Albatros llegará a Estados Unidos en 2015
De Los Roques a Carúpano. Esta fue la primera ruta que cubrió la aerolínea venezolana Albatros, creada hace siete años por tres hermanos miembros de la aviación venezolana. Inicialmente, comenzaron sus labores comerciales con dos aeronaves Cessnas Grand Caravan 208 Bravo de 12 puestos.
Poco a poco, la aerolínea evolucionó y logró adquirir otra aeronave, un Embraer 120, por lo que pudieron expandirse hacia otros destinos del oriente del país: Porlamar, Carúpano, Maturín y Tucupita.
Orlando Padilla, director comercial de Albatros, conversó con Analítica.com y explicó de qué manera el proyecto de ruta social –poco comercial– en Venezuela se ha mantenido como una opción para quienes necesitan hacer viajes cortos, especialmente para atender negocios en distintas ciudades y cómo la llegada de “Esmeralda”, un Boeing 737 500, proyectará a Albatros como una importante opción para viajar.
—¿Cómo se les ocurrió la idea de montar una aerolínea distinta?
—Dos de los hermanos eran pilotos del cuerpo de la aviación y el otro era piloto comercial. Su experiencia operacional los llevó a querer romper un poco los esquemas y llevar más allá el negocio de la aeronáutica a través de la ayuda social en Venezuela.
Tuvieron un apoyo muy importante por parte del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela, Bandes, para la ejecución del proyecto. La inversión inicial fue muy grande, de hecho, muchas personas vieron que el proyecto podría quedarse a medias. Sin embargo, gracias a la visión y experiencia de sus fundadores, esto no fue así y actualmente acabamos de adquirir nuestro propio Boeing 737 500.
—¿Cuál es su concepto de negocio?
—Albatros inició con un modelo de negocio muy social. Queríamos tener muy buena conectividad en Venezuela. Tenemos rutas atípicas hacia Tucupita, Carúpano y conectividad hasta Caracas.
Una ruta menos social fue la de Los Roques, que tuvo muy buen impacto, pero, por problemas con el mantenimiento de la aeronave tuvimos que cortar las operaciones. Los aviones acaban de ser reintegrados y esperamos regresar nuevamente a Los Roques pronto.
—¿Cuántos aviones tienen?
—Actualmente, tenemos 2 Caravan 208 Bravo y 2 Embraer 120, más el Boeing que está en procesos de recertificación y debería estar operativo para mediados de abril.
—¿Cómo operan?
—La estructura comercial de Albatros ha tenido unos cambios muy trascendentales en el último año: empezamos con una página web muy conservadora. Este año realizamos la migración al sistema Kiu, lo que actualmente tenemos más de 300 agencias de viaje que emiten boletos constantemente.
—¿De qué manera les ha afectado el déficit de pasajes?
—Justamente durante ese tiempo crítico sin pasajes, Albatros Airlines estuvo paralizado. La obtención de divisas fue un problema crítico para la reparación de estas aeronaves. Sin embargo, el apoyo que hicimos a varias líneas aéreas que tuvieron una situación crítica, fue lo que nos permitió salir al ruedo de nuevo de manera comercial, siempre apostando a rutas sociales.
—¿Qué los diferencia?
—Que apostamos a Venezuela. Apostamos a destinos completamente turísticos como Los Roques, La Tortuga, Canaima, y queremos dar a conocer a nuestro país a ese turista que viene y quiere conocer sus bellezas.
—¿Cómo es su proceso de internacionalización?
—Por ahora tenemos únicamente una ruta internacional, que consiste en la comunicación entre la comunidad de las Piedras en Punto Fijo y Aruba. Este año vamos a abrir un nuevo destino hacia Estados Unidos, pero aún no hemos revelado a cuál ciudad será. Queremos que sea una sorpresa.
—¿Quiénes son sus compradores?
—Nuestro perfil es bastante específico: en su mayoría quienes viajan con nosotros son las personas que necesitan trasladarse de una ciudad a otra por negocios. Tenemos empresarios de target mediano y emprendedores.
Recientemente acabamos de obtener el departamento de carga, así que serán muchos los emprendedores que podrán beneficiarse con este servicio.
—¿Quién es su mayor competidor?
—Con el modelo de negocio que actualmente tenemos, no tenemos un principal competidor. Prácticamente somos pioneros en ofrecer rutas sociales en Venezuela.
—¿Cuáles han sido sus mayores obstáculos?
—La obtención temprana de divisas para no dejar de prestar estos servicios sociales.
—¿Cuáles son sus objetivos para 2015?
—La operatividad de Esmeralda (El Boeing 737 500). Hicimos una campaña bastante importante por las redes sociales donde anunciamos su llegada.
—¿Cómo se manejan ustedes con sus redes sociales?
—Para crear una mayor cercanía con nuestros clientes, creamos el hashtag #SomosAlbatros. Gracias a él aumentamos la cantidad de nuestros seguidores en Twitter muy rápidamente, porque se han sentido identificados con la empresa. La receptividad ha sido fantástica.
En el Instagram también publicamos algo con el hashtag todos los días y nuestros trabajadores también lo han hecho. Tenemos una comunidad importante.
—¿Cuántas personas movilizan diariamente?
—Diariamente movilizamos 132 pasajeros en su máxima capacidad. Un día malo trasladamos aproximadamente entre 80 y 90 pasajeros. Afortunadamente nuestro factor de ocupación se mantiene sobre un 75%
—¿Y en cuanto al precio de pasajes?
—Actualmente vendemos los boletos un poco más económicos que otras líneas aéreas, precisamente porque trabajamos con rutas no muy comerciales. El pasaje hacia Aruba cuesta 22 mil bolívares y de allá para acá, 150$ más impuestos.
El hecho de no poder estar en Cencoex nos ha afectado en la venta de boletos para esta ruta internacional. Esperamos que esto se resuelva con la nueva entrada del destino en Estados Unidos para que las personas también tengan la oportunidad de obtener sus divisas a través de los viajes que realicen con nosotros.
—¿Por qué apostar a Venezuela?
—Porque aquí nacimos, crecimos y hemos evolucionado. El apostarle a un destino fuera de Venezuela no está en la sangre de Albatros. Somos muy nacionalistas y por eso queremos seguir apostando en Venezuela. Creemos en el país y fíjate: de todas las aerolíneas que hay, Esmeralda está hoy en Maiquetía precisamente porque creemos en Venezuela.
—Con la apertura de estas rutas internacionales, ¿tienen planes de irse del país?
—No. En lo absoluto. Los planes son quedarnos en Venezuela. Incluso, estamos realizando muy buenas alianzas para traer turistas al país. Creemos en Venezuela y siempre seguiremos trayendo personas que puedan impulsar nuestra economía, comenzando por el lado del turismo.