Unidad en la diversidad ante el golpe Constitucional
La Constitución Bolivariana de 1999 está a punto de ser declarada moribunda, aplicándole un procedimiento que viola sus propias reglas ya que las modificaciones propuestas solo podrían realizarse convocando a una Asamblea Constituyente.
El nuevo texto pretende implantar un régimen militarista con maquillaje revolucionario adaptado a la inspiración caudillista del Jefe de Estado en su afán de perpetuarse en el Poder. De adelantarse este fraude a la Constitución vigente produciría un evidente golpe a la Carta Magna por ser violatorio de los principios fundamentales consagrados.
La oposición democrática y algunos sectores del Chavismo han expresado un rechazo contundente al modelo trasnochado que crea un Estado social-populista que pone al margen de la Ley de Leyes cualquier otro modelo que no sea el inspirado por el Conductor Máximo y sus seguidores incondicionales.
El rechazo al proyecto ha llevado a que los Partidos, la Sociedad Civil, la Iglesia, los medios de comunicación independientes, las instituciones empresariales, los trabajadores y el movimiento estudiantil hicieran grandes esfuerzos por tratar de fijar una estrategia común.
Pero a pesar del rechazo a la manipulación oficial que pretende imponerle a los ciudadanos reglas que transforman el espíritu y propósito de la Constitución vigente, se corre el riesgo de que la oposición pueda nuevamente dispersarse si se consolidan las tres tendencias que hoy parecen perfilarse.
Una de las posiciones asumida por algunos voceros políticos, es que a pesar de denunciar hechos inaceptables en la forma y en el fondo, creen que su deber es concurrir al referendo para dar muestras de una posición democrática.
Una segunda tendencia se inclina por la abstención como expresión de rechazo a la imposición de unas elecciones no transparentes que cuentan con la complicidad de un CNE tristemente relegado a actuar como un Ministerio Electoral sumiso al Poder Ejecutivo. A ello se agrega el hecho de que parte del electorado tiene temor de votar para evitar formar parte de una nueva Lista Tascon como resultado de las insólitas represalias de un apartheid político plenamente vigente en la administración pública.
La tercera posición es la representada por sectores que se sienten humillados por el cinismo oficial y ante el pretendido Golpe Constitucional, promueven una insurrección democrática basada en los alcances del Artículo 350 que legitima la desobediencia ante el atropello.
Ante el riesgo de una nueva división, es urgente que se adopte una posición común, basada en el principio de la unidad en la diversidad, que respetando las diferencias fije acciones que rescaten el sentimiento de la Venezuela Democrática que lucha por la sobrevivencia del pluralismo y de la libertad y que rechace el Golpe Constitucional.