El Militarismo en el Régimen del Presidente Hugo Chávez de Venezuela
La progresiva militarización de la sociedad y el Estado es uno de los objetivos fundamentales del gobierno de Hugo Chávez. Las Fuerzas Armadas dejaron de ser apolíticas, obedientes y no deliberantes y padecen un constante adoctrinamiento ideológico-político. La administración pública , las empresas del Estado, el Servicio Exterior, la Gobernaciones de Estados y las Alcaldías están siendo inundadas de profesionales militares activos o retirados, en total se estiman aproximadamente 1.500 profesionales militares activos y 1.800 en retiro, llamados especialmente para continuar en un servicio civil bajo la disciplina militar.
Las Fuerzas Armadas están ocupando funciones que en toda sociedad democrática son civiles. En las regiones hay una subordinación de las autoridades civiles a las autoridades militares de los Comandos de Guarnición Militar, cuyas organizaciones generalmente manejan recursos superiores a la Autoridad Civil regional o local para atender los problemas de salud, programas de vivienda, sistema de suministros de alimentos, conocido como MERCAL y sistema electoral, con autoridad real sobre la actuación del ciudadano en el acto del sufragio. La reserva militar se está organizando como “milicias populares” y el objetivo declarado es regimentar a un millón de hombres cuando las Fuerzas armadas venezolanas reales no llegan a los 80.000 efectivos; pero el último proyecto pretende añadir un elemento militar adicional denominado “guardia territorial” donde deben estar todos los ciudadanos no militares, los varones y hembras no incorporados al Elemento Militar o a las “reservas militares”. La Reserva Militar no está bajo el mando y control del Ministerio de la Defensa, sino que reporta directamente al Presidente y Comandante en Jefe Hugo Chávez.
Con el nombre de “unidad cívico-militar”, se quiere encuadrar militarmente a la mayor parte posible de la sociedad civil con el objetivo de facilitar su adoctrinamiento, movilización y control y lo más grave no viene a ser el encuadre militar, sino los vicios típicos del mundo castrense, como lo son: El autoritarismo, el abuso del fuero militar, la arbitrariedad como método de imposición de la disciplina, los castigos o sanciones con base en la fuerza, la imposición de la obediencia debida, etc.
Turbas violentas y armadas han sido organizadas por el partido de gobierno para hostigar y romper las manifestaciones pacíficas de la oposición. La inspiración, confesada por Chávez, surgió de los mal llamados “batallones de la dignidad” del dictador panameño Manuel Noriega. Se trata de una nueva forma de militarismo, donde se mantienen las formas de la legalidad democrática, pero que en el fondo implica entregar al estamento militar el ejercicio determinante del poder.
En el mapa estratégico de la nueva etapa de la revolución bolivariana, esbozado por el propio Chávez en un discurso en la Academia Militar el 12-11-2004 y publicado por el Ministerio de Información, se encuentran definidos los objetivos militaristas del gobierno. En relación al pasado, Chávez admite claramente que, aún después de salir de la cárcel, dos años después de su abortado golpe de1992, su intención era lograr los objetivos de la revolución bolivariana por la vía armada. Sólo en 1997 se opta tácticamente por la vía electoral. (vide párrafos 62 y 63). Al mencionar los integrantes de un ente coordinador para llevar adelante el nuevo mapa estratégico de la revolución, Chávez incluye al el Inspector de la Fuerza Armada, que después del Ministro de la Defensa es la más alta posición militar del país. ( vide párrafos 73 y 74). En el discurso Chávez confiesa su admiración por el gobierno militar ( 1968-75) del general peruano Juan Velasco Alvarado. (vide párrafo 123). El comandante también expresa claramente su visión militarista y antidemocrática de los adversarios políticos como enemigos, al decir que “en términos militares, hay que atacarlos y hostigarlos sin descanso”(vide párrafo 264). En un discurso del 22 de mayo 2005, Chávez claramente instruye a los generales y almirantes de las Fuerzas Armadas de difundir el “socialismo” en los cuarteles
Para concluir quisiera recoger textualmente algunos puntos de la publicación mencionada, particularmente del objetivo estratégico n. 9 de la nueva etapa de la “revolución bolivariana”, que tiene el siguiente título: “Profundizar y acelerar la conformación de la nueva estrategia militar nacional”:
– Consolidar el nuevo pensamiento militar venezolano.
– Desarrollar la reserva militar
– Profundizar el trabajo de la Fuerza Armada con las misiones sociales.
– Incorporar a la reserva militar en el trabajo social de las alcaldías, gobernaciones y demás organismos del estado.
– Educar a la población en los principios militares de disciplina, amor a la patria, y obediencia.
– Profundizar la educación premilitar en los diferentes niveles de la educación y misiones.
– Fortalecer el plan Bolívar 2000, como elemento de unión cívico-militar.
– Educar, concienciar y sensibilizar la unidad cívica-militar para la defensa de la nación.
– Profundizar la lucha contra la pobreza, a través del componente cívico- militar.
– Fortalecer la unidad cívico-militar, para acciones de seguridad ciudadana.
– Campañas informativas, sobre el nuevo concepto de seguridad de la nación.
– Creación del ente gubernamental que promueva la participación y unión cívico-militar
– Promover e impulsar la integración militar latinoamericana, para la defensa y el desarrollo de nuestros pueblos.
– Integrar la fuerza armada nacional al desarrollo local y regional.