Opinión Nacional

Venezuela en la encrucijada

1.- LA TRAICIÓN DEL PPT

En sus múltiples denuncias al totalitarismo que se cierne sobre nuestro país, Teodoro Petkoff ha destacado un hecho de gravísimas implicaciones: los principales ejecutores del montaje de un régimen totalitario en Venezuela son una media docena de cuadros políticos, absolutamente insignificantes electoralmente, pero que ante el horroroso vacío de inteligencia entre los seguidores del caudillo han tenido la siniestra habilidad de apoderarse de los puestos de comando del proceso político que nos conduce al totalitarismo. Hablamos de la jefatura del PPT.

Basta nombrar a quienes detentan las palancas claves de la educación, la cultura, el deporte, la economía, las relaciones internacionales y el petróleo en la Venezuela chavista para comprender la magnitud del daño que los conspiradores de esa micro fracción le está inflingiendo a la nación. “La sociedad venezolana está en vías de cambiar de naturaleza” ha dicho Petkoff. Y le asiste toda la razón. El cuerpo social está gangrenado por la corrupción, la violencia y el terrorismo, males inducidos desde la presidencia de la república para facilitar el montaje de un estado totalitario. El cerebro de este proceso de desnaturalización tiene nombres y apellidos: Alí Rodríguez Araque, Bernardo Álvarez, José Albornoz, Aristóbulo Istúriz y María Cristina Iglesias, entre otros.

Tal cofradía es digna del grupúsculo de Röhm, Goebbels, Strasser y sus secuaces, quienes a la vera del caudillo Adolfo Hitler y un partido marginal e insignificante como el NSDAP llegaron a apropiarse de Alemania conduciendo al Estado nacionalsocialista, a la Segunda Guerra Mundial y al Holocausto. ¿Qué tiene de extraordinario ese grupete como para haberse hecho con las palancas claves que están convirtiendo a Venezuela en una sociedad totalitaria? Fanatismo, espíritu de cuerpo, oportunismo integral, cultura de cuadros, inescrupulosidad militante y lazos indestructibles con Fidel Castro y el castrismo. Bajo la silenciosa, discreta, diestra y férrea conducción de Alí Rodríguez Araque han conformado la quinta columna de Fidel Castro en Venezuela. Cuyos efectos disolventes y destructivos ya son evidentes. Está a punto de coronar con éxito la que fuera una misión imposible para las guerrillas de los 60, en las que Rodríguez Araque fungiera de comandante Fausto: apoderarse del petróleo venezolano, esclavizar a sus ciudadanos y prenderle fuego a un continente siguiendo la consigna martiana, según la cual habría llegado la hora de los hornos.

Lo que Martí no imaginó es que sus hornos se convertirían en crematorios totalitarios. En Cuba cumplieron su misión a cabalidad. Sólo restan cenizas. En Venezuela comienzan su faena final. Ahora mismo están cremando las ideas y la cultura democrática – misión de Aristóbulo Istúriz y Farruco Sesto -, cremando la empresa y el factor laboral – faena a cargo de María Cristina Iglesias – y cremando la libertad, magna obra de Alí Rodríguez Araque, José Albornoz y sus conspiradores castro-fascistas.

El caudillo, entretanto, se disfraza de comando de élite y juega con el globo terráqueo. Empollando además un monstruito descerebrado y corrupto llamado MVR. ¿Las Fuerzas Armadas? Muy bien gracias. Ya escancian la consigna impuesta por nuestra Quinta Columna castro-fascista: Patria o Muerte. Bolívar se estará revolviendo en su sarcófago.

2.-VENEZUELA EN LA ENCRUCIJADA

Ése y no otro es el problema crucial que enfrenta Venezuela hoy: liberarse de la dictadura de un teniente coronel desaforado y ambicioso, destructivo y letal, o caer en las garras de su régimen totalitario. Como lo señaláramos en un libro que publicáramos en 2003, precisamente bajo el título DICTADURA O DEMOCRACIA: VENEZUELA EN LA ENCRUCIJADA.[1] Proceso que ha avanzado inexorablemente en estos últimos tres años y que ha terminado por clausurar toda esperanza a que pueda ser revertido obedeciendo a su legalidad inmanente. Es loable que el editor de TalCual haya advertido el fenómeno y plantee la urgente necesidad de constituir un Frente Nacional en Defensa de la Democracia y contra el Totalitarismo. Iniciativa que hacemos nuestra.

