Presidentes inician reunión a puerta cerrada en la XXV Cumbre Iberoamericana
Los mandatarios que asisten este sábado en Cartagena de Indias a la XXV Cumbre Iberoamericana iniciaron una reunión a puerta cerrada inmediatamente después de la sesión inaugural del foro, que este año está centrado en los jóvenes, la educación y el emprendimiento.
La Cumbre de Cartagena arrancó con intervenciones de la secretaria general Iberoamericana, la costarricense Rebeca Grynspan, y el presidente del país anfitrión, Juan Manuel Santos; tras ese acto los jefes de Estado y de Gobierno comenzaron una reunión en privado cuyo contenido no ha trascendido.
A la cumbre asisten los presidentes de México, Guatemala, Chile, República Dominicana, Honduras, Perú y Panamá, además del rey de España y los mandatarios de Portugal y Andorra.
El resto de países están representados por cancilleres y vicepresidentes.
También está previsto que arribe a Cartagena el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien ha sido precedido por su canciller, Delcy Rodríguez.
La crisis en Venezuela será uno de los asuntos que previsiblemente aborden los mandatarios, tras una petición expresa de varios países en ese sentido, y también del empresariado de la región iberoamericana.
Superar el derrotismo en Iberoamerica
Al abrir la reunión presidencial de la XXV Cumbre, la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, llamó a superar el «derrotismo» en la región para poder cambiar su realidad.
En el discurso inaugural, la costarricense se refirió a las palabras del rey Felipe VI, cuando éste expresó su deseo de que España se aleje del «pesimismo» y el «desencanto»: «el derrotismo y el miedo solo valen para ir hacia atrás, solo cambiaremos la realidad si pensamos que el cambio es posible», afirmó.
A pesar de ello, Grynspan puntualizó que la región aún tiene «una gran tarea por delante», pero aclaró que no es «ingenua» y sabe que Iberoamérica y el mundo «atraviesa un momento lleno de desafíos».
«Es el momento de recuperar la política con mayúscula, las decisiones que hoy tomemos aquí son importantes», subrayó para decirle a los mandatarios que hay que analizar «la coyuntura para poder ver el horizonte», así como «comenzar a la vez -las políticas del- corto y el largo plazo».
La secretaria aprovechó su intervención para reivindicar «el poder» de Iberoamérica que, tal y como dijo, «en las últimas semanas vio como uno de nosotros ganaba el Nobel de la Paz y otro se convertía en secretario general de Naciones Unidas».
También destacó el fin del proceso de renovación de la comunidad iberoamericana que fue reclamado en la anterior Cumbre de Veracruz en 2014, y recordó que en los últimos 25 años los países «construyeron un espacio político ininterrumpido, a pesar de las diferencias y las dificultades».
Asimismo hizo referencia a lo «construido por la gente» a través de «idiomas comunes, afectos, migraciones,intercambios comerciales, colaboración y cooperación», lo que, a su juicio, dio como resultado haber «incorporado más actores» en el escenario: «los jóvenes y no tan jóvenes, afrodescendientes, indígenas e ibéricos».