Maduro cercó a Caracas para abortar misión brasileña
Hugo Chávez habría enviado recursos para financiar la campaña electoral brasileña del año 2002 que llevó a Lula da Silva a la Presidencia. El asunto que ha sido mencionado reiteradamente por diversos autores en la última década como una sospecha, reapareció como tema esta semana. El conocido y reconocido periodista brasileño Ricardo Noblat tuiteó el 18JUN15 lo siguiente: “Algún día verá la luz la verdad sobre el dinero que Hugo Chávez habría donado para Lula ser elegido”.
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La Policía Federal brasileña arrestó la noche del 18JUN15 a Marcelo Odebrecht, CEO del holding de empresas Organização Odebrecht y nieto del poderoso empresario ya fallecido Norberto Odebrecht. Simultáneamente fue detenido Otávio Azevedo, CEO de la constructora Andrade Gutierrez. En total, esa noche las autoridades policiales tenían el mandado de detener a 59 personas vinculadas con Odebrecht y Andrade Gutierrez bajo acusación de formación de cartel, fraude a licitaciones, lavado de dinero, desvió de dineros públicos y corrupción genérica. Estas empresas ocupan el primer y segundo lugar en el ranking del sector construcción en Brasil y cuentan con una creciente presencia global. Ambas han experimentado un incremento de sus actividades fuera de Brasil, especialmente en países como Venezuela, Cuba y Bolivia, bajo la protección del Gobierno brasileño. El financiamiento recibido por estas empresas de bancos estatales para ejecutar obras para gobiernos extranjeros amigos de Lula, también es objeto de investigaciones judiciales en este momento.
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Las detenciones de las cabezas de Odebrecht y Andrade Gutierrez forman parte del proceso policial y judicial conocido en Brasil como “Operación Lava Jato”, referido a un esquema de corrupción que vincula a la petrolera estatal Petrobras, a grandes empresas constructoras y a partidos de la base política de los Gobiernos de Lula y Dilma Rousseff. Las investigaciones judiciales, las declaraciones de testigos y decisiones judiciales ya conocidas, muestran que el partido de Lula, el PT, junto a partidos aliados como el PMDB y el PP, recibieron flujos de financiamiento provenientes de empresas constructoras a cambio de contratos otorgados por Petrobras.
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En el Congreso brasileño una comisión investigadora (CPI) está analizando, en paralelo a los tribunales, los casos de corrupción en Petrobras. El 11JUN15, la CPI aprobó citar a Paulo Okamoto, hombre de confianza de Lula, quien preside el Instituto Lula, el cual habría recibido US$1,5 millones de la constructora Camargo Corrêa, otra de las empresas investigadas. El Instituto Lula, con sede en São Paulo, sirve de base de operaciones para la intensa vida política nacional e internacional de Lula. Fue público el malestar de Lula contra el partido PMDB, el cual es parte de la alianza gobernante y que dio luz verde a la citación de Okamoto. Este caso es una de las más recientes señales sobre la escisión dentro del PMDB entre quienes mantienen respaldo al Gobierno de Dilma Rousseff y los que ya abiertamente comienzan a distanciarse. El PMDB es el fiel de la balanza política brasileña y sólo su poderío en el Congreso (controla las presidencias de ambas cámaras) detiene un eventual proceso de destitución contra Rousseff. La creciente distancia entre un sector del PMDB y el Gobierno del PT, igualmente quedó confirmado en la composición de la comisión de senadores que viajó a Venezuela el 18JUN15 para brindar apoyo a los presos políticos venezolanos. Entre los integrantes de la comisión estaba Ricardo Ferraço, senador del PMDB, quien como Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional en 2014, fue el responsable de invitar a opositores venezolanos a esa comisión y de planear inicialmente el viaje a Caracas.
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Alrededor de las siete de la mañana del jueves 18JUN15, la autopista que une Caracas con el litoral quedó paralizada. Un camión (gandola en el argot venezolano) que transportaba harina sufrió un accidente, volcó y su carga quedó esparcida sobre el asfalto. La mercancía fue saqueada por habitantes de las barriadas pobres que rodean la vía mientras el masivo tráfico automotor se paralizaba. Dos horas después, los restos del camión ya habían sido retirados del lugar y el tránsito había sido restituido. Pero la volcadura del camión sería utilizada por voceros oficiales venezolanos y por la embajada de Brasil en Caracas a lo largo del día, para justificar que una delegación de ocho senadores brasileños no pudieran llegar a Caracas.
