Venecia, una ciudad para siempre regresar
Venecia es, sin duda alguna, una de esas ciudades de las que es imposible olvidarse. No sólo porque el agua la amenaza constantemente con hacerla desaparecer, sino porque es un sitio donde el paso del tiempo no parece dejar huella en su espléndido paisaje urbano.
Su centro histórico está formado por 118 pequeñas islas unidas por más de 400 puentes. Entre estas, la más conocida es El «sestiere» de San Marcos, donde se ubica la imponente basílica, así como el famoso palacio Ducal que fue la sede del gobierno veneciano en su época de máximo apogeo.
Lo más agradable en Venecia, más allá del obligatorio paseo en góndola, es caminar entre las diversas callecitas y recorrer al azar los distintos sitios en los que perderse vale el paseo. Pasar por el puente de Rialto, el más antiguo de los cuatro que cruzan el gran canal, es obligatorio.
Pero una visita a Venecia nunca estará completa si no se pasa aunque sea una vez por debajo del puente de los suspiros.
Si bien Venecia tiene mucho que ver y visitar durante el día, vale la pena quedarse una noche para ver el espectáculo de la ciudad iluminada.
Un lugar que debe visitar es el Teatro La Fenice, el cual se considera como un verdadero templo de la ópera ya que allí se estrenaron muchas de las más conocidas como La Traviata, Rigoletto e incluso Stravinsky estrenó allí su ópera » The Rake Progress».
En materia de hoteles, Venecia tiene una oferta muy variada, que abarca desde encantadoras posadas hasta hoteles de todos los niveles. Sin embargo, entre ellos nos pareciera existir uno más sobresaliente que el Palacio Gritti, que obtuvo el premio Traveller’s Choic del mejor hotel 2015.
Para finalizar, se recomienda tener cuidado con la elección del restaurante, ya que por ser un destino turístico, no siempre se consigue conciliar el lugar con la calidad gastronómica.
Un lugar situado dentro de una de las islas es Dal Moro’s es, quizá, la que presenta la mejor oferta de pastas de la ciudad.
