Lo tumbará la chequera y el plebiscito
El ingreso nacional es monopolizado en su control por el Estado chavista. Petróleo e impuestos generan una masa anual superior a los 110 billones de Bolívares, que permiten al gobierno detentar un inmenso poder de arbitraje, manipulación y corrupción. Pero el destino final del grueso de esos inmensos recursos, es la apropiación privada por parte de los burócratas rojos, convertidos en clase capitalista originada en el peculado.
Esa es la cualidad y diferencia esencial con cualquier otro proceso histórico, para evitar concebir nuestra realidad actual, ni tampoco la futura inmediata del país, como la de un Estado Comunista. La burguesía roja ya nació y lo evitará como a la peste, con tanta o mas resistencia que nosotros.
El totalitarismo concebido como el conocido en las sociedades del “socialismo real” (URSS, Cuba) o fascistas (España Franquista), no tiene el menor chance de establecerse en Venezuela.
Si Chávez intentara dar pasos firmes para marchar a uno u otro modelo, o a combinaciones truculentas de ambos, encontrará hasta entre los que hoy aplauden, una tenaz resistencia e incluso la rebelión del país, contra ese cometido antihistórico y contrario al ser nacional.
Es cierto que el modelo totalitario vive en la concepción ideológica y en los planes del presidente y sus fanáticos conmilitones, que proclaman diariamente sus empeños pero imponerlos es otra vaina.
Muchas instituciones han sido ya moldeadas para ejercer ese poder totalitario, pero la verdad cotidiana es que el país esta a espalda de sus ejecutorias artificiosas, folclóricas y autodeterminadas en un mundo casi aparte de ese estamento “oficialista” , separado de la vida común del grueso del país, que vive en paralelo.
La casta dirigencial del chavismo como clase capitalista roja tiene intereses generales comunes, pero la naturaleza social, tomados cada uno de sus miembros en particular, es la de gestores anarquizados de acciones individualistas, para requerir más riqueza y para un usufructo también separado individualmente, del colectivo ideológico al que dicen pertenecer.
Expliquémonos con un ejemplo sencillo: el miembro del Comité Central del PC cubano tiene una limusina especial de lujo asignada, con chofer y escoltas, vive en residencias de lujo con un cuerpo de sirvientes, pagados todos por el presupuesto del estado, ganan un sueldo de burócratas prósperos muy superior al resto de los habitantes y se las ingenian para tener muchos dólares, con lo que consumen en tiendas especiales de artículos importados, donde se paga con divisas…
¡¡ Pero así es aquí !! , podría interrumpirme cualquier lector… “usted está usted describiendo a un ministro o a un general chavista”…
Espere amigo…pero, si por cualquier falta u ojeriza de algún nuevo superior, ese burócrata acomodado pierde TODO ¿queda en la calle?…¿ Es igual que aquí?
No definitivamente NO.
Allá pierde todo, aquí sigue siendo boliburgués.
Es cierto que, por ejemplo, Aristóbulo ya no podrá tener las colosales comisiones de las empresas de seguros, contratados por SU Ministerio de Educación todos estos años… PERO… Aristóbulo quedó buchón y si “no es pendejo” además de todo el nuevo confort logrado, para él y su familia, “yate incluido” según sus detractores del gobierno, tuvo que haber ya invertido su “capital”, logrado tras serios “esfuerzos revolucionarios” todos estos años.
ESA ES la diferencia de régimen económico social. El burócrata cubano puede perder hasta el pescuezo al caer en desgracia (caso del general Ochoa). La salida del cargo casi siempre es una terrible calamidad. El chavista despojado de la gran teta, puede no solo seguir como millonario en dólares, sino agenciarse con sus amigos que quedaron dentro de las redes de corrupción, para continuar chupando, aunque sea por mampuesto.
Muchos se preguntarán ¿Por qué fastidio tanto con este tema y no concluyo llanamente que unos y otros son el mismo miasma y hay que erradicarlos?
