2006 año electoral
Indiscutiblemente desde el triunfo de presidente Chávez en diciembre de 1998 hasta el presente hemos asistido a una decena de consultas electorales. De manera que los venezolanos prácticamente hemos sido sometidos en primer a permanentes campañas y posteriormente procesos comiciales. Lo singular y es lo que merece destacarse son dos variables y constantes.
La primera variable viene dada por los altos niveles de abstención electoral de los venezolanos, sean estos de derecha o izquierda, adeptos al proceso o de la llamada oposición. Sin embargo, en las últimas elecciones del 4D 2005 quedo claro que hasta los adeptos al oficialismo, chavismo y revolución se abstuvieron de ejercer su voto. Las cifras así lo ratifican.
La segunda variable esta dada por la composición del CNE. A estas alturas nadie desconoce la vinculación de los miembros del CNE al gobierno de turno, de manera que no podemos hablar estrictamente de “imparcialidad”, sin contar por supuesto los modernos mecanismos automatizados, cibernéticos y biridiccionales que desde que se emplearon han hecho milagros, resultando siempre triunfadora la bancada y sector oficialista. Todavía los venezolanos nos preguntamos que sucedió en el referéndum revocatorio e incluso en el fulano libro que público el rector Jorge Rodríguez donde gana la oposición 54% contra el 46%.
Lo cierto del caso es que seguimos en procesos electorales y este año nos corresponde seleccionar quien ocupa la silla de Miraflores. Es decir, a los venezolanos nos corresponderá decidir si continúa al frente del país y del gobierno el presidente Chávez, o en su defecto y por el contrario optamos por una figura distinta. Este año 2006 arranco muy mal, arranco terriblemente mal para toda Venezuela, porque no hay otra manera de catalogar la gravedad y las distorsiones que generan para “todos” el socavamiento del Viaducto Nº 1 de la Autopista Caracas – la Guaira. Es inadmisible que el gobierno no haya podido no detener o reparar tal obra de infraestructura, sino no prever una construcción paralela a tiempo. No hay excusas para eludir la responsabilidad ante el país y ante tantos venezolanos que directa o indirectamente nos veremos afectados por no contar con la vía Caracas – la Guaira.
Pero retomemos el punto que nos corresponde y es que estamos en año electoral. Realmente hemos vivido año tras año en elecciones. Pero este año es especial porque la elección que tenemos la primera semana de diciembre es “presidencial”. Por tal motivo este año será un año de abundancia financiera. Habrá plática por doquier a niveles tales que se producirá una intoxicación de la economía. Una pregunta que todo venezolano debe hacerse en estos días fríos de enero es si “realmente” vivimos en mejores condiciones, tenemos mayores expectativas de vida, estamos más alimentados, contamos con excelentes niveles de seguridad, empleo, educación y otros. Estoy convenido que la respuesta a tal inquietud por un número considerable y numeroso de venezolanos es negativa.
Ahora bien, el que Chávez de alguna manera esté “raspado” en su examen como gerente y presidente eficiente no implica que no pueda optar y peor aún “ganar” las próximas elecciones, más si tenemos el mismo CNE, las mismas máquinas y reglas de juego y más aún una diarrea de candidatos frente al liderazgo personalista del presidente Hugo Rafael Chávez Frías. He señalado y hoy lo repito “los venezolanos hemos cometido errores pero no merecemos ser sometidos a esto”. Este país no merece gravitar entre los esquemas desfasados, ineficientes y deformados del oficialismo ni tampoco al torneo de piruetas de una oposición irresponsable. Estamos iniciando el 2006 y ya veremos como se vate el cobre en esta parte de la geografía mundial que es Venezuela. Da la impresión que la elección se dará entre Chávez y el veterano Teodoro. Veremos …
(*) Profesor de la Universidad de Los Andes