¿Alimento para la esperanza o abono para la tragedia?
(%=Image(9893772,»L»)%)La esperanza crece en la misma proporción que lo hace la intención de voto por el NO, nutrida también por seguidores del Teniente Coronel Presidente.
La opción de asumir el voto como una forma de protesta se ha abierto camino en la oposición/disidencia/resistencia. Entre los seguidores del Teniente Coronel Presidente ha aumentado la proporción de quienes se han informado del contenido de la otra Constitución disfrazada de reforma, han comprendido su monumental dimensión negativa para los venezolanos cualquiera que sea su inclinación política y han entendido que el período presidencial prosigue, cualquiera que sea el resultado del referendo convocado para el 2 de diciembre.
Para esta semana previa a la fecha fijada para el referendo, entre los factores de potencial significación en uno y otro sentido, se aprecia que Teniente Coronel Presidente, probablemente confiado en su capacidad de activar la conexión emocional con sus adeptos, se paseó por el planeta y dejó para la recta final su gestión directa y sostenida para vincular en el ánimo de éstos, el voto por el SI y la lealtad ciega hacia su conducción. En ello se empleará a fondo.
Por lo que respecta a la conciencia democrática, entre los electores está presente la desconfianza en el sistema electoral y la ausencia de imparcialidad en el CNE pero la generalidad del estamento político, escoge ignorar este crucial dato, acallarlo y tratar de modificar la percepción, incluso estigmatizando o descalificando valiosos y encomiables esfuerzos para develar las vulnerabilidades del sistema, que lo hacen manipulable, en lugar de trabajar oportuna, sistemática y perseverantemente para navegar con destreza y tino en esas aguas contaminadas. En Ucrania, por ejemplo, tomaron conciencia de la situación y se prepararon para enfrentarla. Nuestra gente, en cambio, parece haber encontrado la fórmula de modificar una realidad por la vía de la negación de su existencia.
El voto ha sido y es importante pero con el viciado sistema electoral venezolano actual, las facilidades que proporciona la automatización sin nivel equivalente en los mecanismos de verificación, para ocultar las manipulaciones y ante la carencia de un árbitro, teniendo en su lugar un brazo electoral del oficialismo que cubre de opacidad su desempeño, el voto solo es insuficiente.
Una presencia en los centros de votación estructurada, metódica, adiestrada, sostenida, con los apoyos pertinentes, distribuida con noción clara del mapa real de los obstáculos y acechanzas puede tener el potencial para contrarrestar la arbitrariedad, el ventajismo y las manipulaciones o, cuando menos, dejar establecida la concordancia o discordancia entre los resultados verdaderos y los resultados oficiales. Pareciera que en el electorado hay voluntarios para integrar una iniciativa semejante pero eso requiere tiempo.
¿En que medida disponemos de ese recurso? Su solidez o fragilidad podría hacer el 2D la diferencia entre robustecer la esperanza o alimentar la tragedia implícita en una nueva frustración.