Insisto amigos, porque se que son distintas las tareas políticas, la estrategia para erradicar este régimen y hasta las tácticas sencillas, que dependen de acertar en el diagnostico sobre la naturaleza social y política de las huestes del chavismo. Los Miquilenas cubanos se pudrieron en las cárceles o vieron marchitar sus años en el exilio eterno. Aquí hasta estuvieron y estarán en las grandes jugadas para dar finiquito al régimen que prohijaron.
Veámoslo desde otro ángulo. El empeño del “rosalismo” en querer justificar el acomodamiento al sistema electoral fraudulento del gobierno, encontró su chineco en repetir que hay que ir a los barrios a convencer al chavista, que Chávez es mal tipo, solo que hay que decirle que las misiones son buenas pero no tan buenas, que mejor que las misiones es una tarjeta negra para todos. Y el chavista dirá “¿pa`que me cambio si mi comandante me esta dando?”
Estos suicidas de Nuevo Tiempo y Primero Justicia, solo conciben para los venezolanos una larga estadía bajo la hegemonía política del chavismo, que, según aspiran, les dará espacios crecientes en el universo electoral, que tendrán que disputarles, a pesar de que Chávez pone de antemano, como el 15-08-2004 y el 3 D 2006, las cifras finales que le convengan para cada escrutinio.
Lo difícil para explicar las tácticas, frente a un régimen que siendo autoritario, hipercorrupto, despótico, militarista, fascistoide y cultor del totalitarismo en todas sus expresiones, es que al propio tiempo NO ES VERDAD que haya podido clausurar la expectativa de “salidas democráticas” para los grandes problemas nacionales.
De eso se agarran nuestros opositores para apostar al juego democrático modelo J.V. Rangel, allí se encontraran con los PODEMOS (MAS) y otros actores.
Nuestros querubines del NT y MPJ no entienden que el sistema electoral se hizo irreversiblemente fraudulento y esa “cualidad” es esencial para la permanencia del régimen.
No dije salidas electorales dije democráticas. La gente no sabe como se hará. Nadie se los propone. Discutámoslo entonces: HAY QUE DERROTAR EL PLEBISCITO DE LA REFORMA.
Dado el sistema electoral fraudulento no queda otra opción que el boicot, el boicot no es para ver los resultados por TV, es para provocar tal nivel abstención, que constatando la ridícula minoría que vote ese día, exijamos en la noche la renuncia del mandamás. Y si desconociera esa salida democrática, pues entonces que decrete su dictadura y ya veremos que hacemos con ella para derrotarla.
Los rosalistas, cometen el crimen de generar ilusiones en el electoralismo cuando quedó, avalado por ellos, otro fraude gigantesco.
Menos mal que ya pasada la desgracia de ver a estos venezolanos inclinarse ante el déspota, cosa que lamentamos, constatamos que el peso de esa posición oficialista ya no es importante, porque la misma les convirtió en ridículamente minoritarios. Sigo sin entender porque valiosos jóvenes fueron allí a suicidarse en primavera.
Las grandes tácticas, las únicas tareas importantes que tenemos en el horizonte inmediato, son dos de carácter defensivo que pueden devolver la gente a la calle pero para otra agenda.
Lucharemos contra el cierre de RCTV, para con ello defender la libertad de expresión y debemos mantener la lucha permanente por la libertad de los presos políticos civiles y militares.
Si el país entiende que ganar esas batallas constituyen puntos de quiebre del autoritarismo, podemos ganar la gran batalla estratégica, la de impedir un plebiscito fraudulento que apruebe la reforma constitucional dictatorial reeleccionista y fascista.
Estas tareas necesitan la gran unidad de todos y tiene la virtud de que pone a prueba la sinceridad de quienes, a pesar de sus graves equivocaciones, conservan el interés en no permitir la dictadura.
La intransigencia necesaria en el programa no puede conducirnos al sectarismo. Las puertas de la unidad de todos contra el pichón de dictador deben quedar abiertas.
