Leopoldo López, un año preso por pedir la salida del gobierno de Nicolás Maduro
En su primer aniversario de prisión los carceleros del líder opositor Leopoldo López le han hecho un regalo inolvidable: someterlo al máximo castigo en una celda de dos metros por dos, en la sección de los «tigritos» de la cárcel de Ramo Verde, para que sufra durante 15 días un total aislamiento e incomunicación con el mundo exterior para que no siga pidiendo la renuncia del presidente Nicolás Maduro.
Su mujer Lilian Tintori y su abogado Juan Carlos Gutiérrez denunciaron a la prensa local que el nuevo castigo contra López y el alcalde destituido de San Cristóbal, Daniel Ceballos, fue porque ambos intentaron obstaculizar la requisa «violenta y agresiva» que los militares iban a realizar a sus celdas el pasado jueves en la noche.
Gutiérrez puntualizó que «López pedía que estuviera su abogado presente, porque en la última requisa le robaron bienes y documentos», comentó el penalista, quien agregó: «Los militares rompieron la puerta y se llevaron sus escritos, lo cual nos preocupa porque podrían manipularlos».
Represalia y violación de derechos
Para el abogado la última requisa no fue rutinaria, sino que «es una represalia por las reuniones que Tintori sostuvo con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden; y con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza en Washington la semana pasada»
No es la primera vez que los carceleros arremeten contra López. El 18 de febrero el joven político caraqueño de 45 años cumple un año desde que se entregó voluntariamente a las autoridades que lo acusan de «instigar la violencia en los discursos», «incendiar instituciones públicas» y dirigir protestas que promueven «la salida» del mandatario.
A lo largo de un año López ha sido víctima de todas las vejaciones y violaciones de los derechos humanos imaginables en la prisión de Ramo Verde. Sin razón alguna le limitan las visitas de los familiares. A excepción de sus abogados, ningún conocido, amigo o periodista ha podido visitarlo. Ni siquiera los tres expresidentes el chileno Santiago Piñera, el colombiano Andrés Pastrana y el mexicano Felipe Calderónhan podido verlo.
De noche la prisión de Ramo Verde es muy ruidosa. El castigo consiste en poner con volumen alto las canciones revolucionarias de Hugo Chávez para que los presos políticos no puedan dormir. Hasta los han bañado de orines y excrementos, junto a Ceballos, vecino de celda y de causa, para quebrar su resistencia.
«Los castigos injustos no me van a doblegar, saldré en libertad fortalecido», ha dicho López en la entrevista que concedió a ABC un par de semanas atrás. Cuando no lo tienen encerrado en una de las celdas «tigrito», así llamadas por las rayitas que marcan en la pared de los días de castigo, López lleva una rutina espartana: se levanta a las 5 de la mañana, reza, lee la Biblia, hace ejercicio, lee y escribe sus memorias.
Sin sentencia ni pruebas
El también exalcalde de Chacao es un preso que se declara inocente sin tener sentencia del juicio. Ninguna de las «pruebas» y «testigos» que ha aportado la Fiscalía ha podido incriminarlo en los cargos que le imputan. La última es un análisis lingüístico de su discurso que la parte acusadora ha encargado para determinar si ha llamado a la insurrección y rebelión para derrocar a Maduro.
Las protestas del año pasado convocadas por López, la exdiputada María Corina Machado y el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, fueron reprimidas de manera brutal por las fuerzas parapoliciales, conocidos como «los colectivos» afectos al gobierno, además de los cuerpos de seguridad, que se han saldado con la muerte de 43 manifestantes, más de 300 heridos y más de 3.000 detenciones.
Su movimiento «La Salida» no ha contado con el respaldo de sus socios de la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, ni siquiera el de su amigo Henrique Capriles con quien mantiene diferencias en cuanto al momento de lanzar la ofensiva contra Maduro. Capriles ha criticado a López por jugar adelantado. Paradójicamente el tiempo y los resultados le han dado la razón a los dos líderes por su complementariedad.
Ningún político venezolano como López ha recibido tantas peticiones para que sea liberado y manifestaciones de solidaridad, incluidas las de los presidentes el español Mariano Rajoy y el norteamericano Barack Obama, por parte de organizaciones internacionales parlamentarias y de los derechos humanos en el mundo entero. Hasta una película sobre su vida está preparando un grupo de cineasta.