«Si muero en Marte será todo un logro»
¿Qué lleva a una persona a presentarse voluntaria para una misión que supone viajar a Marte… y nunca volver? Habría que preguntárselo a las más de 200.000 personas que se han apuntado a la misión «Mars One», que en 2024 tiene pensado establecer una base permanente en Marte. De todos esos individuos, tan sólo 660 han sido elegidos para continuar en el proceso de selección que aún no termina.
En «The Guardian» publicaron un documental en el que entrevistan a algunos de estos finalistas sobre su motivación para decir adiós a todo y apuntarse a una misión peligrosa que, de tener éxito, no tendrá retorno. El título del mismo lo dice todo: «Si muero en Marte…».
Ryan es un inteligente chico inglés. En su caso, asegura que «lo más importante en esta vida es dejar un legado», y eso es difícil de conseguir con tanta gente en el mundo. Él quiere ser relevante.
Jeremías vive en Mozambique y sus amigos se ríen cuando les dice que su sueño es ser astronauta: «creo que este mundo ya no es un buen lugar para vivir». Para él, «la solución a estos problemas es comenzar desde el principio». Su familia lo apoya: «No es un suicidio, es una misión de Dios, es una misión humanitaria». Reconoce no tener miedo a morir.
En Estados Unidos vive Dina, otra de las candidatas, aunque es originaria de Irak, y compara la experiencia con atravesar el Atlántico hasta su nuevo hogar. «Para mí, mi hermana mayor está loca, porque su sueño es tener niños, tener un marido, envejecer y morir. Vas a morir allí o aquí, no importa realmente. El motivo por el que vas a morir es realmente lo que importa para mí. Si muero en Marte será todo un logro».
Mars One: así quieren conquistar el planeta rojo
«Mars One» es una iniciativa privada organizada por una asociación holandesa sin fines de lucro con un objetivo concreto: establecer el primer campamento permanente en Marte. La misión comenzará en 2018 con los primeros vuelos no tripulados para llevar material. Después, en 2024, comenzarán las misiones tripuladas, enviando una nueva tripulación al planeta cada dos años. Eso sí, no habrá viaje de vuelta.
¿Cómo financiarán los casi 6.000 millones de dólares que cuesta tan sólo un viaje de ida? Además de aceptar donaciones particulares, la asociación es propietaria de la compañía (esta sí con fines de lucro) «Interplanetary Media Group», la cual pretende emitir un reality en televisión que ayude a conseguir fondos para la expedición, mostrando toda la misión y también la vida de los pioneros, una vez estén ya en Marte. Ya tienen algunos patrocinantes.
Las críticas no han parado de sonar entorno a este proyecto. Algunos cuestionan su viabilidad y otros la ética tras el mismo. Hasta el astronauta Buzz Aldrin llegó a reconocer que no cree que lleguen a ningún lado. De momento, al menos, voluntarios no parecen faltar.
Se escribe «en torno».
Marte no tiene las mismas vibraciones magnéticas que la Tierra. La muerte podría ser inminente por incompatibilidad magneto orgánica. Los primeros tripulantes de la misión, tienen algo grande que enfrentar.