Venezuela se cae a pedazos
Cualquier persona que llegue a Venezuela en estos momentos, verá con sus propios ojos como la célebre revolución Bolivariana no es mas que una pantomima bien publicitada por el aparato propagandístico del régimen.
Venezuela es un basurero, con una debilidad estructural que alarma y avergüenza hasta los mismos revolucionarios que, usando el dinero del pueblo, viajan por doquier y usan las instalaciones del aeropuerto de Maiquetía con una frecuencia impresionante.
Venezuela, tras la inundación de dólares petroleros que viene dándose desde hace mas de un quinquenio, luce como la mas abandonada republica bananera. Las autopistas y carreteras están convertidas en uno de los mayores desastres de la ingeniería civil de nuestros tiempos. El viaducto es un ejemplo claro de la ineficiencia e impericia de un gobierno que se empeña en regalar los recursos del tesoro a las naciones vecinas, con aras a consolidar un liderazgo mundial de izquierda que a ningún venezolano interesa.
Cómo es posible que mientras Chávez y sus acólitos viajen, despilfarren dólares, y regalen el tesoro nacional a los izquierdozos latinoamericanos, Venezuela se este cayendo a pedazos. Ya no son sólo los ranchos que se vienen abajo por las lluvias, las carreteras, los edificios públicos sino que por la ineficiencia gubernamental sé este llegando al extremo de paralizar a Caracas y zonas aledañas y al país mismo.
Ya vimos que las líneas aéreas nacionales e internacionales disminuyeron él número de vuelo por las múltiples consecuencias de traslado que tienen los pasajeros. Los chóferes de los camiones, que transportan mercancía a Caracas y el centro, se quejan por el pésimo estado de la carretera vieja Caracas-La Guaira o, peor aun, la de Carallaca, amén de la inseguridad que se vive producto del hambre y la miseria que se ha incrementado durante la revolución de una manera exorbitante.
Se habla de escasez de alimentos, de medicinas, de bebidas porque el viaducto esta inservible. Se siente el desespero de la gente en la calle que vive dentro de una incertidumbre que acaba no-solo con los nervios de los venezolanos, sino con la esperanza de salir de la pesadilla chavista que ha sumergido al pais en un caos absoluto.
Sin duda, muchos aseguran que vamos hacia la cubanización de la sociedad venezolana. La cubanización entendida como hambre y miseria, como sociedad aislada, como atraso y desinformación, como modelo de represión y de apoplejía social donde las libertades fueron conculcadas por un solo hombre que se niega a morir y a dejar que el pueblo hable, se exprese y disfrute de los maravillosos derechos que han ganado las sociedades democráticas y civilizadas.
Chávez esta sordo y ciego. Es un hombre infeliz que no es capaz de ver sus errores. Vive aterrado con sus fantasmas y por sus fantasmas. Aspira que la Asamblea Nacional ilegitima le termine de hacer sus leyes. Prueba y desecha a cada uno de sus acólitos. Hugo Chávez vive inmerso en una gran mentira que no le deja ver que su gobierno no es gobierno, sino un monumento a la mediocridad, a la ineficacia y a la ineficiencia.
Un niño me dijo el día de año nuevo que su deseo era vivir en un país alegre, con esperanzas, con gente normal y sin Chávez. Le pregunté ¿ Por qué? Y me contestó que toda su familia y sus amigos cambiaron con Chávez y perdieron la alegría y los sueños de vivir.
“Mi vida es otra, me comentó, yo no quiero seguir viviendo ni creciendo en una revolución que fabrica gente triste y temerosa”… Esas sabias palabras me retumban en mi cabeza a diario. Definitivamente, esta desgracia chavista no puede seguir existiendo, porque el país se nos esta transformando en uno que ni ustedes ni yo queremos. Nos toca trabajar para recuperarlo y el 2006 nos ofrece una nueva oportunidad que no hay que desaprovecharla. Manos a la obra.