Datos ocultos en el teléfono pueden traicionar la privacidad
El celular nos presta un servicio invaluable. ¿Pero a qué precio?
Los teléfonos inteligentes han transformado nuestras vidas de muchas maneras. Nos conectan con el mundo exterior a través de correos electrónicos y redes sociales, nos orientan si nos llegamos a perder y nos asesoran sobre dónde comer o comprar.
Sin embargo, toda esa comodidad y servicio tiene un costo. Y la dimensión de ese precio apenas lo estamos comenzando a comprender.
La fantasía del anonimato
Expertos en seguridad explican que muchos asumen que si nuestra identidad permanece oculta, deberíamos sentirnos seguros en un mundo donde todos se preocupan por su propia privacidad.
No obstante, existe evidencia que demuestra lo sencillo que puede ser descubrir quiénes somos, dónde estamos y qué hacemos.
Un estudio sobre usuarios de tarjetas de crédito publicado hace poco reveló que solo se requieren cuatro datos para establecer una clara conexión entre un individuo y su aparentemente anónimo historial crediticio.
Uno de esos datos puede extraerse de tu teléfono inteligente, a través del GPS instalado en el equipo, convirtiendo al móvil en una verdadera amenaza a la privacidad.
Esa información sobre la ubicación geográfica, sumada a la data, las fechas y el número de serial del teléfono, revelan todos tus movimientos.
Esos elementos son conocidos como metadata o archivos EXIP del teléfono. Cada uno ofrece una nítida pincelada de quien eres.
Ubicación geográfica o geotagging
Dar a conocer dónde te encuentras es una de las amenazas más comunes, debido a que muchas aplicaciones, comercios y empresas de mercadeo las utilizan en sus estrategias.
En Facebook, por ejemplo, existe el servicio de indicar automáticamente tu ubicación en cada post o mensaje de chat, a menos que deshabilites esta función.
Una aplicación similar funciona en Instagram y Twitter, revelando tu ubicación exacta cuando crees que nadie está mirando.
Cómo revelan lo que hago
A principios de año, un ladrón conocido como Ashley Keats fue arrestado en Estados Unidos luego que compartiera un selfie tomado con un teléfono que se había robado.
A pesar de haberle cambiado el sim card al equipo antes de enviar la foto por Whatsapp, amigos de la víctima del robo lograron reconocer la ubicación del teléfono y llamaron a la policía.
Algo similar ocurrió recientemente con la aplicación para encontrar pareja Grindr, la cual está siendo investigada por exponer demasiada información de sus usuarios.
La empresa de seguridad cibernética Synack indicó que si una persona crea tres cuentas distintas en Grindr y busca a un usuario específico, cada perfil puede suministrar medios para triangular la posición del usuario.
Y aun cuando la persona puede configurar el teléfono para que esto no ocurra, tu data puede ser capturada cuando realizas la actividad más básica de todas: hacer una llamada.
«No es como si alguien está escuchando tus conversaciones en el teléfono», cuenta el experto Graham Cluley. Lo que ocurre es que las compañías telefónicas recolectan en cada llamada la información sobre a quién llamaste, cuanto duró la conversación y dónde estabas cuando tuvo lugar.
Así que incluso cuando la conversación es privada, la gente todavía puede completar la información que falta para descubrir quién es el usuario.