¿ Individual o Socialista ?
En enero de 1959, el Che Guevara declaraba a la prensa que la única propiedad individual en la cual creía, era sobre el cepillo de diente. No hubo otro dirigente revolucionario, Fidel Castro incluido, que descubriese tempranamente sus convicciones. En las revoluciones las afirmaciones se dosifican para no alertar al enemigo y hacerle creer que la violencia no es contra él sino contra el otro.
Una estrategia similar se aplica en Venezuela, la confiscación y la violencia son selectivas. Por ahora se ejerce contra las unidades productivas de gran extensión pero no crean los pequeños y medianos agricultores que van a correr mejor suerte. Su hora también les llegará, pues cuando la revolución se sienta mucho más fuerte y segura, no quedará títere con cabeza. El campo y la agricultura son siempre los primeros objetivos por ser más vulnerables: la pobreza rural es mayor, mientras que la población es menor y mal preparada. Se le engaña fácilmente con las cartas agrarias que no brindan titularidad ni posibilidad de traspaso. El enemigo está más indefenso apartado de los populosos centros de poder.
Pero cuando se termine de establecer la propiedad socialista en el texto constitucional, la ofensiva revolucionaria pasará a las ciudades. Los buhoneros olvídense de sus tarantines; autobuseros, motorizados y taxistas de sus vehículos; los cooperativistas de sus talleres de confección; los habitantes de los barrios de sus enseres; los profesionales de sus segundas viviendas; bodegueros, mecánicos, peluqueras, costureras y electricistas pasarán a la nómina de las corporaciones estatales creadas al efecto.
La propiedad individual tan cara al venezolano de todos los niveles sociales, será un mal del pasado y se presentará en los “nuevos” textos de historia como la causante de la desigualdad y la pobreza. Así ha sido en todos los países que, con anterioridad a nosotros, tuvieron la desgracia de sufrir calamidades socialistas.
Causa escozor presenciar como las invasiones y confiscaciones, que están a la orden del día en todas las regiones del país, no se enfrentan con la debida decisión y firmeza. Los venezolanos pareciéramos resignados, o lo que es peor, a creer ingenuamente que Venezuela no podrá ser socialista. En la medida que mantengamos la guardia baja seremos noqueados, sin pelear, en el primer round.