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¿Un nuevo incendio del Reichstag?

En el año 2007 publiqué un artículo titulado en Venezuela titulado con este mismo nombre: “Un nuevo Incendio del Reichstag”. En ese artículo, se decía:

“El incendio del Reichstag fue el hecho que le sirvió a Hitler para instalar la dictadura que llegaría a ser la más despiadada, violenta y genocida el siglo XX. Contrariamente a quienes algunos afirman, Hitler no llegó al poder democráticamente, por los votos, sino a través de maniobras políticas e irrespeto absoluto del derecho.”

Se ha dicho con insistencia que el chavismo se ha inspirado en las tácticas de los nazis para asumir todos los poderes en Venezuela y perpetrarse indefinidamente en su ejercicio. Uno se pregunta si el hecho de acusar de incendiarios a los estudiantes que se oponen a la violencia, que quieren democracia, justicia y libertad y se oponen a un proyecto, ¿no es valerse de algo parecido al incendio del Reichstag?”

En otra versión de mi artículo publicada por Fernando Mires en el año 2013, se añadía lo siguiente:

“¿Por qué hablar del incendio del Reichstag en abril de 2013? ¿Es que acaso puede haber otra acción criminal semejante en América Latina? Dudo que algún gobierno se atreva a incendiar el parlamento para achacarlo a la oposición. Sin embargo, vemos maniobras que parecen seguir un camino similar al de Hitler para que gobiernos totalitarios se perpetúen en el poder y acaben con la democracia. Aparecen maniobras como las de rechazar reclamos legítimos de la oposición frente a resultados electorales puestos en duda, frente a violaciones a la libertad de opinión y expresión, frente a ventajismos intolerables, frente a intentos de acabar con la descentralización, frente a la violencia, frente a la impunidad de los delincuentes, frente a la corrupción etc. Esas maniobras consisten en afirmar que quienes se oponen, quienes reclaman frente a las violaciones de sus derechos cometen el delito de instigación de actos violentos y quien sabe cuantos más se le ocurran a la Fiscalía del Ministerio Público a pedimento del gobierno o de la bancada oficialista en el parlamento. Hay quienes quieren callar a la oposición, someterla, arrestando y enjuiciando a sus dirigentes por delitos que no ha cometido. Es ese el tipo de incendio que amenaza a países de América Latina.”

Ahora, en febrero de 2014, con el violento e inconstitucional ataque  y arresto de Antonio Ledezma y amenazas similares contra María Corina Machado, Julio Borges y otros importantes líderes de la oposición democrática en Venezuela, uno se pregunta si no estamos ante algo calcado de lo que fue el incendio del Reichstag, para detener a todos los líderes opositores, ilegalizar partidos, y suspender las elecciones parlamentarias que el gobierno sabe que va a perder.

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2 comentarios

  1. La verdad es que desde aquella declaración del presidente Maduro donde afirmaba que pondría fin al ´´doble juego´´ y la resolución – Padrino para el uso ´´proporcional´´ de armas letales en las manifestaciones públicas, se han desbordado los casos de represión política, persecución y detención a factores de la oposición que han estado actuando dentro del marco de la Constitución y las leyes ; y en paralelo, ha estado corriendo mucha sangre y muerte entre la juventud opositora a lo largo y ancho del país, sin contar con los casos probados de tortura y vejaciones sin respeto alguno por los Derechos Humanos. Sin embargo, he escuchado por parte de nuestra dirigencia un concepto político al que llaman ´´transición´´ que realmente resulta difícil de entender. ¿ Transición a qué ?, puesto que la única transición que uno aprecia es hacia la radicalización del régimen con una represión violenta y sanguinaria a la cual no parecen muy interesados en ponerle freno.

    Creo que el artículo del señor Figueredo – especialmente en lo planteado en su párrafo final – es lo que corresponde a la realidad de los hechos y apunta en la dirección correcta. La pregunta clave es : ¿ Qué va a hacer la oposición organizada y nosotros como ciudadanos ? puesto que lo observado es una auténtica ´´ratzia´´ política aplicada sin tapujos ni medias tintas por toda la calle del medio. Y es que todo apunta que el »dialogo» y todo aquello de lo que se hablaba estan como fuera de lugar ; ahora como que dentro de eso que llaman transición pareciera que solo hay cabida para un ´´armisticio´´ o una rendición incondicional. ¿ Pero de quien ?. De seguro que no será por parte del Gobierno…

    Parece que el ´´síndrome´´ del Reichstag ya se encuentra en pleno desarrollo.

  2. Hay ciertos individuos que aparentan ser grandes lectores, y lo logran citando con frecuencia títulos y frases de autores famosos, de modo que con esas menciones inducen en sus audiencias la impresión de que han leído todos los libros cuyos títulos intercalan en el discurso, mientras que en realidad no sólo NO los han leído, sino que adolecen de una INCULTURA muy Vasta, lo que queda en evidencia cuando se atreven a pontificar sobre cualquier tema y resulta obvio que ni siquiera entraron a clase el día que en la Escuela o el Liceo dieron esos contenidos. Yo siempre he sospechado que el Charlatán Eterno es un destacado miembro de ese grupo de pantalleros, falsos lectores, y en muchas ocasiones dejó en la mayor obviedad su carencia del conocimiento elemental que adquiere quien ha leído suficientemente libros de calidad (no los de Paulo Coello, manuales de autoayuda, afines, similares y conexos). Pero, simultáneamente, pienso que el Patán Constante SÍ se leyó, y más de una vez (como Fidel, el otro gran criminal), el libro Mein Kampf -Mi Lucha- del célebre orate y genocida Adolfo Hitler, a quien, sin reconocerlo, admiró, y cuyas propuestas trató de implementar, con miras a repetir el éxito logrado por el infame austríaco en la toma del poder y el excesivo abuso del mismo (aunque AH amenazó con un tercer Reich que duraría Mil años, y apenas doce años después de la pretenciosa afirmación, se estaba haciendo un orificio en la sien, para evitar que se conocieran sus profundas desnudeces y desequilibrios en un Tribunal. Al loco de acá lo «suicidaron» en Cuba, a donde le jurungaron mal las entrañas, y le apresuraron su llegada a la L de enfermo TerminaL. Siguen aun en entredicho la fecha y el lugar de ese final tan alejado de la pompa y la gloria que él afanósamente buscaba, en su permanente Delirio de Mediocre Ignorantón y anacrónico).

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