El Directorio Popular Alternativo
El Directorio Popular Alternativo nace en febrero 2007 para ocupar el espacio político de centro democrático en el país. Lo solicita nuestra seriedad política, debemos ocupar ese lugar por todos deseado pero del que nadie hace uso. La democracia se merece pluralidad y participación, sin nosotros muchos quedan fuera.
Nos hemos unido militantes y dirigentes de los partidos nacionales Movimiento Republicano, Visión Emergente, Movimiento Laborista, Fuerza Liberal y Solidaridad Independiente; y llegamos para realizar este proyecto afirmativo en común y con la activa tarea de sumar individualidades, grupos organizados de la sociedad civil y partidos que se sientan identificados con nosotros.
Somos repuesta al qué podemos hacer nosotros por nuestros conciudadanos y entendiendo la política como el arte de hacer posible lo necesario. Contamos con la necesidad en la política de un equipo como el que formamos, capaz de ejercer una voz responsable entre la crispación cotidiana. La sociedad y los propios dirigentes políticos reclaman un verdadero proceso de transición para mejorar nuestra sociedad desde la justicia que encontraremos en el consenso y en la honestidad política.
Somos una alternativa unitaria, con una identidad propia, con una vinculación al pasado propia de los orígenes de cualquier proyecto, pero sin los avatares de la historia que habían dado lugar a esos umbrales. Debemos proseguir un proceso continuo de reflexión y de debate político que acepte el desafío de las demandas reales de nuestra sociedad que ha visto desfilar espectros fantasiosos y voraces detentando el poder y cobrando su precio.
Quienes constituimos este propósito, demostramos que a pesar de los muchas circunstancias sufridas a lo largo de este tiempo; como la venta y desfiguración de una historia política, la subasta de siglas al mejor postor, los fracasos electorales, el escasísimo financiamiento, las tendencias hegemónicas de algunos; seguimos luchando con ilusión y con ganas de aportar ideas a la política venezolana y profundizar el pensamiento político de cara al futuro con un proyecto que tiene su base en identificar los problemas que preocupan realmente a la sociedad venezolana.
Sabemos perfectamente que se deben cambiar las estructuras existentes, que dan lugar a un modelo de Estado que no satisface a los ciudadanos, unos reglamentos electorales fuera del espíritu de la ley marco, que generan dudas razonables y castigan injustamente a los partidos nacionales y privilegia inconstitucionalmente a las organizaciones regionales con cálculos numéricos, siempre provisionales, de disímil procedencia. Debemos cambiar un modelo de Estado que concentra en las mismas manos todos los poderes e impide que el poder Judicial actúe de forma independiente. Debemos luchar por un Estado Limitado y un País de Propietarios.
Defenderemos el poder de la sociedad civil sobre el aparato del Estado y conseguiremos que la igualdad de oportunidades sustituya al igualitarismo engañoso que pretende los neopopulistas y al conservadurismo en que se atrincheran los que no saben como proyectar sus logros.
El Directorio Popular Alternativo propugna la libertad del individuo como principio fundamental de toda actuación pues es el individuo quien genera colectivos, y no al revés. Por ello debe afirmarse la supremacía de la sociedad civil sobre el aparato del estado y las necesidades del ciudadano antes que las necesidades del territorio, así como la eficacia en la gestión antes que la postura ideológica. Entendemos al diálogo, el equilibrio y la tolerancia como armas políticas fundamentales.
Estamos obligados a luchar, sobre el respeto a todas las demás opciones, contra la dispersión del voto y del sufragio castigo para que no se conviertan en un factor de impedimento para la consecución de la representación en las instituciones y operen como un factor en contra de los intereses de toda la sociedad venezolana.
Criticamos las posiciones ideológicas que se configuran como una interpretación completa, cerrada, omnicomprensiva y definitiva de la realidad social e histórica. Es ahí donde debe encontrarse el consenso básico que defina el nuevo espacio político y que posibilite nuevos avances y nuevas conquistas para la vida política. Y el elemento básico de ese consenso está en la dignidad de los individuos.
El reencuentro necesario con las realidades individuales de la gente empieza por el reconocimiento de lo que no son más que prejuicios, para poder liberarnos de las hipotecas ideológicas y apostar por valores que nunca debieron dejar de ser comunes.
Buscamos soluciones concretas para los problemas específicos que cada sector, grupo, y entidad tengan en cada preciso momento. Por eso, puede decirse que el centro democrático no es una posición ideológica estática, sino que implica una permanente adaptación al dinamismo de la sociedad.
El trípode necesario para sostener nuestro proyecto político esta determinado por la buena preparación profesional, la capacidad de diálogo y el respeto a las normas éticas. Sobre esta triple realidad debe abordarse una política que tiene entre sus primeras exigencias la eficiencia. Las políticas exitosas son políticas de resultados evaluables. La eficacia significa buscar resultados efectivos, con el mínimo costo.
Los programas de ayuda social impulsados por el Estado nunca pueden tener la característica de obsequios sin resultados de progreso, más bien deben favorecer el desarrollo, la manifestación de progreso, el despertar de las energías y capacidades posiblemente veladas en los sectores a los cuales van dirigidos, para generar iniciativas individuales y colectivas. Deben ser ajenos a la tentación de distribuir una determinada ideología. Las políticas de centro democrático se dirigen al conjunto de la sociedad con espíritu libertario, y cuando están verdaderamente equilibradas, son capaces de concitar a la mayoría social que sitúan la libertad, la tolerancia y la solidaridad entre sus valores preferentes, y por encima de cualquier clase de dogmatismo.
La madurez democrática de una sociedad, pasa necesariamente por la riqueza y pluralidad informativa que deben caracterizarse por su estricta neutralidad informativa en lo que acondicionamiento de la independencia de los medios informativos se refiere, y por la defensa y promoción de la pluralidad informativa real, velando por el mantenimiento de las condiciones de competencia. Sólo una sociedad informada puede ser libre. La democratización de la vida política exige el libre acceso a fuentes plurales de información. Concebimos las ideas como instrumentos para una mejor comprensión de nuestra propia realidad y los medios de comunicación como el vehículo trasmisor de las mismas. Algunas reformas, las que afectan a la cultura democrática, sólo son posibles desde este presupuesto.
Por lo tanto, también sigue siendo necesario hoy día hacer política afirmativa de centro democrático, en busca del bienestar en libertad, porque es preferible compatibilizar impulsos en un programa de desarrollo sistémico y coherente en la búsqueda de la síntesis necesaria entre tesis contrapuestas. Hay que hacer política de centro democrático porque es el punto medio entre el inmovilismo y el radicalismo, ambos irresponsables e insensatos. La diversidad de las características de la población y de los distintos tramos de edades plantea una complicada trama de relaciones que requiere una destreza política menos simplista y más eficiente, eficaz y efectiva.
Gestionaremos, y ya lo estamos haciendo, la participación de quienes con mentalidad equilibrada e innovadora quieran acompañar este proyecto que lucha por una democracia real para nuestro país. Estamos dispuestos a sumarnos a quienes en sintonía con la realidad procuren este mismo objetivo.