¿Cómo ayudar a la oposición?
Escrito dirigido a aquellas personas que sienten que este gobierno debe finalizar su gestión y que eso debe suceder de una manera limpia, ordenada, electoral y siguiendo la secuencia establecida en la Constitución.
En esta primera fase toca competir por tener el mayor número de diputados posible en la próxima Asamblea Nacional.
¿Qué sucederá después, si la oposición es exitosa electoralmente y consigue la mayoría parlamentaria?
Ese es un asunto estratégico que no nos corresponde a la mayoría de los votantes y tendrá, necesariamente, que ser motivo de reflexión principal y constante de los diputados ganadores.
Lo que sí nos corresponde ahora, es hacer nuestro mejor esfuerzo por cumplir la meta electoral que nos hemos propuesto. La mayoría de quienes nos sentimos opositores hemos llegado, hace rato, al límite de la tolerancia con el gobierno actual; la convivencia diaria con los mandamases oficialistas nos resulta una agravación continuada, molesta, desilusionante, indignante y generadora de una gran inquietud por el futuro de nuestro país y de nuestros familiares más cercanos. Muchas personas anteriormente ligadas al chavismo también se sienten así de mal. El número de votos potenciales en contra de la continuación del grupo oficialista como mayoría en la Asamblea y como gobierno nacional, ha crecido exponencialmente.
Esa aparente ventaja que hoy vemos en las encuestas y palpamos directamente en nuestro diario vivir en las ciudades y en el campo, que se ha plasmado numéricamente en las votaciones de las primarias, es frágil, muy frágil. El gobierno lo sabe y los líderes opositores también. Nosotros, en la calle, parece que no nos damos cuenta, por mucho que nos lo advierten.
Nuestra principal ayuda a la oposición es estar decididos a votar en las elecciones y hacérselo saber a todos. Acompañaremos a esa decisión con el firme propósito de apoyar, estimular y mantener muy altas expectativas sobre nuestros candidatos a diputados. Evitaremos las discusiones estériles sobre si la MUD es o no es lo que debe ser, sobre si aparecen o no en la calle o en momentos mediáticos, o si son o no infiltrados del oficialismo, etc.
Amigos, lo que tenemos actualmente es lo que hay, no hay otra cosa. Si nos dividimos a estas alturas, no ganaremos. Si la MUD y sus componentes se desmoralizan, no ganaremos. Si creamos un sentimiento de inseguridad e irrespeto para con nuestros líderes políticos, estemos o no de acuerdo con ellos, no ganaremos.
No seamos triunfalistas. Seamos realistas. El contendor es de una fuerza formidable, nosotros también debemos serlo. Tenemos que creer en nosotros como fuerza colectiva que lucha por una meta concreta que permita, desde esa nueva plataforma, la pluralidad, la inclusión de todos y la voluntad común de adecentar la administración pública y la justicia. Así, nuestros futuros diputados sentirán un mandato perentorio y sobrecogedor que los obligará por deferencia y convencimiento, a ser los conductores de los otros procesos necesarios para cambiar el gobierno Nacional.
Y será así, porque se sienten apoyados y animados por todos.