La democracia no muere de pie
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“Si a los dieciséis años se puede asesinar a personas impunemente; bien con el derecho a voto, a esa edad, se puede ser cómplice del asesinato de la democracia” – MHCV
Estamos frente a un dilema: democracia o autocracia; es decir, libertades o dictadura. La ética humanística nos coloca ante estos dilemas constantemente. El ser humano debe, con su libre albedrío decidir si vive de rodillas o vive con altivez. Algunos, los menos, piensan que se puede morir con honor y no se muere con honor, se vive con él; algunos piensan que pueden morir con dignidad y, no se muere dignamente se vive dignamente. Otros creen que hay que enfrentar los retos con valentía y estos no deben enfrentarse con un valor tan irracional como el llamado valentía.
La valentía es el extremo valor que nace de la cobardía y de allí viene la discusión (por siglos) de si el suicidio es un acto de gran cobardía o de gran valentía. Por ejemplo, los enemigos de Salvador Allende, dicen que se suicidó, para hacerlo aparecer ante la historia como un cobarde. Sus partidarios dicen que murió combatiendo, para que la historia lo tenga como héroe. El problema aquí es que ambas posiciones son equivocadas, erróneas. Si Allende hubiera aceptado el avión que se le ofreció ¿creen que por casualidad la dictadura fascista de Pinochet hubiera durado 17 años?
¿A qué viene todo lo anterior? Viene a la confusión que tiene la oposición venezolana en cuanto a cómo enfrentar al régimen que pasándose olímpicamente sobre la Carta Magna, quiere perpetuarse en el Poder…
Si la propuesta del Ejecutivo nació viciada, si los Poderes del Estado obedecen a una sola persona, entonces, debemos preguntarnos con quienes vamos a debatir…¿Con el pato Donald? – ¿Con Pluto o el ratón Mickey?
No hay diálogo posible, no hay posibilidad de debate. Los rojos, son como Drácula, y están bebiendo la sangre popular con promesas que no se cumplen y, como lamentablemente el pueblo está sumido en la desesperación que produce la cesantía, la especulación, la falta de productos alimenticios, y la frustración que produce la inseguridad tanto ciudadana, como jurídica y social, que hace que el individuo se sienta minusválido ante la vida y no responda a los retos de vivir dignamente, se encuentra con una oposición que no opone, con una Asociación Bancaria que a todo le dice amén y que permite que las tasas interbancarias en uno de los países con más dinero en Sudamérica suban a casi 120%, haciendo el dinero más caro (el pobre pueblo no sabe ni entiende que el dinero es una mercancía más cuyo precio es el interés), con una Fedecámaras que sólo busca salvar su pellejo, el cual ya no sirve ni para hacer chicharrones, y no para proponer alternativas al nacional socialismo propuesto y ya aprobado por “los Poderes”.
No creo que la sibilina oposición crea que el Referéndum será desaprobatorio si ya se habla de referéndum aprobatorio y ya pondrán a votar a los muchachos de 16 años porque si total sirven para asesinar a esa edad, si sirven para discernir quien vive o quien muere, entonces, tienen edad para matar a un país. Así de simple y la oposición política, bien, gracias…
¿La solución? Hay que recordar va Mohandas Ghandi. Los retrógrados sólo pueden usar las armas; los demócratas la razón… Pero, para llegar a esto, deberíamos tener a una oposición ilustrada y no deslastrada mental como quienes gobiernan…