de la Defensa Almirante Orlando Maniglia y del Jefe del Ejército GD Raúl Baduel, muestra como los asuntos militares de la nación se manejan a capricho del Comandante en Jefe.
No pueden los jefes ni oficiales de las FAN desconocer las prácticas del déspota caribeño, responsable de más muertes y desapariciones que todas las dictaduras del cono sur juntas, incluyendo más de doscientas mujeres entre las que tomamos una pequeña muestra de las fusiladas y asesinadas por el G2:
Aracelia Arias Gómez asesinada en la Oficina de Seguridad del Estado el 30-01-64
Caridad Pavón Rodríguez asesinada en el Cuartel General del G2 el 27-02-82
Sara Rodríguez Alemán asesinada en la Oficina de Seguridad del Estado el 24-09-92
Juana María Díaz fusilada en la Prisión Nacional de Mujeres de Guanajay el 17-05-61
Gloria Casañas desaparecida en la Oficina de Seguridad del Estado el 20-06-65
Adelaida Miravén fusilada en la Fortaleza de la Cabaña 03-04-78
Sara Martínez González fusilada en la Fortaleza de la Cabaña el 23-12-96
Tenemos que incorporar a esta lista de ultrajes, el vil hundimiento del remolcador 13 de Marzo, el 13-07-94 donde perecieron ahogados 19 mujeres y una docena de niños y adolescentes y el derribo de dos avionetas desarmadas, por Migs 21 de la Fuerza Aérea Cubana el 24-02-96, ambos hechos criminales ordenados por Castro. Este siniestro personaje, que ha secuestrado decenas de niños obligados a permanecer en la isla como represalia contra la decisión de sus padres de pedir asilo en el extranjero, no ha tenido contemplaciones en fusilar a fieles colaboradores como al General Arnaldo Ochoa.
La medalla recibida por los oficiales venezolanos, de manos de su padrino sin honor, está también manchada por la sangre inocente de miles de latinoamericanos, civiles y militares, muertos por las guerrillas marxistas, apoyadas por militares cubanos, que operaron por años en Bolivia, Centroamérica, Colombia, Perú y que intentaron subvertir el orden democrático en Argentina, Chile, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. ¡Caiga sobre su cerviz doblada el peso de tamaña ignominia!