Venezuela: La Manzana de la Discordia
En la Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), los Jefes de Gobierno coincidieron en acordar posiciones comunes en temas controvertidos como el cambio climático, proyectos de desarrollo, acuerdos de integración, lucha contra las drogas, la paz en Colombia, respaldo al acuerdo comercial entre la UE y MERCOSUR, apertura de Cuba a las relaciones con la Unión Europea, relaciones Cuba con Estados Unidos, al igual que otros aspectos en los que se identificaron los máximos representantes euro-latinoamericanos.
Pero el tema relativo a la situación de Venezuela, nuevamente se convirtió en lo que varios analistas han definido con acierto como la «manzana de la discordia», ya que a pesar del péndulo que se ha venido dando que muestra la preocupación de parlamentos, ex Presidentes, Organizaciones No Gubernamentales, empresariales y sindicales en la region, lamentablemente a nivel de los Gobiernos, se ha impuesto un mecanismo con el que se logra silenciar a Gobiernos críticos que no quieren fracturar el consenso, para que luego, un vocero como Rafael Correa, en su condición de Presidente del CELAC, hable como si fuera «Monsieur Amerique Latine» para golpear la mesa y asumir un tono de unanimidad latinoamericana que no representa siempre la posición real de todos.
El Presidente del Consejo Europeo Donald Tusk confesó «No estoy satisfecho con el lenguaje de la Declaración de Bruselas, pero es un consenso» posición que luego fue mejor precisada por el Presidente del Gobierno Español Mariano Rajoy al defender la posición de la Comunidad Europea afirmando su defensa por «la democracia, la libertad, los derechos humanos y el dialogo»,
A pesar de la supuesta unanimidad del Nuevo Mundo en apoyo a que debe respetarse la posición interna de Venezuela bajo el argumento de la «autodeterminación», el Presidente de México Enrique Peña Nieto no silenció su preocupación al defender la posición de lo que muchos Mandatarios demócratas piensan al afirmar: «Los esfuerzos para que en ese país haya pleno respeto al Estado de Derecho, a la democracia y a los derechos humanos, serian sin dudas, bien vistos»
La dialéctica de la confrontación de Venezuela va creando reacciones cada vez menos incondicionales en la región al mostrar inconformidad con declaraciones alti-sonantes en varios frentes contra Ex Presidentes, organizaciones internacionales, medios de comunicación y cada vez con comentarios cada vez más ofensivos contra Gobiernos o autoridades de países como Colombia, España, Canadá, Estados Unidos, Brasil, México, Paraguay, Uruguay, Chile, Costa Rica por no mencionar sino algunos.
En el caso del improvisado Decreto 1787 sobre Guyana, inicia un camino preocupante, que va de un extremo al otro, ya que después de una década actuación diplomática pasiva, fija unilateralmente las fronteras marítimas en la Fachada Atlántica que no solo afecta los mecanismos de Buenos Oficios establecidos con Guyana asumiendo un riesgo innecesario al abrirle la puerta a que el país vecino solicite llevar el caso a la Corte Internacional de La Haya -a todas luces desventajoso para Venezuela- ya que allí invocaran el dictamen del Laudo Arbitral de Paris de 1898. Pero además el Decreto pisa otros callos de países Caribeños, y de países europeos como Francia y Holanda, que tienen Departamentos de Ultramar afectados, lo que podría constituir otra «manzana de la Discordia»