Guillermo y Catalina se preparan para recibir a segundo hijo
El príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono del Reino Unido, y su esposa Catalina se preparan para el inminente nacimiento de su segundo hijo, cuyo sexo se desconoce y que podría venir al mundo este fin de semana.
La pareja, cuyo primogénito, el príncipe Jorge, cumplirá dos años en julio, se ha instalado en el palacio de Kensington, su residencia oficial en Londres, a la espera del momento del parto, que, según la prensa, sería a partir de mañana, cuando teóricamente la madre sale de cuentas.
Desde su apartamento 1A del palacio, Guillermo, de 32 años, y Catalina, de 33, tienen tan solo unos minutos en coche hasta llegar al ala privada del hospital St. Mary’s, donde Catalina ya dio a luz al príncipe Jorge, tercero en la línea de sucesión, el 22 de julio de 2013.
Los representantes de la familia real han organizado un dispositivo para la prensa, que no puede acudir al hospital hasta que se anuncie el ingreso de la duquesa, cuando la Policía cortará al tráfico las calles colindantes.
Guillermo, que trabaja como piloto para el servicio aéreo de ambulancias East Anglian Air Ambulance, ha comenzado ya, algo antes de lo previsto, su permiso de paternidad de seis semanas sin paga, a fin de estar al lado de su esposa cuando ésta empiece con las contracciones.
Antes de instalarse en Londres, la joven familia pasó unos días en su casa campestre de Anmer Hall, situada dentro de la finca de Sandringham de la reina Isabel II, en el tranquilo condado de Norfolk (este de Inglaterra).
En esa mansión, que les regaló la soberana, se espera que vivan cuando nazca su segundo bebé, que será cuarto -o cuarta, si es una niña- en la línea de sucesión al trono y quinto bisnieto de la soberana.
El príncipe Enrique, que ha pasado unas semanas de instrucción con el Ejército australiano, también está de regreso a la espera de volver a ser tío y este domingo entregará los premios en el maratón de Londres.
A diferencia de la expectación que rodeó el nacimiento de Jorge, por ser el primogénito y consolidar la sucesión, la venida al mundo de su hermano o hermana menor no ha conseguido desbancar el interés informativo que suscita en el Reino Unido la campaña electoral.
Con unas reñidas elecciones generales previstas el 7 de mayo, solo ahora, cuando el parto se prevé inminente, empieza la prensa a engrasar la maquinaria para cubrir el alumbramiento del nuevo bebé, que la pareja pretende gestionar con más discreción y eficiencia para evitar el acoso mediático de 2013.
En la calle, apenas se percibe de momento anticipación ante la llegada del pequeño y pocas tiendas exhiben objetos conmemorativos, si bien la fundación que gestiona la Colección Real ha anunciado que pondrá a la venta piezas de porcelana, mientras que también se espera una moneda de cinco libras de recuerdo.
No obstante, el diseño de estos y otros «souvenirs» no se dará a conocer hasta después del parto, cuando se confirmen el sexo y el nombre del recién nacido.
El Centro para la Investigación del Comercio Minorista calcula que este nacimiento comportará unos beneficios para las tiendas de unos 60 millones de libras (83 millones de euros), muy inferiores a los 247 millones de libras (343 millones de euros) ingresados en dos meses con la llegada del príncipe Jorge.
«No es un acontecimiento tan destacado cuando tienes un segundo bebé. Creo que se notará en las ventas de ‘prosecco’ y champagne y pastel, pero no mucho más que eso», ha declarado el director de la organización, Joshua Bamfield.
Lo que sí se espera es un efecto más a largo plazo, como el que tienen la propia Catalina y el príncipe Jorge en las ventas de ropa, pues suelen agotarse en las tiendas los modelos que ambos lucen.
Aunque la incógnita precede el nacimiento de este bebé, ello no impide a los británicos, muy aficionados a las quinielas, apostar por su sexo -un 83 % piensa que será niña- y su nombre.
Así, los favoritos si es barón son Jaime, Arturo, Alejandro o Alberto, mientras que si es niña se puja por Alicia, Carlota o Isabel.