Solo la India muestra estabilidad económica entre los BRICS
En un mundo de incertidumbre económica, los países emergentes del grupo BRICS no escapan a las preocupaciones.
Brasil y Rusia muestran signos de contracción económica, -1,3% y -1,90% respectivamente. Suráfrica, experimenta un proceso de disminución de su PIB y de devaluación de su moneda, el Rand.
China viene desacelerándose y, si bien se proyecta un crecimiento del 7% de su PIB en el 2015, todo apunta a que en varios indicadores se percibirá debilitamiento.
Solo la India, muestra signos de aumento de su crecimiento económico (PIB) y mejoría en casi todos sus indicadores de desempeño económico.
Los problemas que afrontan los países del grupo tienen gran impacto en la economía mundial. Para el 2013, el 43% de la población mundial vivía en los 5 países BRICS; sumaban el 25% del PIB mundial y contribuían con el 20% de la inversión extranjera directa.
Brasil, el impacto de la corrupción
El escándalo causado, por hechos de corrupción a finales del primer período de gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, está teniendo impacto en el desempeño de la economía brasileña.
Los delitos cometidos por los directivos y altos funcionarios del gobierno, en el manejo de la empresa mixta Petrobras, ha llevado a la cárceles a decenas de personas, incluyendo al secretario de finanzas del partido de gobierno.
Los altos niveles de corrupción descubiertos, han tenido en un impacto negativo en los mercados bursátiles internacionales, donde se cotizan las acciones en manos privadas de la petrolera. Esto ha minado la confianza de los inversionistas privados en la economía brasileña.
En el 2015, la economía de Brasil se desarrolla en un ambiente de una inflación en alza, lo que afecta los gastos de hogares y empresas, con sus consecuencias negativas sobre el comercio; un creciente debilitamiento de su moneda, el Real, lo que ha llevado al país a un proceso de contracción económica, que se estima cerrará el año negativamente para el PIB, en aproximadamente
-1,3%.
Las medidas reguladoras tomadas por el gobierno, han afectado negativamente el signo monetario, que ha perdido valor frente al dólar. El gobierno aumentó los impuestos y las tasas de interés.
Desde el 2010, la economía ha caído en cerca del 10%. En el primer trimestre del 2004, el PIB cayó -1,6%; y en el último trimestre de 2014, cayó en 0,2%. Los analistas señalan como la causa de la contracción, la caída de la inversión privada y el consumo privado.
De acuerdo a Trading Economics, la formación bruta de capital cayó -7,8%, el gasto púbico se redujo en 1,5%, y el consumo de los hogares disminuyó -0,9%.
En cuanto al sector externo de la economía, las exportaciones aumentaron 3,2%, en tanto las importaciones decrecieron -4,7%.
Sin embargo, la inflación ha crecido a niveles de hace una década. En el pasado mes de abril, el índice inflacionario marcó un ritmo anual del 8,17%. Lo que ha disminuido el poder de compra de los brasileños.
Frente a esta situación, como consecuencia de la disminución de compras de los privados, el gobierno de Rousseff se vio obligado a aumentar los impuestos, y a recortar gastos, para balancear el presupuesto. Lo que en opinión de los analistas, ha sido el origen de lo que empiezan a considerar una espiral inflacionaria.
En tanto los recortes presupuestarios para equilibrar el presupuesto, han impulsado el calentamiento de la temperatura política del país, que ha desbordado las calles de manifestantes que piden la renuncia de la presidenta.
“La economía de Brasil continúa deteriorándose. Tanto los negocios como los consumidores están siendo adversamente afectado por la creciente inflación debido a las nuevas subidas de impuestos. Más aún, el aumento de las tasas de interés, para recortar la inflación, ha encarecido el financiamiento. Con la economía brasileña mostrando signos de vuelta atrás, su moneda continuará debilitando en los próximos meses”, aseguró el analista Andrew Sachais, en uno de sus escritos en la prensa especializada.
Rusia, el impacto de ambiciones territoriales
En el año 2012, Rusia crecía económicamente en un 5% anual. A finales del 2013, la inestabilidad política en Ucrania, llevó a Rusia en marzo del 2014 a anexarse Crimea y Sebastopol.
Consideradas estas dos zonas como originalmente rusas, se puede decir que la arbitrariedad con la que se manejaba la antigua URSS, llevó a adjudicarla a Ucrania.
