Rectificación y gobernabilidad
Cerramos el año no sólo celebrando una gran victoria de los sectores democráticos que legítimamente nos opusimos al intento de torcer el destino histórico y democrático de Venezuela, por vía de un referéndum el 2 D que representó la primera gran derrota del presidente y su proyecto. En ese orden de ideas el país experimento dos hechos importantes que naturalmente repercutieron en la dinámica del fin de año. Nos referimos a terrible manejo por parte del gobierno de la operación Emnanuelle y la manera burda como la FARC burló a Chávez. Finalmente, el Presidente de la República se adelanto al 2008 y decreto una Ley de Amnistía que es la primera muestra de rectificación. Sin embargo, ese Ley e iniciativa nació chucuta y debería ser redefinida en su impacto si realmente se quiere rectificar.
El país inició un 2008 como un año que promete desafíos, supone sacrificios, promete cambios, pero indiscutiblemente reclama trabajo, esfuerzo e ingenio no sólo de su población activa, de sus universidades públicas, de los sectores que hacen vida en la oposición democrática, sino reclama y exige un esfuerzo profundo de su dirigencia y de su gobierno actual, que incluye ministros, presidente, vicepresidente, gobernadores, alcaldes y demás.
Señalamos e insistimos mucho que el país asistía paralelo al tema y convocatoria de la Reforma Constitucional, a un proceso y crisis económica que no tiene magnitudes anteriores. Cerramos por tercer año consecutivo con la inflación más alta de toda América Latina, el gobierno cifró la inflación para el 2007 en 11% y cerramos con 22,5%. El circulo vicioso de Venezuela tiene además de la pesadilla de la inflación, altos niveles sostenidos de desempleo, escasa productividad, baja inversión, inseguridad jurídica, la reconversión monetaria que parió un bolívar débil con efectos perniciosos directos e indirectos, y un crecimiento económico de 8 o 9% pero artificial porque se sustenta en el aumento del gasto público más no de inversión, generación de empleo, valor agregado y desarrollo de la capacidad instalada de las empresas, y para cerrar, escasez de varios rubros alimenticios básicos en la dieta del venezolano y de los infantes.
En fin, el gobierno inició su año predicando la triple R, revisión, rectificación y reimpulso. Si el gobierno no asume seriamente las demandas pendientes y los grandes problemas que tenemos los venezolanos (salud, educación, seguridad, empleo, alimentación, etc.) por mucha voluntad que tenga de rectificación, su gobernabilidad estará en entredicho, cuando la gobernabilidad por ineficiencia, incapacidad en la gestión, corrupción, burocratismo, deterioro de la expectativas y erosión de la legitimidad se transforma en ingobernabilidad, tensión y en un sistema político que da muestras de colapso, de agotamiento, de deterioro como pasa en Venezuela, teniendo petróleo y la renta que produce este además de los diversos tributos, el gobierno esta entrampado y no logra hacer despegar la economía, trasmitir seguridad, frenar la inflación, promover la industria nacional, bajar el nivel de tensión y gobernar para todos los venezolanos.
Este año 2008 es un año electoral y el gobierno debería dejar de mirar e intervenir en la esfera y escena internacional y mirar hacia adentro. De lo contrario la merma que tiene en su popularidad y que se manifestó en el descenso de la votación del presidente Chávez, puede afectar notablemente al gobierno nacional y regionalmente, además de dejar abierta interesantes posibilidades para la oposición política. Lo más relevante esta en comprender que nada esta escrito y que este 2008 será un año muy movido, muy activo y controversial donde los errores de unos y otros costaran en términos políticos, y naturalmente en términos sociales afectando a las grandes mayorías. Por lo pronto nuestro mensaje y exhortación es al trabajo sostenido, al esfuerzo y naturalmente a la reconciliación de toda Venezuela y de sus habitantes.
(*) Profesor de la Universidad de Los Andes
