El golpe de estado no logró taquilla
La credibilidad es un material no renovable. Se gana diciendo verdades, se pierde al mentir.
Anoche tuve la entereza de ver el culebrón de 21 minutos de duración en el que Nicolás Maduro y Diosdado Cabello muestran las pruebas del golpe. Un bodrio ensamblado con imágenes de 2002 y unas construcciones de diálogos entre personas, aderezado con fotos de los lugares de Caracas que un avión Tucano artillado bombardearía. Malo el guión, pero peor aún la puesta en escena. La taquilla no funcionó. La prensa escrita y hablada de hoy apenas lo menciona. Pienso que no tienen la menor idea de lo descolgados que se ven en la pantalla tratando de darle fuerza a esta repetida perorata.
Un estadista no puede embadurnarse en estos mediocres montajes, pues de inmediato pierde su investidura y eso no se recupera después de perderse.
Tiempo valioso que se pierde en montar parapetos mientras el país sigue sin recibir respuestas sólidas sobre abastecimiento y seguridad.
Que chiquito se les está poniendo el cine.
@pereiralibre
«Un estadista no puede embadurnarse en estos mediocres montajes»: Una contradicción gigantesca se encierra en esa afirmación, pues el artículo gira en torno a las payasadas del colombiano Maduro y el energúmeno Diosdado, dos fantoches a años luz de ser Estadistas.