Es en este contexto que debemos analizar la pertinencia de elecciones primarias, subordinadas a las elecciones presidenciales pautadas para el 3D, y la pertinencia de estas elecciones mismas. Hemos señalado que si aquellas no se subordinan de manera diáfana y categórica a la exigencia y cumplimiento de condiciones electorales apegadas al espíritu y la letra de la constitución, verificándose con la misma limpieza, transparencia y rigor con que se están efectuando todos los procesos electorales en América Latina, no tienen el menor sentido. Por el contrario: servirían objetivamente a pavimentarle el camino a un proceso electoral programado bajo la misión de entronizar al presidente de la república y terminar de cerrar – bajo la seudo legitimación electoral y el falso tapabocas con licencia internacional – todos los resquicios democráticos que aún nos permiten sobrevivir.

Pues de celebrarse dichos comicios bajo el imperio de este REP envenenado, servirán de tampón a toda disidencia nacional e internacional, liquidarán todo reclamo opositor y abrirán definitivamente las puertas al imperio del totalitarismo en nuestro país. Y sería verdaderamente trágico que la institución más prestigiosa surgida del seno de la oposición democrática venezolana, capaz de adelantar iniciativas verdaderamente pioneras con el objetivo de dotar a la ciudadanía democrática de instrumentos de autodefensa y organización social, como los llamados Congresos Federales, terminara sirviendo objetivamente a los fines de esa entronización mediante unas primarias que hubieran perdido su sentido primigenio: servir de catalizador unitario y de instrumento de selección de un liderazgo auténticamente vinculado a las luchas por una Venezuela democrática, moderna, justa y próspera.

Es el gran temor que nos atenaza, ante candidaturas como las de Borges y Rosales, que solapan la exigencia por condiciones, desvían la atención ante el más grave y crucial problema que nos amenaza, como lo es el de la legitimación de un régimen totalitario el 3D o sirven a ambiciones estrictamente personales, contrapuestas a la verdadera realidad que vive la democracia venezolana.

>b>3.-ENFRENTAMIENTO O COLABORACIÓN

Asombra, en efecto, que salvo Petkoff ninguno de estos precandidatos se asome siquiera a comprender este trágico contexto y eluda enfrentar al régimen ante el grave peligro con que nos amenaza. Es de imaginarse el resultado devastador que podría acarrearle al régimen un frente opositor anti totalitario denunciando ante las democracias del mundo la flagrante carencia de condiciones electorales en nuestro país. Quien está quemando sus naves por la cohetería norcoreana, las pretensiones nucleares de los iraníes y las amenazas del terrorismo integrista tendría serias dificultades a la hora de explicarle al mundo las razones por las que la oposición democrática venezolana no acepta participar de un fraude consumado. Exigiendo el mismo derecho que Chávez le reconoce a su aliado López Obrador: conteo manual de todos y cada uno de los votos. En elecciones manuales. Derecho constitucional que les niega a quienes considera sus súbditos. ¿Por qué Rosales y Borges no asumen la iniciativa de Petkoff y encabezan la iniciativa de conformar un Frente Unitario contra el totalitarismo y en defensa de la democracia, asumiendo la exigencia por condiciones auténticamente democráticas e igualitarias como su más apropiada bandera de lucha?

Como no parece haber trazas de que esa iniciativa pudiera prender en ellos, y dada la evidencia de todos estos hechos, dichos precandidatos tendrán que explicarnos con toda claridad y cuanto antes por las razones que los llevan a pretender competir con el teniente coronel en diciembre bajo condiciones absolutamente inaceptables. Pasando por sobre estas consideraciones de Perogrullo y sin ningún respeto por el mayoritario sentimiento opositor de boicotear dichas elecciones si no se cuenta con un REP espulgado de fantasmas, resucitados, nacionalizados chimbos, múltiples identidades, ancianos bicentenarios y partos populosos. Pues no se trata de «graves deficiencias que no afectan la naturaleza de los comicios presidenciales», como en un giro verdaderamente inexplicable fuera expresado recientemente por nuestras tres más importantes universidades, sino de un atentado monstruoso a unas elecciones que cuentan con, a lo menos, cuatro millones de electores chimbos.

