¡Claro que es político!
El horrendo crimen de los hermanos Faddoul y del señor Miguel Rivas provocó manifestaciones de rechazo y lanzó a la calle a muchos venezolanos. Igualmente, el asesinato del reportero gráfico Jorge Aguirre reunió al gremio periodístico para exigir ante la Fiscalía General de la República que se haga justicia.
En ambos casos, la gente salió espontáneamente a sacar la rabia. A llorar lo insalvable. A quejarse. A exigir protección, defensa y seguridad.
El señor Ministro de Comunicaciones deslizó unas declaraciones atribuyéndole a las protestas un tinte de manipulación política. También pidió no utilizar estos sucesos como arma para atacar al gobierno del presidente Chávez y fueron varios los comunicadores sociales que repitieron una y otra vez que no era política sino disconformidad.
En esta ocasión no coincido con esas afirmaciones porque para mí el problema sí es político.
Es político porque la política es el arte de gobernar, y gobernar para todos. Lo que hemos visto es desidia, indolencia, abandono.
El problema es político porque la autoridad es quien ejerce el poder para la administración de una justicia ciega y equilibrada, y hay muchos, muchísimos casos, como los asesinatos del 11 de abril, los despidos de los miles de trabajadores petroleros, los soldados quemados del Fuerte Mara, los muchachos del barrio Kennedy, el caso del fiscal Danilo Anderson, entre otros, que aún se encuentran en el aire.
Es político porque la autoridad tiene el deber de resguardar a la población, a toda la población, la de los barrios y las de las urbanizaciones, y brindarle seguridad y defensa. Cada vez la delincuencia es mayor, los muertos se multiplican y crece el terror.
Es político porque no sabemos si un policía es un policía o un delincuente, y a quien corresponde formar los cuerpos de seguridad del Estado es al gobierno.
Es político porque en ningún gobierno anterior ha existido el altísimo índice de emigración que existe, porque se considera grave riesgo vivir en Venezuela.
Es político porque más del ochenta por ciento de los venezolanos, chavistas y opositores, coinciden en manifestar que el mayor problema que sufren es el de la inseguridad.
Es político porque si el gobierno hubiera mostrado intención de mejorar las condiciones de los trabajadores del campo, en lugar de expropiar tierras productivas que dan trabajo a los campesinos, habría generado fuentes de trabajo en las zonas rurales ‘sembrando el petróleo’.
Es político porque en vez de utilizar niños para hacer proselitismo político a los siete años, habría creado escuelas para educar a la población infantil que es la mayoría.
Es político porque el pueblo, el que lo eligió y el que no lo hizo, gracias al instrumento político del voto, se muere en los hospitales por falta de insumos.
Es político porque se persigue, se acosa y se apresa a comunicadores y medios de comunicación que manifiestan su inconformidad frontalmente al gobierno.
Es político porque en vez de construir, se alegra de destruir obras de infraestructura que han sido modelo para el mundo entero.
Es político porque en lugar de crear lazos con los países más democráticos y desarrollados del mundo, nos sumerge en relaciones tenebrosas con países atrasados de regímenes totalitarios.
Es político porque cuando se gobierna se paga el precio de someterse al rechazo si hay incapacidad, represión o engaño.
Nada de ello constituye una manipulación, una maniobra opositora para hacer caer en ridículo al gobierno. Son hechos. Hechos evidentes que revelan por medio de manifestaciones y protestas populares que el problema de inseguridad e indefensión de todos, absolutamente todos los venezolanos, sí es político. ¡Claro que es político!
