Presidente Chávez: ¿qué es fraude?
Han pasado por las academias militares de Venezuela tantos teóricos, teólogos, belicistas, historiadores, razonadores, politólogos, juristas judicialistas y justicieros, desarrollistas, educadores, catedráticos honoris causa, ambientalistas, economistas, músicos, poetas, reencarnados, ilusionistas, magos y pare de contar especialidades, todos cual mas vanguardista y hábil en la empírica, que luego de mas de medio siglo de experimento académico, lograron consolidar un cartabón curricular profesional, que con el mas reciente experimento tiende a orientarlo hacia el mas moderno y exacto perfil del profesional nacionalista y guía social, que se quiere plasmar como el venezolano culto y educado.
A la luz del indefinido “proceso”, no es necesario incursionar en otros centros de estudios, toda vez que por obra y gracia del iluso ideario “bolivariano”, se encontró solución a la deficiencia académica universitaria y se ha dado vida a la escuela peripatética patrocinadora de la nueva visión del mundo, correctora de los grandes filósofos de los milenios anteriores y después de Cristo.
Pronto podremos demostrar la cuadratura del círculo y la distancia mas corta que la línea recta entre dos puntos. Como van las cosas, pareciera que ya casi demostramos la innecesaria existencia del capital y lo absurdo y dañino de la moneda. ¡Qué pícaros son los bancos que cobran a quien da su dinero en custodia y les permite su uso! Veamos si son capaces de intervenir en las operaciones de trueque. Pronto así, lograremos corregir la corrupción, ya que sería imposible que los ministros, directores, jefes de misiones y cualquier funcionario público, pueda cargar mas de un camión de topochos sin que pasen desapercibidos, como lo son hoy los fajos de billetes de bolívares y dólares en cajas de zapatos, que en cualquier maleta de un 4 x 4, con una sola vez es suficiente para cobrar por su cuota “revolucionaria”
Preguntamos al Presidente ¿Hay o no fraude en este planteamiento? Y de haberlo, ¿Está en el contenido de lo planteado, o está en la mente de quien lo expone? En todo lo expuesto se le vincula quiéralo o no, porque en su gobierno parecieran reflejarse estos hechos como verdades de Perogrullo.
Usted juró “…defender la Patria y sus Instituciones hasta perder la vida si fuere necesario y no abandonar jamás a sus superiores”. Lamentablemente, el 4 de febrero de 1992 usted, no solo abandonó a sus superiores, sino que los traicionó al insurgir contra ellos y contra un régimen de gobierno legítimo y legalmente establecido, cometiendo el delito de rebelión militar. Esto, Presidente es un fraude al juramento que hizo ante Dios y la Patria en presencia de la Bandera.
Por su acción, ocurrieron muchas muertes de personas inocentes, que al contrario de su acto, ofrendaron sus vidas para no defraudar su juramento. Sin embargo, usted fue absuelto por un Presidente benévolo y no pagó por los delitos cometidos. Hoy, a los tantos presos políticos que mantiene en reclusión, unos juzgados y otros sentenciados por hechos que no cuadran en los tipos delictivos, usted y otros personeros del gobierno, “autónomos” o no, quieren exigirles que pidan perdón para devolverles la justa libertad. Perdón que usted con su “por ahora” nunca pidió porque consideró su causa justa, pero hoy quiere humillar a sus adversarios utilizando el más repudiable de los actos de gobierno de un caudillo, como lo es solicitar el ruego y la misericordia para cumplir con la bonhomía que caracteriza a todo jefe de Estado o de gobierno bien intencionado. Esto Presidente, es fraude a la grandeza, al desprendimiento que debe tener cualquier dirigente por más inhumano que sea. Más usted, que trata de hacer creer al mundo que está transformando al país en un “mar de felicidad”. Esto, también en fraude.
Presidente, el hecho de que los otros jefes de los poderes públicos giren, maniobren, comprometan si dignidad y se desempeñen declarando que todo lo que hacen es para ayudarlo en el “proceso revolucionario”, abandonando su libre albedrío como jefes de poderes que deben ser autónomos y que usted así lo acepte, haciendo creer al mundo que vivimos en un país que reúne las básicas condiciones de democracia, cuyos principales paradigmas o muestras son la libertad jurídica, de principios y la autonomía de los poderes. Donde el Poder Legislativo, en lugar de ejercer el control de su gobierno, no aguante dos pedidos para darle poder habilitante para que legisle a su antojo durante año y medio, que es lo que les queda en gestión. Más aún, que usted designe y presida una comisión integrada por todos los poderes que se le subordinen para preparar una reforma constitucional. Esto Presidente, es un fraude a la Constitución y al mandato del Pueblo.
Presidente, cada vez que usted con su elocuente verbo anuncia una nueva idea, supuestamente aflorada de la almohada durante sus pocas horas de sueño, una mas que otra siempre contradictorias y sin fundamento, demuestran que sus actos son improvisados y que nunca existió en realidad el “sueño bolivariano ni azul ni rojo rojito” que ha vendido al pueblo creyente y dúctil. También a esos otros seguidores suyos, no tan dúctiles ni creyentes, que le hacen creer que sus ideas son geniales, aunque no las entiendan ni comprendan y con sus uniformes de camisa y gorra roja, guían el unísono levantar del brazo y los aplausos, que hacen el ridículo mundial como comparsa bobalicona o soldadesca romana de lanza y escudo. Todo esto Presidente, es fraude. Eso que a usted se le ocurrió llamar “socialismo del siglo xxi”, que ni es socialismo ni es de este siglo, es un fraude continuado, que surgió con el “proceso”, incluido el “árbol de tres raíces” y los planes “bolivarianos” para el mal empleo de las fuerzas armadas en la errónea concepción del desarrollo. Fraude que se empeña, desde el entuerto que comenzó con la errada visión que se tuvo en las academias militares, como dijimos al comienzo, donde usted aprendió lo que equívocamente, dice que sabe. En su canasta de visión ideológica y en su gestión hay muchísimos más connotaciones y tendencias fraudulentas que “por ahora” omitiremos.