Oposición vs. Oposición
«En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a
uno [.1]”. – Konrad Adenauer
La oposición venezolana (40% del electorado), no ha logrado elaborar
una estrategia política que sea capaz de hacerle frente al gobierno
del presidente Hugo Chávez, quien como militar ha usado estrategias y
tácticas que han logrado dividir, no solamente a sus adversarios
(«enemigos del régimen»), sino que también a sus partidarios cuando
éstos se toman muy en serio lo de democracia participativa.
Una de las posiciones que se le critica a la oposición y, que por
cierto, las hace el mismo líder de ella, el ex candidato presidencial
y actual gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, es que los
oposicionistas son personajes de ideas fijas y completamente
mediáticos. «Le tienen miedo a aparecer por los barrios», dijo Rosales
en una visita a Maracay, capital del estado Aragua.
El gobierno central ha tomado varias medidas que benefician al pueblo,
las cuales en lugar de ser apoyadas, aplaudidas, mejoradas, por la
oposición, son atacadas inmisericordemente. Por ejemplo, este gobierno
ha otorgado pensiones de vejez a la mayoría de la población de la
tercera edad que no tenía, legalmente hablando, derecho ni acceso a
ellas. Esto debería ser aplaudido por la oposición criticando si dos
cosas importantes, para que el gobierno las corrija: 1.- el plazo
otorgado para completar las imposiciones fue muy corto, lo cual dejó
fuera a muchos ancianos y ancianas y la cantidad de pensionados
desbordó a la burocracia del Instituto Venezolano de los Seguros
Sociales, la cual, como toda la burocracia d este gobierno, fue
incapaz de agilizar las aprobaciones y entrega de las pensiones. La
oposición, debería felicitar al gobierno por su gesto y pedirle una
ampliación en el plazo de inscripción y el pago de las cuotas, por
parte del Estado, a aquellas personas que no están en capacidad de
hacerlo. Eso, sería hacer oposición de verdad. 2.- La oposición,
debería sugerirle al gobierno que la pensión de vejez, que es de cerca
de 250 dólares, debe ir acompañada de la llamada «cesta ticket[.2] «,
con el fin de equiparar, verdaderamente, la pensión con el salario
mínimo.
Por otro lado, el gobierno de Chávez, al parecer escuchó el malestar
de la población por la continua alza de precios, especulación y
acaparamiento de productos básicos alimenticios y, el Vicepresidente
de la República, Jorge Rodríguez (ex Presidente de Consejo Nacional
Electoral), anunció la eliminación del Impuesto Al Valor Agregado –
IVA – a la carne de bovino, cerdo, mayonesa, avena y los alimentos
declarados como de primera necesidad y también para quesos blancos y
blandos», advirtiendo «que es en todos los pasos de la cadena».
También señaló que se eliminará el IVA al transporte terrestre que se
había establecido un subsidio para el algodón, caña de azúcar, sorgo y
arroz que «se pagará este mismo mes de febrero y contará con la firma
de un documento de compromiso entre las partes, gobierno- productores,
para que se controle los precios a nivel del consumidor». ¿Cuál fue la
reacción de la oposición ante estos anuncios? Salieron a la palestra
pública, los mismos de siempre «a robarse las cámaras» como se dice en
el argot periodístico y a decir que las medidas eran populistas y
demagógicas. ¿Cuál debería haber sido la posición? Aplaudir las
medidas del gobierno recordándole, lo que ingeniosamente hizo un par
de días después el nuevo ministro de Finanzas Rodrigo Cabezas, quien
aseguró que la clase media no pagaría más impuestos, reconociendo que
el IVA era un impuesto regresivo y «de los más injustos». En otras
palabras, Cabezas se adelantó a la oposición en ese planteamiento. En
efecto, el artículo 316 de la tan poco respetada Constitución de la
república Bolivariana de Venezuela, establece que «el sistema
tributario atenderá al principio de la progresividad»; es decir, quien
tiene más paga más y no como el IVA, que es un impuesto no solamente
regresivo, sino que también «confiscatorio» y que es también pagado en
«servicios Personales», lo cual está expresamente prohibido por la
Constitución.
Ante esto, la oposición debería aplaudir al ministro Cabezas, por
reconocer lo inconstitucional del IVA y recordarle y presionarlo, así
como pedir al pueblo, se movilice para acabar de una vez por todas con
tan impopular tributo. Pero, Cabezas no solamente anunció las medidas
del IVA; también aseguró que habría un incremento en los cupos de
dólares en tarjetas de crédito, en efectivo para viajeros y compras
por Internet, elevando el monto de US.$ 4.000 a US.$ 5.000, lo cual de
alguna manera alivia a los viajeros, en especial a estudiantes y
ejecutivos, que muchas veces deben recurrir al mercado negro para
obtener las divisas extranjeras.
Por otra parte, ante el descontento popular, los ministros de
Comercio, Maria Cristina Iglesias y de Agricultura y Tierra, Elías
Jaua anunciaron nuevos precios de los productos de la cesta básica,
así como de los cortes de carnes de res y de pollo vigentes, leche en
polvo y huevos de gallina, luego de las exenciones del IVA anunciados
por el ministerio de finanzas. Iglesia anunció la disminución de los
precios de los cortes de carne y de pollo, en todas sus variedades, la
leche en polvo, los huevos de gallina e instó a la cadena de
comercialización a respetar estos precios, y en particular a los
detallistas a respetarlos, porque son estos últimos los que están más
cercanos al consumidor.
Ante esto la oposición tampoco ha reaccionado. De inmediato se deben
crear asociaciones de vecinos y/o de otro tipo, que colaboren en el
control de los precios anunciados, los cuales, según el gobierno
fueron acordados con los gremios productores. Siendo esto así, la
cadena de distribución y venta de los productos no tendría por que
especular con los precios, los cuales, aumentaron sólo en 2006 en más
de un 37% para los productos alimenticios básicos, lo cual es
considerado como uno de los procesos inflacionarios más altos del
mundo.
Otro anuncio que hizo el gobierno, es el del alza de la gasolina, la
cual tiene un precio de 4 centavos de dólar el litro, lo cual no
solamente es ridículo sino que también le hace perder miles de
millones al Estado. El dinero del subsidio a la gasolina, que debería
costar no menos de 50 centavos de dólar el litro, debería usarse para
el ahorro, la expansión de la energía eléctrica que falla todos los
días y para la construcción de viviendas, de las cuales hay una
carencia de 2,5 millones de unidades. La oposición, en general,
ciegamente ha atacado el alza del precio de la gasolina y, al parecer,
el gobierno tiene miedo de llevarla a cabo. Ante esto, la oposición
debería apoyar el alza pero, estableciendo el uso del ahorro generado.
En consecuencia, la oposición venezolana debe ponerse pantalones
largos y no debe actuar ante las provocaciones que surgen día a día
tanto de sectores fascistas de derecha como de sectores fascistas de
izquierda. Deben entender, de una vez por todas, que para hacer
oposición hay que ganarse al pueblo para lo cual es necesario educarlo
en torno a las políticas económicas y de cómo estas los afecta. La
verdad verdadera es que al pueblo no le importa un comino si sube o
baja el petróleo, si estamos o no estamos en contra o a favor de la
guerra de Irak. Lo que le interesa al pueblo es que se creen fuentes
de trabajo, se construyan viviendas y funciones los servicios
públicos.