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La delegación multipartidista de senadores brasileños estaba integrada por Aécio Neves (presidente del PSDB), Aloysio Nunes (PSDB), Ronaldo Caiado (DEM), Cássio Cunha Lima (PSDB), José Medeiros (PPS), Agripino Maia (DEM), Ricardo Ferraço (PMDB) y Sérgio Petecão (PSD). La agenda de su visita, que debía realizarse en poco menos de diez horas tras su llegada al aeropuerto de Maiquetía, preveía el traslado a la cárcel militar de Ramo Verde para lo cual debían previamente llegar a Caracas y viajar hasta la vecina ciudad de Los Teques. Allí intentarían visitar al preso político Leopoldo López. Posteriormente, la comisión regresaría a Caracas para saludar al preso político y Alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, detenido en su residencia tras una operación quirúrgica. Luego se trasladarían a un hotel donde tras un almuerzo ligero, emprenderían una serie de reuniones con la dirigencia opositora de la MUD, con víctimas de la violencia política en Venezuela, con el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles y, con la prensa que seguía atenta su estadía. El viaje de regreso, a bordo de un avión ejecutivo de la Fuerza Aérea Brasileña, estaba previsto para las 21:00 horas. El programa quedó abortado como producto de una maniobra oficial para entorpecer la presencia de los brasileños considerados como indeseables por el gobierno Maduro.
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El gobierno venezolano aplicó a la comisión de senadores brasileños una receta análoga a la que, en múltiples ocasiones, ha usado para impedir la llegada a Caracas de manifestantes opositores citados a protestar en la capital. Se trata de un esquema que permite cerrar las pocas vías de acceso a Caracas.
Durante la mañana del 18JUN15, mientras los senadores brasileños volaban hacia Venezuela, la autopista que debían recorrer para llegar a Caracas fue sembrada de militantes chavistas mezclados con personal de mantenimiento de las zonas verdes adyacentes a la vía. Simultáneamente fueron emplazadas cuadrillas de trabajadores y vehículos para la limpieza del asfalto entorpeciendo el tránsito justamente en sentido hacia Caracas. A media mañana, un convoy de la policía política Sebin, formado incluso por un vehículo blindado para transporte de tropas, tomó todo el ancho de la autopista, primero en sentido Caracas – Maiquetía y luego Maiquetía-Caracas. La movilización de este convoy, que coincidía con el arribo de los senadores brasileños, se justificó por el traslado a Caracas de un delincuente que fue entregado por Colombia a Venezuela la noche antes en la zona fronteriza. El Ministerio del Interior o la Vicepresidencia, órganos de los cuales depende Sebin, decidieron que el aparatoso traslado coincidiera con la subida de los senadores a Caracas, generando un embotellamiento de decenas de kilómetros. Posteriormente, el Ministerio de Transporte Terrestre y Obras Públicas declaró una “falla técnica” en uno de los túneles de la autopista, con lo cual quedó cerrado el tráfico hacia la capital. Pero los senadores brasileños no sólo fueron objeto de un aparataje para impedirles su movimientos, igualmente fueron blanco del ataque de uno de los grupos de militantes sembrados en su camino. Los senadores, quienes no contaban con protección de la Embajada de su país, se movilizaban en una camioneta junto a esposas de presos políticos y operadores internaciones de la oposición venezolana. En un estrechamiento de la vía, entre Maiquetía y La Guaira, un grupo de militantes chavistas rodeó y golpeó el vehículo (que no llevaba identificaciones externas!), sin que los pocos policías asignados por el Gobierno protegieran la integridad de los pasajeros. La agresión contra el vehículo y el cierre de la autopista obligaron a los senadores a retornar al aeropuerto, donde además debieron esperar largas horas antes de que se les permitiera ingresar y partir en dirección a Brasilia.
Inicialmente el Gobierno de Nicolás Maduro había decidido no autorizar la presencia de los senadores, razón por la cual tardó varios días en otorgar el permiso solicitado por el gobierno de Rousseff para el sobrevuelo del avión militar brasileño. La presión de altos jefes políticos del Congreso brasileño obligaron a Rousseff para insistir ante Caracas y obtener el permiso y solicitar protección policial para los senadores. Al contrario del gobierno español que ordenó a su Embajador en Venezuela acompañar y proteger al expresidente Felipe González en su reciente visita a Caracas, el gobierno brasileño optó por mantenerse al margen de la agenda de los parlamentarios. El Embajador brasileño en Caracas, Rui Carlos Pereira, recibió a los senadores, les suministró el vehículo de transporte y se separó del grupo.
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El incidente contra los senadores brasileños en una autopista de Venezuela se convirtió inmediatamente un tema adicional para la creciente fricción entre el Congreso brasileño y el gobierno de Rousseff. A media tarde del 18JUN15, el gobierno Brasileño había informado al presidente del parlamento, Renán Calheiros, que los senadores estaban varados en Caracas por causa de un “engarrafamento” en las vías. Pocas horas después, ante la evidencia de los hechos, la cancillería brasileña emitió un comunicado refiriéndose a “inaceptables actos hostiles” contra la comisión de senadores, aunque sin identificar a los manifestantes ni relacionarlos con el gobierno de Nicolás Maduro. El incidente traerá cola en la política brasileña y, probablemente, a nivel regional.
