Como derrotar al CNE
Que el CNE es un organismo desprestigiado para una porción enorme de los venezolanos, es un hecho que confirman las encuestas. Además de que para muchos existen muchas dudas, e incluso certezas de la falta de transparencia del CNE. En realidad existe un conjunto de indicios y pruebas,-que van desde chismes hasta manejos estadísticos complejos- de que en los procesos electorales desarrollados a partir del referéndum revocatorio del 2004, han habido manejos turbios que han favorecido al chavismo.
Esto es tan vital que se argumenta que en estas condiciones no se debe concurrir a elección alguna, a menos que se corrijan estos desafueros. Mientras la mayoría de los opositores irán a votar, una significativa parte de ellos, han decidido no ir a votar, con este argumento. Ellos están contra Chávez y la ‘reforma’ pero no votarán pues al no haber seguridad de que no le roben el voto, ellos no volverán a «caer en la trampa». Otros dicen que es una estrategia para que se vean las mesas vacías y deslegitimarlo.
En términos de la defensa del voto lo primero que viene a la mente es meterse en el CNE para cambiarlo, como sabemos eso no es posible. Lo que si es posible es que los partidos políticos vayan exigiendo cada vez condiciones que hagan la ‘trampa’ más difícil. El problema es que quienes quieren abstenerse, o no creen en partidos o consideran que no se debe negociar con el CNE. Hacerlo sería ser colaboracionista. Sin embargo, objetivamente hay que reconocer que los «colaboracionistas» han dado una batalla importante para mejorar la transparencia del proceso, aunque hay mucho por hacer, en especial con el REP. Ahora, se desconectan las máquinas, se muestra un totalización y se compara las boletas de la mitad de las cajas abiertas al azar, lo que necesariamente disminuye la posible trampa, si y sólo si tenemos representantes bien entrenados en todas las mesas. En cuanto a la ilegitimidad- y no a la ilegalidad-, esta sólo existe si realmente una abrumadora mayoría lo cree, lo que dista muchísimo de ser nuestro caso, mientras tanto la Asamblea dicta leyes, da poder habilitante a Chávez y aprueba y aumenta la «reforma» chavista.
La pregunta clave es: ¿cómo derrotar al CNE? Es decir como hacer que cambie, que sea transparente, que no haga o permita la trampa a favor de Chávez. Pues como están las cosas, nada hará que el CNE se convierta, como por arte de magia, en un organismo confiable y transparente. Por lo tanto, mantener este argumento es simplemente no votar nunca, al menos mientras Chávez esté en el poder, es ceder espacios y no utilizar las elecciones como instrumento de lucha.
La única manera de derrotar al CNE, es si somos una mayoría contundente. Es decir si todo el país siente que la oposición es capaz de derrotar a Chávez o a sus propuestas, y en verdad lo somos. No con el argumento de que, ‘por donde voy la mayoría esta contra Chávez’, sino con datos ciertos- encuestas- y percepciones muy generalizadas por todo el país y en todas las clases.
Si somos mayoría no sólo seremos mayoría electoral, sino que podremos tener presencia y control de todas la mesas y allí dar la pelea. Lo demás son cuentos de camino, búsquedas de salidas mágicas y seguramente anti-democráticas.
Veamos el caso actual, las encuestas dicen que somos mayoría, pero que no ganaremos pues hay un sector que no irá a votar, y que la población en general percibe que ganará Chávez. Además de que los partidos políticos no han dado seguridades de su participación masiva en las mesas y los opositores que se abstendrán seguramente no participará en las mesas. En estas condiciones, aún siendo mayoría Chávez ganará. Y a llora’ pa’l valle.
Sólo una mayoría que pueda ser movilizada y la mayoritaria presencia en las mesas, será la clave para derrotar al CNE. Lo demás es magia, y aunque nada se descarta en el ‘realismo mágico’, se debe recordar un viejo dicho que dice así » que Dios está con los buenos cuando son más que los malos»
