Una tarea titánica (II)
Establecidas las reglas sustantivas que en el plano teórico y en la acción política de algunas instituciones, propuestas en el texto anterior, cuya síntesis señala que se impone la formulación de un proyecto político mínimo, en donde se esboce la teoría que los sustenta, se establezca la idoneidad, entendida como la formación y la moral de quienes aspiran al desempeño de cargos, ejercicio de funciones, etc., de modo que, por una parte, no sea un liderazgo marcado por la mera obsesión de “sacar” a Chávez, de ganar espacios de poder, sino que se precise, además de lo teórico básico, el proyecto que se ha de ejecutar, en segundo término. Esto permitiría, entre muy otras buenas cosas, la evaluación del gobierno por parte del ciudadano. Y con mucha fuerza, precisamos que se trata de hacer real, histórica la democracia: participación en el control del poder, participación en la fundamentación y toma de decisiones. Hacer vinculantes sus recomendaciones cualitativamente fundamentadas. Hacer de la política un hecho ético, un hecho cultural e histórico.
Pues bien, bajo estos principios, fundamentos, me atrevo a sugerir algunas decisiones que conviertan en hechos las propuestas expuestas en el anterior texto. La urgencia para instituciones políticas, religiosas, académicas, gremios, estudiantes, etc., ajenos al gobierno, la constituye las elecciones del próximo año. Como la de Chávez, y su poder todo, en mantenerse. Lo que éste tiene que hacer es cosas suya pero predecible, mientras quienes lo adversan han de tener consciencia del siguiente hecho: quienes sean electos han de convivir durante cuatro años bajo la presidencia de Chávez Frías. Salvo que Dios decida o permita otra cosa. Nada fácil. Las dificultades serán directamente proporcionales a la cualidad de los electos, Gobernadores, alcaldes, concejales. etc. La coexistencia entre ellos y el presidente, será hostil en grado sumo, pero ello que tiene la mayor fuente de conflicto en la conducta del presidente, puede ser superado por la cualidad y trabajo de los gobernadores, alcaldes, concejales electos. La eficacia y eficiencia de cada gobierno regional, municipal, local, no puede tener excusas y menos aquella que esconde su ineficacia, su irresponsabilidad, en la actuación del presidente, su carácter excluyente, e incluso, fundamentalista.
El clientelismo ha de dar lugar al profesionalismo con la más alta idoneidad. Ello impone que antes de realizadas la elecciones se llegue al consenso sobre, por ejemplo, quien y por qué ha de ser el candidato a gobernador, a alcalde, concejales, que exigencias y como escoger a los secretarios y directores (según los alcances legales del gabinete de cada estado) de las gobernaciones, pero también sus homólogos en las alcaldías. Que sea equipo solidario, pero con la suficiente capacidad crítica para no convertirse en simples esclavos, secuaces, cómplices, de quien ejerza la gobernación, la alcaldía. Ello es capital, y lejos de quitar poder (fuerza) al alcalde, al gobernador (sigue siendo ejemplo), multiplica la capacidad de las instituciones. Multiplica la eficacia de las decisiones. Refuerza la cualidad misma del gobierno y acrecienta el liderazgo de quienes ejercen las jefaturas. Si esto es válido para esos cargos y casos claves, mayor razón existe para el ejercicio de todas las funciones de la administración pública y constituiría un precedente de moral política que no sólo supera radicalmente la inmoralidad casi “congénita” de los gobiernos, del poder, en una palabra, la corrupción en tráfico de influencias, el clientelismo, la perversidad de la endogamia, sino que da transparencia a la cosa pública y, de mas significación aún, devuelve al ciudadano la confianza en las instituciones y la fe en sí mismos.
