Misiones 3
Seguimos. Al hurgar en el pasado buscando referencias comparativas y parecidas nos encontramos con las diversas persecuciones contra los opositores propias de la Edad Media. En los tiempos primitivos, los métodos también eran primitivos. Para los opresores había solo dos alternativas: la vida o la muerte. Para este opresor moderno la metodología es sofisticada: identificarlos en las listas tascon y maisanta, estrangular sus medios de vida mediante todo tipo de limitaciones legales (controles de todo tipo: de cambios, identidad, pasaportes, precios, distribución de alimentos, comercio, impuestos, opinión, asociación, amenazas, juicios, prisión, etc., etc.), leyes y reglamentos limitantes, extermino publico dejando actuar libremente al hampa, narcotráfico, guerrillas, sicariato, etc., y, de guinda, armar al “hombre nuevo”, su ejercito particular, pare de sufrir.
Este viaje obligado por el túnel del tiempo hacia la barbarie posiblemente estimula a que muchos compatriotas prefieran no vivir en Venezuela porque esta situación solo se comprendería y se compararía con la existencia de un tirano medieval y, además, muy ignorante.
El sistema de “misiones” se presenta, también, como instrumento supuestamente revolucionario para la transformación social y como un nuevo sistema de la sociedad venezolana con visos de nueva moralidad pública y con la finalidad de acabar con la fe cristiana, tan arraigada en la población. Un nuevo micro mundo, un paradigma para América y el mundo. Una especia de modernos campos de concentración (con los opositores y disidentes como esclavos y prisioneros, tipo cuba y/o tipo Guantánamo) con los “chavistas” como guardianes, con la excepción de los privilegiados dirigentes presuntamente escogidos por su “raza superior” y/o lealtad al nuevo “jefe” y muy a pesar de que “no tengan nada en la cabeza”. Así se desprende del reciente mandato o vuelta a la universidad y/o escuela (¿Y por que no a una misión?), por parte del “Comisario” y/o “delegado” Jefe del Parlamento actual, dado a sus “idénticos” pero no “iguales”.
El sistema de misiones se esta presentando como si fuera una solución definitiva a las situaciones planteadas, como si fuera una futura institución social, como si fuera un aporte innovador y como parte importante de un nuevo subsistema social. Se extiende sin aparentes límites. ¿Cuánto cuestan todos juntos? Aparentemente los paga Pdvsa ¿Quién controla a Pdvsa? ¿Quién evalúa y avala eso?
Tercero: El sistema de misiones se pretende exhibir como irreversible y simbólico porque se intenta inculcar la idea de que se identifica con rasgos esenciales y peculiares de los años en el poder de la supuesta y presente revolución. En el sistema de misiones supuestamente se practica la ideología con libertad, sin reservas, con rapidez. ¿A quien le presentan cuentas? ¿Cuándo? Continuará. “Sin contrarios no hay progreso” W Blake.
