Las dos izquierdas de Teodoro

Indudablemente Teodoro Petkoff es uno de los personajes en Venezuela más polifacéticos. Basta sólo recordar que encontramos en un solo hombre a un intelectual, un activista, un periodista, un analista, un político que valiéndose de su formación, experiencia y training en política sabe decir las cosas. Su estadía en Mérida si bien es cierto fue básicamente para la presentación de su libro “Dos izquierdas” (Alfa Grupo Editorial, 2005) recoge una serie de textos y reflexiones del autor en los últimos años. Teodoro analiza la presencia de varias izquierdas, a groso modo el autor las ubica en dos izquierdas políticas en América Latina, una cargada de emociones, denuncias y esperanzas justas que, por incapacidad de asumir sin maniqueísmos fundamentalmente el desarrollo económico y la democracia social, conduce a la frustración y a callejones sin salida. La otra, con fachada menos heroica, con promesas menos absolutas y redentoras, más matizada y evolutiva, pero de cuyo éxito gubernamental depende la salud económica, política y social de América Latina.

El ex masista adhiere en una izquierda con un proyecto nacional inclusivo y moderno en torno a la superación de la pobreza, y capaz de lograrlo con éxito, en democracia y en un régimen de plenitud en relación a las libertades. En el boceto que esboza, presenta a la izquierda como proyecto viable para América Latina y Venezuela, como una realidad que está en marcha en muchos de nuestros países latinoamericanos. Teodoro es el autor de dos extraordinarios libros que leímos en el pregrado en nuestros estudios de ciencia política, en los que queda claro su talante democrático y honestidad intelectual del militante que, todavía dentro del partido comunista, se atreve a cuestionar los dogmas políticos propios, a la luz de los hechos como la invasión soviética de Checoslovaquia y a interrogarse sobre un socialismo distinto para Venezuela.

Lo cierto del caso es que Teodoro pone en blanco y negro su valoración y rechazo por dos tipos de izquierdas encontradas en la actualidad. Una izquierda moderna y otra retrograda. Una izquierda vanguardista y la otra borbónica. Una izquierda actualizada y otra desfasada. Una izquierda en baja (la de Chávez) y la otra en alza. Una izquierda autoritaria y otra democrática. Indudablemente optamos por esa izquierda moderna, vanguardista, actualizada, en alza, esa izquierda que asume ante todo la imperante necesidad de profundizar a la democracia en un clima de absoluta libertad tratando de compatibilizar a la globalización con el desarrollo y la equidad, desarrollo económico con participación y sensibilidad social. Una cuestión que Teodoro tiene muy claro y así lo expreso en el auditorio del El Colegio de Médicos en Mérida, es la necesidad de no divorciar economía y política, reforma y progreso, todo lo contrario. Una tarea hoy es correlacionar como lo intenta hacer la izquierda moderna las alternativas y opciones económicas, sociales y políticas para la América Latina sumergida en plenos proceso de reforma, transformación, inestabilidad y fundamentalmente demandas insatisfechas que no encuentran respuestas ni en el Fidelísimo agotado (en caída) y en Chavismo magnánimo y demencial (en alza).

El espacio no nos permite escribir mucho, pero no podemos dejar de mencionar que casi medio auditorio del que aplaudía efusivamente a Teodoro, de todas las tendencias y grupos, hizo campaña y voto por Hugo Chávez Frías en diciembre de 1998, esos incautos conciudadanos creyeron en la promesa del cambio y hoy los tenemos de vuelta ejerciendo el antichavimo con ferocidad. No podemos desconocer que estamos viviendo un momento delicado definido por la acentuación de los rasgos militaristas, autocráticos, de precariedad jurídica, de desconocimiento de algunos derechos sagrados como la propiedad privada, asimismo registramos la desnaturalización de las fuerzas armadas nacionales sumidas al caudillo, entre los signos de un régimen malsano que tiende a devorarlo todo, con una oposición tan nefasta que a veces el mismo Chávez funge como jefe de la misma. Veremos ….