SSXXI en la Plaza Altamira
Es oportuno montarse en la onda de la libertad. Es lo del día. Es el momento
coyuntural. Que más sino la meta de la revolución. Libertad en todos los
sentidos. Acaso puede haber un nivel mayor de libertad que eso de transferir
el poder a las comunidades organizadas (por ejemplo, consejos comunales,
asambleas de ciudadanos, gobiernos comunitarios). O máximo, entregar un
canal de televisión de servicio público a los productores independientes (el
gobierno por vía de sus entes financieros está llamando a presentar
proyectos a todos los venezolanos con vocación de producir lo más creativo
de su talento). Pero, además, no podemos dejar de mencionar como paradigma
de libertad la discrecionalidad de hablar mal quien quiera hacerlo,
abiertamente, cuando se le antoje por todos los rincones del país, digo,
hablar mal del Presidente de la República (como lo hace Globovisión,
emisoras de la red privada, medios impresos, marchas opositoras y un
mayúsculo etcétera). De qué libertad habla la corriente adversa al Proceso
Revolucionario. Creo más bien que ellos se refieren, ante su difuso concepto
de libertad, a su desacuerdo con un nuevo sistema político que busca generar
una nueva cultura, meta alcanzable en progresivos y concretos tiempos del
proceso revolucionario. Nuestro modelo bolivariano va en la dirección de
hacer llegar la utopía y materializar los sueños por generar un nuevo ser.
La libertad de ellos, la que pueden definir como tal, si es que existe un
fundamento teórico que se los permita, no tiene nada que ver con la
categoría creada por los padres del conocimiento, los sabios talentosos del
pensamiento crítico y agudo de la antigüedad. Elaboraciones que siguen
vigentes en la era de la globalización, cibernética y tecnología
aeroespacial. No obstante, aunque aceptemos que su protesta no se mezcla con
la conspiración en marcha por aniquilar el Proceso, aunque los asumamos con
base en la buena voluntad que ellos pregonan, aún así su reclamo no es por
libertad.
Pasa entonces el análisis de su comportamiento al contorno de la incultura.
Al negar su inclusión en planes desestabilizadores lo que queda es concluir
que no manejan categorías universales, ni siquiera domésticas. Ignoran los
propósitos básicos de lo que es este Proceso, su conceptualización teórica,
los objetivos de la Revolución y, más sencillo aún, no tienen la menor idea
de las metas alcanzadas en estos años de gobierno, respaldadas por las
estadísticas macroeconómicas de las cuentas de la nación. Hecho reconocido
mundialmente por las organizaciones especializadas en este campo especifico.
Se me ocurre por lo tanto, atendiendo esta verdad incuestionable y dado el
hecho tangible que los estudiantes emplean en las protestas muletillas
propagandísticas en lugar de conceptos y emiten gritos por juicios, creo que
es un deber como docente y revolucionario convocar a estos alumnos de la
educación superior para un seminario sobre la Revolución, el SSXXI y las
perspectivas de un nuevo modo de interpretar el mundo y la vida. El
seminario lo haremos en la Plaza Altamira, justo lugar en la coyuntura de
hoy para demostrar su consecuencia con la libertad. Evento que denominaremos
³la energía morfogenética del ser humano y su acción transformadora². Serán
sus objetivos: (i) analizar la concepción teórica de la fuerza A,B como
factor de transformación humana; (ii) los vectores espirituales y racionales
de la energía morfogenética; (iii) la revolución en el Siglo XXI y la
conversión de su acción política en fuerza centrifugadora; y, (iv) el
cambio de estructura para bien del pueblo.
Este seminario lo podremos desarrollar en dos sesiones nocturnas, durante
dos días seguidos, en este mes de junio. A tal efecto, he comenzado a
tramitar ante la Alcaldía de Chacao aclaro, la Plaza Altamira es un espacio
de la capital de la República que nos pertenece a todos y, con base en la
libertad que exige el adversario al Proceso, demando la mía para cumplir un
ejercicio didáctico en ese lugar– convoco a los vecinos de las
urbanizaciones cercanas a la plaza, a los estudiantes que sientan necesidad
de desarrollar sus conocimientos sobre el Proceso, a los que protestan de
manera radical, a los profesores que estén convencidos que la Revolución no
satisface a los pueblos y a todos los revolucionarios que quieran aportar
sus ideas para ilustrar a quienes rechazan al SSXXI, a todos los convoco
para este seminario cuya fecha se las haré saber una vez que obtenga los
permisos respectivos.