¿Somos ciudadanos?
Ciudadanía es un término muy amplio, con muchas acepciones, pero sea cual sea la definición utilizada denota evolución social, es decir, apego a las normas, a la ley. Un ciudadano es aquel que sabe cuáles son sus derechos, que sabe cuáles son sus deberes dentro de la sociedad, del conglomerado social al que pertenece, lleva implícito también moral y ética, incluso, la trascendencia de “ciudadanía”, la inculcación de estos principios a sus descendientes. Ello nos obliga a preguntarnos ¿Hay ciudadanos en Venezuela? ¿Qué tanto? Asimismo, la democracia “el mejor de los gobiernos” ve su éxito o fracaso justamente en los niveles de ciudadanía existentes en cada nación, es proporcional, mientras más ciudadanía exista mejores son sus resultados y viceversa.
Venezuela atraviesa lo que seguramente es su peor época desde que alcanzó su independencia, les explico; somos hoy una nación gravemente dividida, extremadamente dependiente del exterior (importaciones), con una institucionalidad capaz de permitir con absoluta impunidad la dilapidación de inconmensurables recursos del Estado hasta generar los indignantes niveles de escasez e inflación que hoy padece el pueblo (no los gobernantes). Entonces ¿Cómo cree usted son nuestros niveles de ciudadanía? Antes de responder sigamos con los argumentos; siendo nuestra coyuntura como la es, apreciamos que lejos de escuchar, en los previos a una contienda electoral de tan vital importancia como las parlamentarias nacionales, soluciones y alternativas que coadyuven a solventar los superlativos problemas del país, los discursos de un gran número de candidatos se basan en cuentos de caminos, en la banal repetición de consignas, en la reiterada desatención de lo que es realmente importante.
Sigamos argumentando, con igual empacho, observamos cómo se trata de imponer en Venezuela una visión que aparte de ser innatural representa un alarmante retroceso, ello es la partidización de la sociedad, hacer del partido político el medio para todos los fines de las personas y sus familias, no la preparación ni el esfuerzo propio ¡Grave! En cuanto lo ideal, lo correcto, es que estas organizaciones sean las que se deban al pueblo, se dediquen al pueblo y no al revés como hoy se trata de imponer, ello traería consigo el desplazamiento de la ciudadanía por estatus ligados a la jerarquía partidista, a quien este mejor “palanqueado”.
Para concluir preguntamos nuevamente ¿Hay ciudadanos en Venezuela? Sincérese por favor ¿Usted observa personas exigiendo se respete su derecho a una educación de vanguardia, a una salud de calidad, exigiendo eficiencia en las instituciones gubernamentales, calidad en los servicios públicos, exigiendo transparencia en el manejo de los recursos del Estado, exigiendo coto a la inseguridad, a la inflación, a la indignante escasez? O por el contario ¿Observa personas acostumbrándose a sobrevivir, a vivir temiendo y obedeciendo a sus gobernantes, sustituyendo a sus familias por partidos políticos?
Finalmente; un ciudadano exige resultados, no excusas… Elige gobernantes capaces, no cuenta cuentos. ¿Somos ciudadanos? ¿Qué tanto?
@leandrotango