Al desaparecer la URSS, estas dos zonas siguieron en manos de los ucranianos. Sin embargo, gozan de importancia estratégica para la nueva Rusia. Con la anexión, el gigante euroasiático obtiene un mayor control del suministro de gas, en el paso de gasoductos de Gazprom hacia la UE, y una mayor presencia militar y política en el Medio Oriente.
Más allá de las razones geopolíticas, Crimea tiene reservas de gas 165 mil millones de metros cúbicos, y 44 millones de toneladas de petróleo. Además, con la anexión Moscú se ahorra unos 4 mil millones de dólares en pagos anuales a Ucrania, por mantener la flota rusa en Sabastopol.
La reacción de Occidente no se hizo esperar, por que a la anexión siguió el estallido de una revuelta independentista en zonas de Ucrania limítrofes con Rusia, donde actualmente existe un estado de guerra civil.
Esta situación provocó la aplicación de sanciones a Rusia y a sus altos funcionarios gubernamentales.
Adicionalmente, las agencias calificadoras internacionales rebajaron las perspectivas crediticias de Rusia, y prácticamente no obtiene financiamiento externo. Lo que ha provocado una estampida de las inversiones, la fuga masiva de capitales y una creciente devaluación del Rublo. Teniendo como consecuencia inmediata, una fuerte contracción económica que el gobierno de Valdimir Putin no ha logrado revertir.
Las previsiones para el 2015, no han mejorado. Se estima que continuará contrayéndose la economía, la inflación seguirá en aumento, el consumo disminuirá en forma apreciable, y pudiera estabilizarse el Rublo, según estiman algunos analistas.
En el mes de marzo, la contracción del PIB mostró un comportamiento en aumento, al caer a una tasa anual del -3,4%, cuando en febrero la caída había sido del -2,3%.
En el 2011, las exportaciones rusas crecían a una tasa anual del 30%. Debido a las sanciones aplicadas por Occidente, en marzo las exportaciones cayeron a un ritmo anual del -11,29%. En febrero había sido el índice del -7,94%.
Con la caída de los precios del petróleo, se acentuó la caída del valor de las exportaciones rusas.
Previo a la anexión de Crimea en el 2014, al inicio del 2014, la inflación crecía a una tasa anual del 6%. En Marzo, el ritmo anual fue del 16,9%.
Al igual que en otros países con perfiles inflacionarios, la inflación de los alimentos es bastante elevada: bebidas no alcohólicas en 25,9%, cereales y legumbres en 52,9%, azúcar en 50,5%, y frutas y vegetales en 38%.
“Mientras la economía rusa continúa debilitándose, su moneda continúa en alza frente al dólar. El crecimiento económico cae en la medida de la caída de las exportaciones. El aumento de la inflación ha recortado el gasto de los consumidores”, advirtió el analista Andrew Sachais.
India, la estabilidad política
India, con más de 1.250 millones de habitantes, es el segundo país más poblado del grupo BRICS, y del mundo. Con las dimensiones de su mercado interno, y la estabilidad política de su gobierno, muestra los mejores indicadores, no solo del grupo, sino de las economías del mundo.
La percepción de los inversionistas internacionales es optimista con respecto a la India. Ha tomado positivamente las medidas tomadas por el gobierno desde el 2014, para mantener estable a la economía.
Los analistas consideran que el Banco Central de la India, es “el mejor manejado del mundo”. Así lo ha reseñado el reputado analista y empresario suizo Marc Faber.
Las políticas seguidas por el banco central indio, lograron en el 2014 estabilizar la Rupia. De acuerdo a los analistas de inversión, la rupia tuvo el segundo mejor desempeño monetario en el 2014.
Faber considera que el buen manejo del Banco Central de la India, se debe a que tiene “una influencia mínima del gobierno en sus operaciones”.
En fecha reciente, el Banco Central recortó las tasas de interés en 25 puntos básicos. Producto este recorte de la baja de los precios del petróleo. Lo que a su vez ha tenido como consecuencia una caída de los precios a nivel del consumidor.
Los analistas de Rayman Partners (un blog de investigaciones de inversiones) reportó el pasado miércoles 3 de junio, que “la India creció a una tasa anual del 7,5% en el primer trimestre del 2015”, cuando en el trimestre anterior había crecido al 6,6%, gracias una fuerte expansión en manufactura y los sectores de servicios.
La manufactura creció en un 8,4%, mientras la producción agrícola cayó en 1,4%; los servicios no financieros crecieron 14,1%; minería creció 2,3%; y los servicios como la electricidad, gas y suministro de agua, crecieron 4,2%.
