Gigantes en la historia
Más allá de leyendas y crónicas diversas de larga data, más allá de libros sagrados como el Ramayana e incluso las biblias, en muchos relatos aparecen referencias de seres gigantes habitando este planeta. La cita de la existencia de esos seres se opone a la realidad científica que aún no ha podido comprobar sólidamente la veracidad en forma convincente. Sin embargo, no hay forma de que puedan rotundamente negarla.
Con todo y la tecnología que hoy tenemos, no podemos explicar cómo por ejemplo en las terrazas de Baalbek, Líbano actual, se pudieron mover bloques de piedra de mil quinientas toneladas, como tampoco se pueden aclarar construcciones como las de la isla volcánica de Pohnpei en la Polinesia, ni Machu Picchu ni Tiahuanaco ni las isla de Pascua. Y como estas, un centenar de otras de ellas.
Pero más allá de esto, en distintas partes del mundo se han encontrado restos arqueológicos de esqueletos humanos gigantescos, como un cuerpo encontrado en Java cuya antigüedad se calcula en 500.000 años y que sumado a muchos otros demuestran que en la Tierra habitaron seres gigantescos.
Sea en relatos mitológicos de las tradiciones incas, griegos, nórdicos, germánicos, y asiáticos e hindúes entre muchísimos otros, se refieren a ellos. Es cuestión de preguntarnos, ¿a qué se debe que todos tienen como común denominador la referencia a la existencia de seres gigantescos habitando nuestro planeta Tierra? ¿Existieron o son producto de la fantasía de los Habitantes de tantas regiones?
Las osamentas no es lo único que se encontró, también instrumentos como picos, lanzas, espadas de dimensiones tales que quien los usara debía ser un personaje de una estatura mínima de tres metros.
Muchos investigadores opinan que esos gigantescos fueron extraterrestres que nos visitaron para modificar genéticamente esta raza.
En Génesis 6, Versículo 4 se les cita abiertamente, bajo la palabra Nephilim: “En aquellos días –y aún después– cuando los hijos de Dios se unieron con las hijas de los hombres y ellas tuvieron hijos, había en la tierra gigantes: estos fueron los héroes famosos de la antigüedad”.
En Génesis 6, Versículos 1-2 (Antiguo Testamento), se lee: “cuando los hombres se habían multiplicado sobre la Tierra y habían procreado hijas, viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, escogieron de entre ellas por mujeres a las que quisieron”.
Se define así con claridad que no sólo hubo dos razas diferentes pero morfológicamente similares, sino que una de ellas era de seres que llegaron “del cielo”.
También el escritor investigador Zecharia Sitchin en “El Duodécimo Planeta” aclara que el término Nephilim significa “aquellos que bajaron de los cielos a la tierra”; dejando claro que no es exactamente “gigantes” lo que significa nephilim, sino que quienes tradujeron la Biblia así lo supusieron, porque al ser estos nephilim descendientes de Anak, un gigante, sus sucesores eran llamados Anakim. En todo caso, sea correcto o no nephilim traducido como gigantes, la realidad es que son múltiples las referencias sobre estos seres.
Nada como recordar a David y Goliat, pero no son los únicos, pues hay diversas construcciones que se refieren a ellos como los dólmenes en Portugal, a los que se conoce como Antas, “tumba del gigante” o “construcción del gigante” en honor al gigante Anteo.