Los mejores ejercicios según tu cuerpo
Así como cada cabeza es un mundo, se puede decir que «cada cuerpo es un mundo». Lo que ayuda a una persona a «verse bien», puede no resultarle a otra. Si deseas lucir un cuerpo saludable, debes saber cuál es tu tipo de organismo, pues no a todo el mundo le sirven los mismos ejercicios.
Si bien es cierto que es imposible coincidir en lo que se considera un cuerpo perfecto, existen características similares que permiten clasificar a las personas, según sus propiedades óseas, musculares y de tejido graso.
La clave para conocer el tipo de ejercicio idóneo para ti depende del entendimiento que tengas de tu propio cuerpo.
Juan Francisco Marco, profesor del centro de ciencia deportiva, entrenamiento y fitness Alto Rendimiento, en España, explica que hay un choque de intereses sobre lo que se busca a la hora de hacer ejercicios. Muchas veces no se sabe bien qué es lo que se quiere. «Hay que determinar si lo que se busca es mejorar nuestro aspecto físico o destacar en una modalidad deportiva», agrega.
Hay tres tipos de cuerpos o somatotipos en base a los rasgos genéticos y corporales:
Ectomorfo
«Es la típica persona alta, delgada, con cierta tendencia a doblarse hacia adelante. Posee extremidades largas, de pecho plano y que le cuesta mucho coger masa muscular», explica el profesor Marco.
Teniendo en cuenta que los deportes ideales en cuanto a rendimiento son las pruebas de fondo, sean en atletismo, natación o ciclismo, Marco advierte que es recomendable establecer un programa de entrenamiento de fuerza e hipertrofia para un aumento de masa muscular.
«Hay que basarse en ejercicios básicos en los que movilizamos mucho las articulaciones, que buscan trabajar grandes masas musculares y grupos musculares secundarios».
«En cuanto al entrenamiento aeróbico está un poco limitado, porque cualquier tipo de ejercicio que haga, si no es controlado en base a los mínimos exigidos para este tipo de persona, lo que va hacer es todavía perder mucho más peso y frenar el crecimiento de masa muscular».
Endomorfo
Este tipo de cuerpo es lo opuesto al anterior. Se caracteriza por tener estatura baja y de forma redonda, con un metabolismo lento que facilita la acumulación de grasa, pero que al mismo tiempo es propicio para aumentar la masa muscular.
En este grupo se recomienda una rutina con varias sesiones de resistencia cardiovascular.
«Se empieza con un trabajo aeróbico de base y se va evolucionando a unos ejercicios anaeróbicos, ya de más alta intensidad y variados. Es beneficioso buscar la movilidad articular de forma muy dinámica y no como el ectomorfo, que se recomienda que sea de manera pausada, con mucho descanso», dijo el profesor Marco.
Los deportes idóneos para estas personas son los de fuerza, potencia y equilibrio, como levantamiento de pieza o pruebas de lucha.
Sin embargo, hay factores que es necesario tener en cuenta ya que se trata de un sector con el que hay tener mucho cuidado a la hora de trabajar. «Lo que se busca es que se aumente la masa muscular y descienda de forma equilibrada lo que es el porcentaje de grasa. Si no se hace, se verían personas extremadamente gruesas y sin forma».
«A nivel psicológico también es el más débil, le cuesta más esforzarse, se deprime más rápido ante el fracaso o ante la falta de avances, la falta de un progreso rápido», advirtió el experto en preparación física.
Mesomorfo
Es genéticamente el grupo más aventajado físicamente, hasta el punto que puede parecer un atleta sin serlo.
«Es el clásico deportista que haga lo que haga te lo hace bien», destacó Marco. «Tenemos ejemplos del jugador de fútbol que de repente se va a jugar un partido de paddle y lo hace bien, que juega baloncesto y lo hace bien, que decide participar en una prueba de fondo y te destaca, así como en carreras de velocidad».
Lo ideal para este tipo de personas es buscar deportes y ejercicios en los que se necesite combinar la fuerza, con el fondo físico y la potencia, con programas de ejercicios alternados, cambiando constantemente entre la formación de masa muscular y actividades aeróbicas para la resistencia cardiovascular. Tenis, fútbol, remo o triatlón son deportes que se acomodan perfectamente a este sector.
Pese a las ventajas de las personas mesomorfas, Marco aclaró que no se puede descuidar la dieta ya que tienen «tendencia a acumular grasa, aunque no al nivel de un endomorfo».
«Pero tampoco es un ectomorfo que coma lo que coma lo va a quemar ya que tiene un metabolismo tan acelerado que lo queman todo».
Conocer el tipo de cuerpo es un factor importante, aunque no significa que no puede haber una mezcla de ejercicios recomendados para uno o para otro grupo.
Lo que es más determinante es conocer cuál es el principal objetivo que se quiere alcanzar, establecer una rutina de ejercicios y dieta y moldear un programa específico a tus características.