Opinión Nacional

Alambiques de odio

Un elevado porcentaje de dirigentes del Psuv parecen alambiques que ininterrumpidamente destilan odio amparados en el “derecho revolucionario”. Estos alambiques son más dañinos que los peligrosos artefactos clandestinos que producen etanol contaminado con el letal alcohol metílico. Este odio destilado influye negativamente en ciudadanos que escuchan las intervenciones parlamentarias o los programas de los medios del Estado.

En las sesiones de la Asamblea Nacional los diputados rojos han dado ejemplos vergonzosos. Hoy solo nos referiremos a los intentos de cambiar la historia achacando a los adecos y copeyanos todas las perversidades y proyectando una imagen inmaculada de la izquierda terrorista de las décadas del 60 y 70. Aclaremos que muchos de quienes participaron en esa lucha fueron jóvenes idealistas que querían cambiar al mundo embelesados por el triunfo de la revolución cubana. Algunos actuaron como guerrilleros, pero otros fueron vulgares asesinos.

Los gobiernos de Betancourt y de Leoni tuvieron que enfrentar la subversión en las montañas. Allí cayeron jóvenes de izquierda y soldados. De lado y lado hubo actos bochornosos. En Caracas, células terroristas asesinaron a humildes policías de esquina que nada tenían que ver con la lucha armada. Fueron actos de cobardía, igual que el asalto al tren de El Encanto. Lamentablemente, a toda acción se opone una reacción igual y de sentido contrario, por lo que los cuerpos policiales incurrieron en actos bárbaros de torturas para hacer confesar a los terroristas. Cuando “se les pasaba la mano” desaparecían a los torturados. Todos debemos condenar esos hechos que no tienen justificación y que siguen ocurriendo. Por ejemplo, cuando algún malandro mata a un policía, sus compañeros de servicio público hacen una batida y al localizar al asesino lo acribillan alegando un “enfrentamiento”. Terrible, inaceptable, pero ocurre por aquello del espíritu de cuerpo y porque los policías perciben que el sistema judicial no funciona.

Ahora, la Fiscal Luisa Ortega está investigando los asesinatos cometidos por cuerpos policiales y efectivos del ejército en el período 1960- 1999. Aunque esos casos deben estar prescritos, nos parece conveniente que se conozcan los hechos, pero también debería investigar los asesinatos de policías. Así mismo, la emplazamos a que atienda las denuncias que hemos introducido en su despacho sobre el asesinato el 1 de marzo del 2004 de José Manuel Vilas, nuestro compañero de Gente del Petróleo (Expediente NG-671-457 que reposa en el CICPC de Los Teques) y la masacre del 11 de abril. Ojalá el sector oficial detenga la destilación del odio, ya que puede conducirnos a niveles de violencia difíciles de controlar.

Como en botica: ¿Quiénes están detrás de los jóvenes fascistas que alaban a Pérez Jiménez? Cobarde la agresión a Julio Borges y vergonzosa la actitud de Kid Diosdado. Lamentamos el fallecimiento del distinguido académico Blas Bruni Celli. Excelente los doce puntos presentados por Aveledo a nombre de la MUD En mi artículo anterior olvidé mencionar a URD en la lucha contra la dictadura ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

 

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