Chao contigo
La lista es larga y enjundiosa. Variopinta. Que de todo hay en esta tierra de listas. Hay hombres y mujeres, jóvenes y no tan jóvenes, de todas las profesiones y oficios. Altos y bajitos. Catires y trigueños. Vivos y difuntos. Civiles y militares. De la Capital y de la provincia. Alguna vez estuvieron a la vera del Comandante, o por lo menos muy, muy cerquita. Sea por error o por confusión. Por crédulos, honestos y bien intencionados. O por interés, que esa mala costumbre, tan característica en una tierra donde conviven decentes de corazón y aprovechadores de oficio, inspiró a algunos. Otros, aun cuando no votaron por él, le dieron el “beneficio de la duda”. A todos, el Comandante los usó como quiso. Y cuando ya no había más juguito que exprimirles, cuando con su afilada pico e’ loro les había sacado hasta el último miligramo de pulpa y llegado hasta el carozo, cayeron en desgracia, los desechó, les cayó a patada limpia, los mandó bien largo al ca… rrizo. Les dijo “Muérete que chao”. Fue rapidito en algunos casos, lento en otros. Pero a todos los usó y traicionó, tanto como lleva años usando y traicionando al pueblo venezolano. Es el Comandante de la Traición.
La lista es laaaarga…
Larga y abundante es la lista, como lo son todas las listas que fabrica este gobierno. Son listas de excluidos, de traicionados, de execrados. En este país, disentir del “Comandante” es pecado. Disentir es delito. Disentir es traición de lesa patria. Y a los traidores, ni agua. El destierro, territorial o político, es el castigo impuesto por quien se autocalifica como el “Comandante de la Inclusión”, pero que es más bien un maestro de la exclusión y de la traición que se agazapa tras palabritas edulcoradas.
Les dijo “Chao contigo”.
Buen parte de ellos, al menos los vivos, siguen haciendo política, porque les importa este país. Es una lista que pone de bulto el fracaso de Chávez, la vocación de traidor de Chávez. Un gobernante que traiciona y que espanta talentos no merece el cargo de gobernante.
Execrados
Virginia Contreras, Diego Cisneros, Pablo Medina, Herman Escarrá, William Izarra (botado y recogido), Francisco Arias Cárdenas (botado, quinta columna de las elecciones de 2000, recogido y altamente recompensado por los “servicios prestados”), Ángela Zago, Napoleón Bravo, Oswaldo Álvarez Paz (brevísimo pasaje por la Comisión Constituyente, en la que intentó inútilmente de imprimirle un poco de sensatez a aquel desmadre), Ernesto Mayz Vallenilla, Raúl Esté, Atala Uriana, Yoel Acosta Chirinos, Haydée de Franco, Jorge Delgado, Leopoldo Puchi, Luis Miquilena, José Luis Farías, Carlos Tablante, Ernesto Alvarenga, Alfredo Peña, Luis Velázquez Alvaray, Aristóbulo Iztúriz (pateado y recogido), Raúl Vallejo, Ibsen Martínez, Hiram Gaviria, Marisabel Rodríguez (ex esposa), Capitán Rojas Suárez, Javier Elechiguerra, Bataglini, Gral. Manuel Rosendo, Gral. Francisco Usón, Gral. Guaicaipuro Lameda, Ignacio Quintana, Carlos Genatios, Jesús Caldera Infante, Walter Martínez, Gral. Raúl Salazar, Embajador Milos Alcalay, Jorge Olavarría, Alejandro Armas, Reinaldo Cervini, Ismael García, Didalco Bolívar, Ramón Martínez, Ricardo Gutiérrez, Arcadio Montiel, Ricardo Combellas, Miguel Henrique Otero, Segundo Meléndez, David De Lima Salas, Alberto Jordán Hernández, Alejandro Armas, Luis Manuel Esculpi, Irene Sáez, Carmen Ramia, Paciano Padrón, Rafael ‘Fucho’ Tovar, Clemente Scotto, Jesús Urdaneta Hernández, el Padre Palmar…. Y muchos, muchos, muchos más. Se necesitaría un cartapacio de muchas páginas para incluirlos a todos.
Concejal El Hatillo – Un Nuevo Tiempo