A veces desespera ver que no se entienden estas cuestiones básicas. Y provoca poner ejemplos que rayen en el ridículo: vivimos en un país donde Carlos Ortega y Lapi, que eran presos emblemáticos del régimen, salieron, como pedro por su casa, por la puerta de sus prisiones. Y puedo jurar que quienes se lucraron con esas fugas, que celebro con carcajadas de regocijo, no sufrirán ninguna amarga represalia, mas allá de que tengan que devolver algunos billuyos a algunos abogados que agarrarán mangos bajitos por su defensa.
Una cosa es pelear contra una dictadura como la castrista, que este orate nuestro quisiera imitar, y otra muy distinta es ya suponer que logró imponernos una parecida.
La pregunta básica es ¿Y porqué entonces Chávez no trata de imponernos un régimen como el cubano?
Más de un apresurado simplista dirá:
“PERO ES QUE YA ESTAMOS EN UN REGIMEN COMO EL CASTRISTA”.
Y yo les diría ¿ves como es la vaina? ¡¡ No entienden!!
El estado castrista cubano es totalitario, el venezolano es un relajo autoritario. La base social de la burocracia venezolana es una manga de rufianes, llevándose para su casa hasta las pocetas de las oficinas públicas. Son saqueadores de oficio.
Las misiones fueron el recurso de Chávez para salirse del boicot directo de las ineficiencias y corruptelas de sus propios burócratas. Chávez los odia porque roban a manos llenas y los reales no llegan abajo como él quisiera, para que tales fondos tengan un uso aun más utilitario, para que le aplaudan con ganas y no se le vengan encima, como ocurre, con la avalancha de irritaciones por las carencias nacidas de lo que faltó, porque se lo robaron sus revolucionarios.
Esos manganzones disfrazados de rojo que viven de aplauso en aplauso al mandamás, invierten la mitad de su tiempo es esas idas y venidas y la otra mitad planeando que carajo se roban y como montar los guisos.
La personificación mas acabada de ese tipo de burócrata es el propio Chávez uno de los presidentes mas caros del mundo, con un nivel de despilfarro faraónico. Para cínico búsquenlo sin embargo, porque ahora vive de prédica en prédica sobre la pobreza.
Quizá no se ha dado cuenta que también en eso lo imitan.
Mientras más ladrón es el burócrata mas roja rojita exhibe su fraseología socialista y mas oculta sus millones mal habidos.
Decíamos al principio que los chavistas en sus segmentos dirigentes (unos 50.000) han constituido una casta prospera de nuevos ricos, cimentada en sus afinidades políticas y en las bases de sustentación clientelares (unos dos millones) muy numerosa, pero con un comportamiento que no es el de una casta cerrada, como la burocracia cubana, sino con hábitos de miembros individualizados de una clase propietaria, cada cual con sus planes personales de existencia y fines.
Esa casta de ricos está cada vez mas separada socialmente de la clientela pobre, a la que se le manipula con el ideario igualitarista, pero que sabe distinguir perfectamente a honestos de impostores.
Quizá a algunos les asombre saber, pero es cierto, que el pueblo llano tiene una percepción acabada, en sus grandes mayorías, sobre que está dirigido por malandros y aprovechadores. ESA ES LA TUMBA DEL CHAVISMO. Por eso Chávez la agarró ese tema y no lo suelta, porque sabe que se los lleva el diablo al menor incidente de quiebra del régimen.
La corrupción que genera exclusivos millonarios y elitescos chavistas de primera y masivamente chavistas de tercera pobres, como eran siempre, como los demás del sector “E” que agrupa ya el 50% de los venezolanos, terminarán por hacer explosiva la situación política e insostenible el plan dictatorial.
No importa que el país siga nadando en divisas petroleras, la diferenciación social entre los “revolucionarios”, agrupados según sus oportunidades en este capitalismo delincuencial, se llevará por delante este experimento que solo tuvo como beneficiarios a los que se hicieron ricos con el, al estado chulo castrista, y a los vivarachos de otros países que le agarraron la caída al orate, calentándole la oreja como líder mundial, para ponerle a hacer cheques que le faltarán aquí para apaciguar el hambre que viene. Ya es tarde, el mandamás enloquecido en la banalidad de su poder, firmando esa chequera perderá el poder.