Eros Ramazzotti: «Perfecto no hay nada»
Mucho se abusa de la muletilla «perfecto», tanto en Italia como en el resto del mundo, pero «perfecto no hay nada», opina Eros Ramazzotti, al explicar las razones que le han llevado a escoger esa palabra para titular el decimotercer disco de estudio de su carrera.
«Va todo mal, pero se dice que todo es perfecto, así que el título es irónico en ese sentido. Creo que es importante que cada uno de nosotros haga algo para que esto vaya mejor», dijo el músico este lunes durante una entrevista con Efe en Madrid, como crítica al ambiente político-social que impera.
En este nuevo trabajo, «Perfecto» (Universal Music), que se publica mañana en todo el mundo, Ramazzotti insiste en elaborar «los discos de una forma más fina y precisa» cada vez, sin importar la sombra de clásicos como «Si bastasen un par de canciones», «Completamente enamorados» o «Cosas de la vida».
De todas ellas, opina que «La cosa más bella» es la que más ha marcado su carrera y, por tanto, la que está más cerca de esa consideración de canción perfecta, razón por la que siempre la deja para el final de sus conciertos.
Con 65 millones de copias vendidas de sus discos, dos victorias en el festival de Sanremo y colaboraciones con artistas de la talla de Joe Cocker y Tina Turner, se puede decir que su carrera ha sido, como uno de sus primeros éxitos, «Una historia importante», «single» del que se cumplen 30 años.
«A lo largo de mi trayectoria no ha existido un cambio, sino una evolución en la manera de sentir y de hacer las canciones, pero no algo radical. El público me ha permitido todos estos años el transformarme y continuar abriendo nuevos horizontes», afirmó.
En «Perfecto» añade a su faceta de cantante melódico pop el influjo del folk y el «country» estadounidense en el primer sencillo, «Al fin del mundo».
«Practicamente, nací con una guitarra en la mano y siempre he escuchado a músicos de ‘blues’, que están muy cercanos a mi forma de sentir. Luego me dediqué al pop, pero evidentemente todas esas influencias del pasado estaban ahí y han hecho de la mezcla de estilos mi marca de fábrica», opina el italiano, que cita al australiano Tommy Emmanuel como su guitarrista favorito.
De hecho, como viene haciendo desde los años noventa, en la grabación del álbum han colaborado una gran nómina de músicos americanos de primer nivel aunando esos «dos mundos» que dicen conformar su idiosincrasia artística.
Así encontramos al batería Vinnie Colaiuta, colaborador de Joni Mitchell o Leonard Cohen entre otros, y al guitarrista Michael Landau, que trabajó a las órdenes de Michael Jackson y Miles Davis, en una producción que ha corrido a su cargo, en conjunción con Claudio Guidetti, entre Los Ángeles, Milán y Roma.
Ramazzotti, que sigue sin soltarse con el castellano durante las entrevistas, cumple también 30 años cantando en este idioma, desde la publicación de «Almas rebeldes» en 1985.
«El español es el idioma que más se asemeja al italiano y no solamente me gusta, sino que me permite expresarme muy bien, sobre todo al hablar del amor, porque es muy dulce», dice.
Entre los temas nuevos, destaca uno titulado «Tras 20 años», dedicado a su hijo pequeño, Gabrio Tullio, el tercero, que se llevará 19 años con Aurora, la mayor, a la que dedicó una de sus canciones más famosas y que ha empezado a mostrar inclinaciones artísticas.
«Su destino dependerá de ella; el papel de los padres es pasarles valores como el respeto a los demás», considera Ramazzotti.