Mercosur sin brújula
Sumergida en unas de las peores crisis políticas, con 8% de popularidad en las encuestas, una economía en recesión y grandes escándalos de corrupción que apuntan a su gobierno, a dirigentes de su partido y a ella, la señora Dilma Rousseff recibió en Brasilia a los presidentes de un Mercosur marchito, encogido, decadente, sin ideas claras.
Las cifras lo dicen, en 2014 las exportaciones del bloque cayeron de nuevo. Según un informe de Marcelo Elizondo, descendieron un 9,6% a todos los destinos y 13,1% al interior de Mercosur. Brasil no ha aportado lo que le corresponde a los fondos estructurales (120 millones de dólares) de ayuda. Se mantienen trabas para-arancelarias injustificadas al interior del bloque.
La Cumbre que, según se oía, tenía como tema tomar medidas para sacar de su parálisis al bloque comercial y abrirlo al mundo, se agotó en la retórica de siempre, sin decisiones concretas. Lo único nuevo la aprobación del ingreso de Bolivia como socio de pleno derecho, que aun deberá pasar por las horcas caudinas de algunos parlamentos de los países miembros.
Varios gobernantes, entre ellos, la misma Rousseff, se habían mostrado previamente partidarios de sacudirse la inercia en la que se consume el bloque, acelerando la negociación con Europa, la cual ya va para más de tres lustros, sin que hasta ahora se haya acordado nada.
Paraguayos y uruguayos piden un mercado común de verdad, sin trabas entre los socios. Para ellos, no puede seguir siendo “una cáscara política sin contenido real”. Astori, ministro de Economía uruguayo dice: “Estamos pasando por un mal momento”.
Sin embargo, los que pedían nuevas orientaciones, se quedaron con “los crespos hechos” porque no hubo decisión al respecto.
Como se sabe, el proceso integrador arrastra años de estancamiento, marcado por una visión más política que económica. Hay enfoques encontrados entre sus miembros. El proteccionismo redivivo genera problemas a su interior y de cara a terceros países.
La ideología ha jugado un papel relevante, que tomó vuelo gracias al boom de los commodities. Finalizado este auge, estos países vuelven a la realidad, particularmente, Brasil, Argentina y Venezuela.
En la reunión de la semana pasada, la señora Kirchner de nuevo insistió en que lo político es lo fundamental. Llamó, igualmente, la atención el discurso de Rousseff acerca de las amenazas a la democracia en la región, y no se refería con ello a Venezuela, sino al impeachment que pende sobre su cabeza.
Así, ninguna medida concreta sobre el tema de la apertura de Mercosur se adoptó. Los fuegos artificiales de siempre. El Comunicado final de los Estados partes (http://www.mercosur.int/
El Mercosur que se muestra hoy al mundo es uno sin brújula, sin norte. Está al margen de las meganegociaciones económicas actuales. Algunos en el seno del bloque se han dado cuenta de que de seguir así podrían perder oportunidades irrecuperables, y han amagado con tomar medidas por su propia cuenta.
En este cuadro general, el gobierno de Venezuela, ya lo hemos dicho, es un cero a la izquierda; no cuenta para nada. Se desconoce si tiene algo que decir sobre el curso que sigue Mercosur, aparte de la mojiganga antiimperialista. Y cualquiera que no lo conozca, podría preguntarse si realmente tiene la preparación técnica y la experiencia para comprender lo que allí sucede y hacer propuestas de solución.
Habrá que esperar cómo se resuelve, por un lado, la grave crisis brasileña, y por otro, lo electoral en Argentina, para saber si ese bloque tiene aún posibilidades de supervivencia futura. No le arriendo la ganancia.
Mientras tanto, la nave mercosuriana irá a la deriva, sin norte, sin brújula.
¿Qué harán los uruguayos y paraguayos? ¿Seguirán siendo convidados de piedra o lograrán que tomen en cuenta sus quejas reiteradas? ¿se irán con su música a otra parte? ¿se flexibilizará o no Mercosur? ¿La ideología se impondrá al pragmatismo?
@ENouelV