En cuanto a las administración pública y defensa, aumentó 0,9%, luego de haber caído 19,7% por recortes presupuestarios en el trimestre previo.
El principal riesgo que pudiera afectar a al economía de la India, es la próxima temporada lluvias (monzón), que pudiera afectar las cosechas y las actividades de ciertos sectores de la economía.
Las estimaciones de la ONU señalan que la India pudiera crecer este año en 8,1%, y 8,2% en el 2016, gracias a los gastos de consumo, baja inflación y las reformas estructurales que adelanta el gobierno.
Sin embargo, los analistas temen que el aumento de los impuestos y los fletes de carga, pudieran afectar el consumo, y afectar la estimación de crecimiento del PIB.
En este sentido, los analistas consideran más realista un crecimiento del PIB entre el 5% y 6% para los próximos dos años.
En cuanto a los impuestos, el gobierno aspira simplificar el sistema, para crear un mejor ambiente impositivo para las empresas.
Relativo a la banca, el banco central aumentó las previsiones de la morosidad, los analistas consideran que pudieran afectar la capacidad crediticia de los bancos.
China, el gigante que se desacelera
China es el país más poblado del mundo y del grupo BRICS, con más de 1.350 millones de habitantes. Su apertura a la economía de mercado, ha sido gradual en los últimos 25 años.
En el 2014, experimentó un crecimiento del PIB del 7,4%, el más bajo en 24 años. Se estima que en el 2015, su economía crezca a una tasa anual de menos del 7%.
A pesar del alto índice de crecimiento del PIB, se considera que la desaceleración de la economía muestra un cuadro de debilidad económica de China.
Durante el 2015, el índice industrial manufacturero (PMI) se ha mostrado estable en el orden de los 50 puntos. En tanto, el PMI no manufacturero, ha declinado en lo que va de año.
En cuanto a las medidas adoptadas por el gobierno, los indicadores confirman que el recorte de las tasas de interés no está funcionando.
Dadas las dimensiones del mercado chino, su desaceleración es motivo de preocupación para la economía mundial, especialmente, para las otras economías emergentes que sin principalmente productores de materias primas.
Los analistas consideran, que el estancamiento de la producción manufacturera china, es producto a los excesos de la industria. Así como también, por cierres de industrias en la ciudad industrial de Dougguan; la baja en la productividad o eficiencia interna y debilidad en los mercados emergentes.
Sin embargo, las autoridades chinas (conscientes de que su fortaleza económica se asienta en las exportaciones) emprendieron en el 2015 una fuerte ofensiva diplomática en los países de Latinoamérica. Esto con el fin de incrementar sus exportaciones. Lo que no ha pasado desapercibido para los Estados Unidos y la Unión Europea, que han iniciado ofensivas propias.
Suráfrica, la menos conocida
Suráfrica fue el último país que se incorporó al grupo BRICS. Con poco más de 52 millones de habitantes, es el más pequeño, su economía es mixta con significativos programas sociales, y muestra el más alto desempleo del grupo, con 26%.
En la actualidad, las autoridades surafricanas están preocupados por la inflación estiman que se les avecina. Además, los costos de los servicios están en aumento, y el ambiente para atraer inversionistas está en declive. Lo que los analistas estiman pueda empujar a una devaluación a su signo monetario, el Rand.
Desde enero del 2014, el Rand se devaluado un 13% frente al dólar.
En cuanto a la inflación, esta bajó con la caída de los precios del petróleo, aunque con el aumento de los servicios como la electricidad, ha venido incrementándose y se prevé que aumente a cerca del 4,6% anual.
Con el aumento de la inflación, ha caído el crecimiento económico. En el reciente trimestre, el PIB cayó -1,3%. Una tendencia a la baja desde el 2010.
“Las autoridades creen que la demanda doméstica se mantendrá débil al aumentar la inflación, que pesa sobre el poder de compra tanto de empresas como de los consumidores”, apreció a finales de mayo el analista Andrew Sachais.
“La economía de Suráfrica está dirigida en la dirección errónea, lo cual pesa sobre su moneda. Las tasa de interés se mantienen estables, pero pudieran aumentar en los próximos para recortar la creciente inflación. Más aún, elevar las tasas de interés pudiera afectar el crecimiento económico, mientras la creciente inflación está pensado sobre la el poder de compra. Con las excepciones que rodean a la economía surafricana, su moneda pudiera debilitarse en los próximos meses”, agregó Sachais.
Con información de Rayman Partners, Andrew Sachais, y Trading Economics.