Esta metodología en el nuevo marco de hacer de la política un hecho ético cultural, un acto de ciudadanía, la superación del negociado y su sustitución por el consenso ético, permite en este momento también, por una parte, el reconocimiento de liderazgos y funcionarios públicos posibles, abiertos al futuro que empieza hoy y, por la otra, superar la actitud de personas y agrupaciones cuya existencia se nutre del odio, de la venganza, de la descalificación, vacíos de doctrina, con moral ubicua, por tanto inicua, cuyo desiderátum puede resumirse en la inmoral actitud de “quítate tu para ponerme yo”. Y es que no se trata simplemente de reemplazar al alcalde, al gobernador, etc., sino de superar un modelo político que, a la par de exclusionista, del listado Tascón, de secta, es profundamente perverso en el manejo de la cuestión pública y en la manipulación social, que ha sembrado su éxito no en el trabajo sino en la limosna, no en la libertad sino en la sumisión, no en la solidaridad ética sino en el odio. Pero se trata también de revisar cuidadosamente algunos propuestas y proyectos que este gobierno nacional, local, regional, ha adelantado y cuyo fracaso en la casi totalidad de los casos no está en la necesidad del proyecto, sino en la concepción y en la incapacidad de sus ejecutores. Veamos ejemplos, misiones como la Ribas, barrio adentro, sucre, las universidades como la bolivariana, la UNEFA, la pretendida conversión de los tecnológicos y colegios universitarios en politécnicos, entre otros, pueden ser proyectos cargados de buenas intenciones, pudieran ser necesarios, pero, el quid del asunto está en el inmenso vacío teórico que los sustenta, en la negación de la ciencia, del arte, del pensamiento crítico y, en su lugar, la imposición de la una ideología, en el sentido que Marx da a ésta, como mero instrumento de control social, de indoctrinamiento para consolidar la falsa conciencia, de dogmas nefastos que reafirman la cualidad superior del César y de un modelo político indefinido, el socialismo del siglo xxi en donde está su absoluta debilidad, insuficiencia, pero al mismo tiempo, como lo creo haber demostrado en otros textos, está su fortaleza. El ser humano tiene fe en todo aquello que no es o no puede definir y las necesidades materiales y espirituales que mediante tal creencia, fe, pueden superar.
Se debe, se tiene que hacer real la Constitución, sin dejar nada fuera, pero dando particular relevancia a la participación ciudadana, institucional, así, se deberá crear, desarrollar y hacer vinculantes las propuestas del Consejo Regional de Planificación (art. 166 de la CRBV) y conjugar las disposiciones constitucionales, hacerlas verdad. Nada original se ha señalado, bastaría ampliar con mucha racionalidad, con sentido integrador cualitativo, las disposiciones del Título IV del Poder Público y de manera visible en la Sección Tercera. Sin embargo, en reiteradas oportunidades he sugerido que este organismo establecido por la Constitución se debe ampliar, aun cuando la constitución no lo establece, pero su conformación así ampliada sería la mejor prueba del desarrollo y madurez de la democracia. Académicos, científicos, artistas de altas cualidades deben estar allí, así como también otros sectores fundamentales de la vida en cada estado, sector laboral, empresarial, religioso…Sus recomendaciones: vinculantes!
A este organismo tocaría fundamentar, orientar y decidir sobre ecología, ciencia, arte, tecnología, educación, infraestructura, desarrollo urbano, agropecuario, seguridad etc, generar líneas de trabajo, proyectos, etc., que superen las demandas umbilicales. Un organismo parroquiano, aldeano, impide el desarrollo, la conquista de lo posible, la trascendencia de los programas, proyectos, líneas de investigación, impide, con mayor gravedad, los programas y proyectos sobre arte., ciencia, tecnología, sin los cuales no es posible crecer y muy posible desaparecer. Y se trata de comprender cabalmente que la ciencia y la tecnología y el trabajo creador, productivo nos garantizan presencia en el mundo de hoy y el arte nos garantiza nuestra propia existencia. Gobernantes que no entiendan esta sencilla ley son el más obscuro de los obstáculos y el más complicado de superar.
