Carcassonne: un lugar para imaginar el medioevo
La ciudad de Carcassonne, situada al sur de Francia—en la ruta que va hacia Cataluña, España— es un ejemplo de cómo eran las ciudades medievales. Sus muros actuales fueron construidos sobre antiguas murallas y son una parte importante de la reconstrucción y también de la invención que hizo en esa ciudad el arquitecto y arqueólogo Eugene Viollet-le-Duc.
Lo interesante de visitar este destino turístico, más allá de la veracidad o no de su reconstrucción, es entender como podía lucir una ciudad medieval fortificada.
Carcassonne está rodeada por una doble muralla de 3 km de longitud y en su interior conserva el aspecto de lo que fueron las ciudades medievales europeas con sus calles angostas, edificios con fachadas entramadas y los diversos barrios en que se practicaban los distintos oficios de la época.
En la actualidad es un lugar turístico en el que se puede encontrar buenos restaurantes y muchas tiendas en la calles estrechas y sinuosas. También se ofrece la posibilidad dormir en algún albergue dentro de las murallas.
Entre las principales atracciones de la ciudad se encuentran:
El castillo de Carcassonne
La basílica de Saint Nazaire
El Chateau comtal
Museo de tortura medieval
Para muchos, Carcassonne puede parecer como un Disney Europeo del Siglo XIX y, a pesar de los rumores que dicen que es una reconstrucción—a veces fantasiosa—, sigue siendo una hermosa visita en el Languedoc y una opción maravillosa para recordar que esto fue parte del reino visigodo que ocupaba gran parte de lo que hoy es Francia y casi toda España