La “injerencia gringa”: Para chavistas y opositores…
Desde la perspectiva chavista, las declaraciones de Obama que elevan a Venezuela a situación de “Amenaza” para la seguridad interna de ese país, es considerado un espaldarazo a la gestión del Presidente Maduro, en cuanto dicho pronunciamiento es cónsono con el discurso sostenido desde inicios de la denominada “Revolución Bolivariana” al vociferar incansablemente que el imperio estadounidense ha sido y es un enemigo de nuestro país al querer apropiarse por cualquier vía de nuestras riquezas.
Al mismo tiempo, permite extender usufructos a la tesis gubernamental de soberanía, en lo referente al “disgusto” de los gobiernos norteamericanos a raíz del advenimiento del chavismo a Venezuela y su verbo irreverente para con estos, argumentando que en los tiempos de la denominada cuarta república los presidentes obedecían ciegamente los lineamientos emanados desde esa gigante nación.
Otra externalidad positiva es que pudiera, a través de la explotación del sentimiento patrio, amalgamar a los venezolanos en acciones conjuntas (suprapartidos) en torno a una eventual defensa del territorio nacional.
Un tercer factor importante, es que esa declaratoria del gobierno Estadounidense ha permitido al Presidente Maduro protagonizar mediáticamente enfáticas acciones en contra de esta decisión, lo que ha permitido despertar a las bases chavistas del letargo en que se encontraban, como consecuencia del descontento producido por las problemáticas de desabastecimiento, escasez, inflación, entre otras.
Este hecho ha dado un vuelco al liderazgo que ejerce el presidente de la nación en los actuales momentos y a su influencia frente a los venideros comicios electorales a la Asamblea Nacional.
Asimismo, el apoyo que Maduro ha recibido por distintos gobiernos y organizaciones de la región pudiera estar resultando positivo para la popularidad del gobierno, tanto interna como externamente.
Ahora bien, desde la perspectiva opositora la realidad es diametralmente distinta, se asegura se trata de una sobredimensionada manipulación de lo que realmente es, a fin de obtener beneficios populistas y electorales ante la inminencia de las elecciones parlamentarias.
Desde esta visión país no está planteada ninguna invasión, ni ninguna acción militar en contra de Venezuela, así como tampoco existe alguna injerencia a la soberanía del país, simplemente son unas sanciones internas (en los Estados Unidos) de congelamiento de bienes, cuentas y revocación de visas a funcionarios específicos ligados al alto gobierno revolucionario, por presuntos hechos de corrupción y violaciones de derechos humanos.
Los opositores venezolanos solo piden sean investigados debidamente estos 7 funcionarios (y demás nombres que se siguen sumando a la lista) por la tenencia de mil millonarias cuentas en dólares y euros en esa nación norteña, así como en otros países como España, Suiza, entre otros, cuentas que no poseen certificado de origen de fondos.
Más bien, para los opositores al chavismo resulta aberrante que el gobierno de Maduro exhiba una posición que involucra la soberanía de la nación sin siquiera haber auspiciado una investigación que permita conocer sí esas personas son poseedoras lícitas de todas esas riquezas o sí efectivamente son producto de abominables hechos de corrupción. He aquí las perspectivas de la “injerencia gringa”.
@leandrotango
