Perspectivas de fin de año
Estamos en la recta final del año. Apenas quedan dos semanas para acceder al 2008. Es tiempo de recapitular lo sucedido y prepararnos para comenzar un nuevo año. Tiempo para reflexionar, tiempo para evaluar lo sucedido y prepararnos para el futuro.
No podemos escapar a la evaluación, no de los resultados electorales, pues ello lo hizo el CNE, sino de lo que ha sucedido después del evento electoral.
Los factores que construyeron el resultado favorable para la nación han demostrado la mayor hidalguía al invitar, a través de un clamor, a la reconciliación del país. La parcialidad que resultó fallida ha tenido reacciones variadas. Los más inteligentes están analizando las causas de la derrota. Están bien claras.
El máximo representante y ponente de la barbaridad ha tomado su propio camino. El lunes en la madrugada apeló a su disfraz de cordero y a las pocas horas retomó su estilo haciendo una demostración de falsa fuerza y de genuina ordinariez que ha agredido a la nación y a sus ciudadanos.
El presidente ha despilfarrado una oportunidad que le presentaron sus adversarios. El presidente pudo incorporarse a la senda del pluralismo. El presidente podía transformarse, obligado por los resultados electorales, en el presidente de todos los venezolanos. Ha escogido el camino contrario. Más agresiones, más pleitos, más insultos. Nos preguntamos: ¿Es esto racional? ¿Es esto aceptable? ¿Quién le pone límites a la intemperancia presidencial? ¿Dónde están las instituciones constitucionales?
A partir del 2 de diciembre, Venezuela es otra. Hay fuerzas que aglutinan a la colectividad. Hay sectores que están dispuestos y preparados para enseñar, aunque todavía están en las aulas. Hay sectores, mayoritarios, que entienden un país plural, diverso, democrático, libre.
Esta semana nos han cambiado la hora. Una arbitrariedad más. Una insolencia al ciudadano. Un mensaje subliminal que nos coloca en un reducido grupo de naciones que desacatan y desdeñan la conveniencia de pertenecer al mundo desarrollado y global. Un grupo, de muy pocas naciones, cuyos relojes marchan a medias horas. Componen un grupo de medios países.
Somos tan brutos que no podemos entender los argumentos. ¿Los estudiantes comenzaban sus clases muy temprano? Cambiémosle la hora de inicio de las clases. El argumento de la dependencia de la luz solar es, como mínimo, una muestra de ignorancia. El sol no es un elemento estático. Su incidencia sobre la tierra varía de manera continua. En estos tiempos cercanos al solsticio de invierno, en la mitad norte del planeta, el sol se oculta más temprano. Con el nuevo horario, el ocaso llegará alrededor de las cinco y media de la tarde. A partir de esa hora, necesitaremos luz artificial. De acuerdo a nuestras costumbres, necesitaremos cinco o seis horas de luz pagada. Ahora, la Electricidad de Caracas es del gobierno.
El diccionario de la Academia dice:
estupidez.
(De estúpido y -ez).
1. f. Torpeza notable en comprender las cosas.
2. f. Dicho o hecho propio de un estúpido.
Así se está conduciendo al país a su destrucción, a su aislamiento, a su embrutecimiento, a su envilecimiento. No podemos permitirlo. La lucha apenas comienza, vienen tiempos muy difíciles.
