Los pajaritos preñados del CNE
En honor al realismo político, que nos ha enseñado Teodoro Petkoff, hay que decir algunas cosas sobre el tema casi tabú de las condiciones electorales en las que se realizaría el ilegal y antidemocrático referendo de la nueva Constitución.
Los partidos de oposición que hoy llaman a votar no hicieron absolutamente nada en el año transcurrido para cambiar las condiciones electorales. Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia, MAS y COPEI, partidos que hoy hacen campaña para votar NO, a menos que lo hayan hecho en el estricto secreto, no han exigido al Consejo Nacional Electoral que su participación sea a cambio del cumplimiento de algunas exigencias.
Esa directiva del CNE, nombrada ilegalmente, se ha mostrado sumisa a los intereses del caudillo y en extremo diligente para organizar el referendo en tiempo récord. Cuando aún la Asamblea Nacional no había aprobado el adefesio de propuesta de nueva Constitución declaró que comenzaba a organizarlo.
Lo lógico y legal hubiese sido que el CNE empezara los preparativos una vez que la Asamblea Nacional entregase formalmente el proyecto. Pero no, en un país como Venezuela donde hasta el trámite más pequeño en las oficinas públicas se dilata hasta la desesperación del administrado, el CNE quiere mostrarse ultra rápido.
Ese apuro perjudica a la transparencia e imparcialidad que la directiva electoral quisiera demostrar, a pesar de la inamovible votación 4 a 1 en todas sus decisiones, siempre y cuando Vicente Díaz no esté viajando para asesorar a Suiza en materia electoral.
La primera consecuencia es que no hay tiempo para que la gente se entere de la nueva Constitución que propone Chávez. (La Constitución vigente prevé que una reforma se puede discutir hasta por dos años). El pasado 2 de noviembre pasado fue cuando la Asamblea entregó al CNE el texto definitivo de la propuesta. La gran mayoría de los venezolanos desconoce su contenido. Ni siquiera saben el número de artículos cambiados (69) y el de las nuevas disposiciones transitorias, derogatoria y final.
Se habló de realizar unos debates en cadena nacional de radio y televisión para dar a conocer las opiniones de los grupos que apoyan y los que rechazan la nueva Constitución propuesta. El partido nonato PUS se negó a debatir, el nada autónomo PPT se negó a tomar el papel de defensor de la “reforma” y, por lo tanto, el CNE eliminó los debates. Típica estratagema del chavismo. Mientras Chávez usa y abusa de los canales del Estado y encadena cuando quiere el sistema nacional de radio y TV, los partidos opositores pierden su única oportunidad de poder dirigirse a un auditorio nacional.
Lo que más extraña ha sido la tibia reacción de los partidos y grupos participacionistas. El electoralismo ciego no les permite ver que los debates eran fundamentales para dar a conocer sus críticas a la propuesta chaviana. En todo caso, deberían exigir el mismo tiempo previsto en los debates para hablar en cadena nacional al país.
En vista del poco tiempo disponible, dice el CNE, no se ha invitado a la Unión Europea ni a la OEA ni a otros observadores internacionales. La delegación de la Unión Europea puede pensar que es inútil venir si sus sugerencias no han sido tomadas en cuenta.
El registro electoral ha llegado al impresionante número de 16,2 millones de electores. Tal cantidad representa un crecimiento poblacional imposible. Además de una cobertura absoluta de todo aquel que haya cumplido 18 años. Nadie en sana lógica puede creer en tal cantidad de electores legalmente inscritos. Los millones de cedulados piratas, bajo la DIEX del recientemente defenestrado Hugo Cabezas, abultan el registro, así como los doble y triple cedulados.
Este fantasioso censo electoral no ha vuelto a ser auditado. A la comisión de expertos universitarios no se les permitió continuar su trabajo. El registro no ha sido entregado con todos sus datos, incluyendo las direcciones de los electores, a los partidos de oposición. No se entrega porque hay centenares de miles de electores sin dirección conocida, fantasmas. Hay casos extraños como electores de cédulas de dos dígitos que no estaban en el REP para cuando el referendo de 2004 y ahora aparecen. (Para mayor información, puede verse la página web http://esdata.info ).
La automatización electoral ha sido aceptada como un hecho cumplido. Como está en la ley, hay que aceptarla, Se hace caso omiso de todas las investigaciones que se han hecho en el mundo académico para advertir sobre su vulnerabilidad. Esta vez Smartmatic recibirá 18 mil millones de bolívares debilitados por Chávez. Se ignora cuándo el CNE se independizará en tecnología. Ahora se agrega a la secreta automatización, controlada por el cerebro central al que no tiene acceso la oposición, la nacionalización de la CANTV, empresa propietaria de la red por donde se transmitirá la data el día del referendo.
A la CANTV roja-rojita se suma la Fuerza Armada también roja-rojita, que tiene a su cargo el resguardo y traslado del material electoral. Chávez no ha arriesgado nada al declarar que la Fuerza Armada es socialista y bolivariana, es decir, de él, porque ni siquiera ha visto protestar a la oposición participacionista por el rol que tiene ésta en la organización de las elecciones.
Una funcionaria de alto rango del CNE, Taynem Hernández, directora de Información, decide -sin atribución para ello- prohibir la transmisión de una cuña publicitaria televisiva del No. Era un aviso. Al otro día, la directiva del CNE prohíbe la cuña en cuestión: la de la carnicería, donde se alerta sobre el peligro en que estará la propiedad privada si se aprueba la nueva Constitución. La intrépida funcionaria sigue en su cargo.
Si el Tribunal Supremo de Justicia no prevarica, una vez más, el referendo puede ser suspendido. Pero si se realiza, el CNE otra vez organizará unas elecciones con el mayor descaro de parcialidad, oscuridad y ventajismo oficialista.
