A confesión de parte…
La prensa reseña que el presidente Maduro respondió a las sanciones impuestas por el gobierno de Obama a siete funcionarios venezolanos, en su mayoría militares, señalados de violar derechos humanos, felicitando en Miraflores uno por uno a los sancionados –que se encontraban presentes- y nombrando a uno de ellos, Gustavo González López, ministro de Interior y Justicia, «como premio a su constancia».
La desvergüenza de esta «revolución» es tal, que ya no hace siquiera un intento por cobijarse en los mitos tradicionales de la izquierda para «legitimarse». Ahora aplaude directamente, sin rubor, a militares gorilas y esbirros.
¡Bienvenidos al club de los Pinochet, Videla, Somoza, Chapita Trujillo y tantas otras dictaduras militares que han enlutado a la América Latina!