Cuidado con una escalada con Colombia
En una astuta jugada diplomática Chávez, haciendo de pacificador, quiere
actuar en los problemas internos de Colombia, y pese a que el presidente
Uribe le ha dicho taxativamente que no puede aceptar que se reúna en
territorio colombiano con TiroFijo, Marulanda, Chávez insiste en esa
gestión,
que para los intereses del Estado colombiano constituye un despropósito.
¿Qué busca Chávez con estas intromisiones? Sencillamente busca un
conflicto
que le permita aparecer simultáneamente como un pacifista víctima, a la
cabeza de una patria venezolana herida, de hace esfuerzos nobles pero
despreciados por un gobierno colombiano oligarca belicista e
intransigente, que menoscaba los deseos de paz interior de ese país y la
angustia de los familiares de los centenares de rehenes que serian objetos
del canje humanitario frustrado contra los deseos de Chávez.
Es esa incómoda situación la que trata de evitar Uribe y el locario
nuestro
insiste hasta el abuso para sacarle más ventajas a su jugada.
Si se queda hasta aquí, Chávez ya ganó algo. Si sigue la impertinente
insistencia, entonces es por que quiere incomodar al gobierno colombiano,
para tratar de utilizar una eventual escalada de fricciones, que le permitan
utilizar armas ideológicas de unidad patriotera, en vísperas del su
Referéndum constitucional fraudulento cuesta arriba.
Ya podía adivinarse que cuando trataba lo del Golfo en realidad Chávez
quería sacarlo del escenario de discusión para aparecer solo como un
cruzado
de la paz, contra el plan Colombia de Bush-Uribe que arrincona a las FARC
que Chávez auxilia con sus aspavientos diplomáticos intervencionistas.