Así hablo Tarazona
No enviaré a mis lectores europeos y latinoamericanos, a una enciclopedia para que sepan quien era el mayor Eloy Tarazona, hombre inculto, iletrado y asesino, que dormía como un perro guardián a la orilla de la cama del dictador venezolano Juan Vicente Gómez, cuyo único mérito fue el de ser asesino y ladrón de la cosa pública, administrando al país como si fuera una de sus innumerables haciendas. Tarazona era un indio, que se las daba de brujo y que se ganó la confianza del tirano venezolano cuando éste no era más que uno de los bandidos exiliados en Colombia. Tarazona era el cocinero, el edecán de campo, el guardián, y finalmente el consejero político del sátrapa. Lo aconsejaba sobre el bien y sobre el mal y, por supuesto, era creído por su amo.
Rafael Isea, hombre estudioso, por lo menos ha ido a un par de universidades, ha devenido en Viceministro de Finanzas, o para ser más exactos viceministro del Ministerio del Poder Popular Bolivariano Socialista de Finanzas. Por cierto, recuerdo que el poeta Alberto Hernández, quien es, además, crítico literario, me dijo una vez: “Mario, desconfía de los títulos largos, algo malo se esconde detrás de ellos”.
Isea, fue edecán de campo (por decir algo) de Hugo Chávez Frías por mucho tiempo. Su adoración por el líder era (y es) tan grande, que alguien en Maracay, no recuerdo si fue Isaías Rodríguez o el Mayor Torres Numberg, enojado por su prepotencia y sibilinidad, le dijo “tú chico, no eres más que un Tarazona”, y de allí para adelante (1996) el subteniente Isea quedó, simplemente, como Tarazona.
Yo no soy muy partidario de la gente de Podemos, (aunque somos, ahora, correligionarios de la Internacional Socialista), al menos en Maracay todo el mundo los conoce y bien. Pero, hay que reconocer que en Aragua, al menos, tienen bastante poder político y, también hay que reconocer, que cuando el régimen mandó a sus hordas a atacar a los medios de comunicación en Aragua, el gobernador Didalco Bolívar salió en su defensa poniendo claramente los puntos sobre la íes con respecto a la libertad de expresión, aunque él también tiene sus pecadillos, al igual que Ismael García, sobre el tema.
En fin, Isea condenó a Podemos, así como ellos condenan, al fuego eterno, por tener opiniones distintas a su Jefe, quien aprovechó el “Alí Presidente” del día siguiente para apoyar lo dicho por su Tarazona.
El personaje en cuestión dijo que la gente (dirigencia) de Podemos eran “malagradecidos” pues se habían aprovechado del liderazgo de Chávez para llegar a las gobernaciones, diputaciones y demases. Lo que Tarazona no dijo es que el asunto fue al revés, que ellos, el MVR, se aprovechó del MAS, primero y de Podemos después para ganar sendas gobernaciones que en caso contrario caerían en manos de lo que ellos llaman enemigos antipatriotas y vendidos al imperialismo, etcétera.
Para él, la revolución no acepta medias tintas (pero si jalabolas) y se acepta el liderazgo de Chávez, en caso contrario no se está con el proceso revolucionario que es indiscutible. En otras palabras aceptas ser socialista del siglo XXI, el cual nunca ha podido ser definido ni por Chávez, ni por Rafael Isea y por nadie del gobierno, o te consumirás en el fuego eterno de los insultos y provocaciones.
Por su parte, el Presidente dijo que la militancia de Podemos debe incorporarse al PSUV, desligándose de la dirigencia de esta organización. Esto me recuerda que lo hizo precisamente con el MAS, hizo que se dividiera ese partido para que naciera Podemos, el cual lo apoyaría hasta la muerte. En otras palabras, aquí se aplica el sabio refrán que dice “quien a hierro mata a hierro muere”.
El Presidente repitió lo que había dicho el día anterior su Tarazona, diciendo que “no perderá tiempo conversando con sus dirigentes” (los de Podemos), “que ya dijeron para dónde van…Pero a la base de esos partidos, les hago el llamado. Vénganse para el futuro, dejen que los muertos entierren a sus muertos y vengan a darle forma al partido socialista de Venezuela”.
Todo lo anterior me recuerda lo acertado de Nietzche sobre lo miserable que somos los humanos. Una vez estamos contigo y la otra te odiamos, te damos oxigeno y luego te lo quitamos, te ensalzamos y luego te insultamos; pero, dialogar, oír tu versión, jamás de los jamases…
Nietzche presentó al hombre como una moneda con dos caras, y afirmó que el mundo se movía por un sentimiento apolíneo, con la búsqueda de la mesura exacta de las cosas, sin exceder en virtudes, caprichos o defectos. Pero por otro lado y al mismo tiempo, también lo hacía, cuando nadie podía juzgar sus hechos, de forma dionisíaca; es decir, sin ningún tipo de contemplación ética, sin ninguna medida que rasara el comportamiento «normal» de los hombres.
En “Así Habló Zaratrusta” se encuentran cuatro pilares básicos de su filosofía: el superhombre, la muerte de Dios, el nihilismo y el eterno retorno. Partes esenciales de la filosofía nietzscheana. Ya había afirmado la muerte de Dios en libros anteriores como El Anticristo, sin embargo, aquí se propone, a través de la maldad humana, comprobar esa supuesta muerte del Todopoderoso. Su fin y afán, encontrarse consigo mismo en un mundo lleno de bestias, y conseguir convertirse en el superhombre, sin ningún tipo de escrúpulos humanos expuestos como dogma por una Iglesia Católica.
En Venezuela se está matando a Dios, al Dios del amor, la paz, la concordia y el razonamiento. Se está llevando el libre albedrío de quienes abusan del Poder a estadios tan poderosamente demoníacos que de la noche a la mañana aparecen las actitudes fascistoides como las de Hitler o Mussolini. La noche de los cuchillos largos no perdona a nadie. Allí tienen a J.V. Rangel, quien con sus mentiras televisivas, ahora transmitidas por Venezolana de TV, por más que hace méritos, no tiene cabida en la nueva etapa revolucionaria; allí están Ameliach; el nefasto hombre de la lista, Tascón, Iris Varela, y unos cuantos más que hicieron del poder lo que se les dio la gana, atropellando y atormentando a todo el mundo, víctimas de sus propios cuchillos.
Chávez no perdona a nadie. Él tiene experiencia. Ceresole le aconsejó no dialogar y no perdonar. El fue perdonado por el presidente Caldera, quien como buen cristiano puso la otra mejilla pues ha sido insultado cientos veces, sabiéndose que no se puede defender desde su lecho de enfermo. Pienso que el Presidente debe creer que si él perdona a un “enemigo” éste le hará lo mismo que él le ha hecho a Caldera y a la democracia. Por eso, para él la mejor defensa es la arremetida, violenta y no la retirada. Obviamente, no ha leído a Lenin. No se ha dado cuenta que soldado que retrocede sirve para otra batalla. Las arremetidas constantes del Presidente desgastan y abren muchos frentes, lo cual, al final del día, debilita y hace perder no posiciones sino la guerra. Él como militar debería saberlo…