El caso más complejo de esta enfermiza candidaturitis es el del gobernador Manuel Rosales. Es de imaginar que si insiste en su candidatura es porque ha negociado con el régimen las condiciones que hacen viable su participación: cese de la persecución judicial con que se le amenazaba para obligarlo a candidatearse e intangibilidad de su cargo de gobernador de resultar derrotado. Es imposible no pensar que se presta a la comedia electoral perfectamente consciente de que bajo estas condiciones no podrá suscitar un auténtico y mayoritario respaldo opositor. Pues una inmensa mayoría opositora no está dispuesta a ensuciarse las manos en un proceso eleccionario fraudulento, ya consumado. Y que por lo tanto NO ganará en dichas elecciones.

¿Por qué se presta entonces a la comedia? La única explicación posible es que – clásico representante de la politiquería de la Cuarta al fin y al cabo – pretende aprovecharse de la circunstancia para montar su propia plataforma nacional en vistas a liderar la oposición a futuro. Si así fuera demuestra no estar plenamente consciente del albur que corre ni de las circunstancias que enfrenta. Pues un régimen totalitario como el que él o Borges están a punto de avalar para su eterna desgracia – y la de nuestra patria – no permite la coexistencia a futuro: juega al todo o nada. Y no tiene el menor escrúpulo en cortarle el pescuezo a quienes pretendan competir en el viejo, tradicional y desusado estilo democrático. Así se hayan mostrado solícitos y obsecuentes, pensando en su propio provecho. Como parece ser el caso de los Sres. Borges y Rosales.

Los juegos están hechos: o aceptamos jugar y ser derrotados con cartas marcadas, o nos unimos para enfrentar el totalitarismo. La respuesta ya no sólo depende de los precandidatos, sino también de SÚMATE. Sería hora de conocerla.

EN RECUADRO

EL LORO TROPICAL Y LOS BARRIGONES DE LA OPOSICIÓN

La mal llamada “ruta democrática” que fundamentara la política de apaciguamiento y complacencia dominante en el seno de la Coordinadora Democrática deslegitimando toda movilización calllejera por provocadora y golpista, ha terminado desvelándose en su oscura verdad. Era, en efecto, una “ruta democrática”. Pero no conducía al restablecimiento de la democracia, sino al establecimiento del totalitarismo castro-fascista. Un pequeño error de apreciación para aquellos próceres de izquierda que la defendieron a brazo partido. Negando en todo momento la necesidad de formular un plan B – incluso para denunciar un fraude eventual. Plan que los responsables de la mal llamada Comisión de Estrategia consideraron inútil, contraproducente y extemporáneo.

Podría ser el título de una nueva obra de pensamiento político, muchísimo más contundente y eficaz que aquella Revolución en la revolución, ese panfleto que hiciera famoso a Regis Debray y fundamentara teóricamente el foquismo guerrillero como vía de acceso al totalitarismo socialista. Esta nueva fórmula se ha mostrado muchísimo más adecuada a los tiempos, si bien sus condiciones exigían un desideratum: apropiarse por vía electoral de una nación petrolera con una clase política aquejada de cáncer terminal. Su título: “La ruta democrática o del modelo chavista hacia el totalitarismo castro-comunista”. Ya se intenta aplicar, aunque sin éxito, en Bolivia. Y gracias a Lourdes Flores y a Alan García no se aplicará, por ahora, en el Perú. Como tampoco en México gracias a Felipe Calderón.

Fidel Castro, que trató en los 60 de aplicar la fórmula de Debray al caso venezolano, terminó 30 años después rendido a la evidencia de que con el auxilio del flacuchento, derrotado, locuaz y carismático teniente coronel golpista – loro tropical acaba de bautizarlo Carlos Fuentes – podría lograr su sueño sin necesidad de un Comandante Ochoa Sánchez – fusilado veinte años después por pretender pensar por su cuenta.

Que luego de esta puñalada trapera, asestada por traidores venezolanos al servicio del Caballo, todavía haya quienes planteen “la ruta democrática” apostándose solícitos y nerviosos en el punto de partida para las elecciones de diciembre, habla muy mal de nuestros viejos y nuevos políticos. Bien dice el refrán: el que nació barrigón, ni que lo fajen chiquito.

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