Un gobernador nuevo
He decidido poner mi nombre a la disposición de los merideños para ser el candidato de la oposición en las elecciones de Gobernador de este año. Primero, tendré que obtener la nominación de Acción Democrática, partido que ha abierto el juego electoral llamando a un proceso de escogencia de candidatos mediante una encuesta a todo el electorado de cada circunscripción que vaya a elegir gobernador, alcalde o diputado regional.
Si queremos retener en nuestras manos la victoria del pasado 2 de diciembre, tenemos que honrar el compromiso unitario que firmaron los partidos opositores en el Ateneo de Caracas el 23 de enero.
Suscribo totalmente el documento que desea ser una alternativa para el cambio. Porque, después de nueve años de desgobierno chavista, lo que se impone es un cambio en la administración del Estado ante los desastrosos resultados políticos y administrativos del régimen actual.
Si la oposición quiere ser coherente con este postulado principal, debe presentar caras nuevas en las candidaturas que enfrentarán la arrogancia del poder de Hugo Chávez. La oposición no puede presentar candidatos profesionales, que tienen en sus hombros la pesada carga de un cuarto de siglo en la palestra. El siglo XXI demanda otras habilidades para la gestión pública.
¿De qué sirve la experiencia de haber sido nombrado gobernador a dedo en los años en que no existía la descentralización administrativa? ¿O de qué sirve la experiencia del desempeño autoritario en los cargos públicos, cuando lo que se impone hoy es el trabajo en equipo, la delegación de responsabilidades y la participación ciudadana?
Mi candidatura se resume en el eslogan que titula esta nota (“un gobernador nuevo”), porque eso es lo que quiero ser si llego a obtener el mandato del pueblo merideño. No sólo sería un gobernador nuevo porque nunca he ejercido ese cargo (de hecho, no he ejercido cargo público alguno), sino porque mi gestión buscaría alejarse (lo más posible) de los vicios y costumbres del pasado y del presente.
¿En qué consistiría la novedad de mi gestión como Gobernador del estado Mérida? Para comenzar, tengo que decir que no represento ni formo parte de grupo, cogollo, rosca o conciliábulo alguno. No pertenezco a ningún grupo económico ni los represento. Nunca he formado parte de alguna macolla interna partidista y por ello no me dejaron ser, los cogollos partidistas, ni siquiera miembro de la Junta Parroquial de Milla, que es mi parroquia.
Tampoco nadie me puede señalar como un profesional venal, dispuesto a abandonar la ética para obtener unos reales de más. Puedo decir, con orgullo, que he ejercido mi profesión de Ingeniero Civil con el mayor apego a la ética y a las normas que rigen el ejercicio profesional. Nadie me podrá señalar jamás como corrupto o como comisionista en mi papel de Ingeniero Inspector de Obras, que es la responsabilidad que más he practicado.
Sería, también, un gobernador amplio, dispuesto a recibir la colaboración de todos los factores políticos que hacen vida en nuestro estado Mérida. No relegaría a nadie en razón de su credo político o por su condición social. Estaría atento para escuchar a todos los sectores, en especial a los más desfavorecidos, porque creo en el papel del Estado en la búsqueda de la equidad social.
Como estudioso de la realidad venezolana, de ejercer la Gobernación, estaría abierto a los adelantos de la Ciencia y la Tecnología para administrar el aparato burocrático a mi cargo, pero también para hacer todo lo posible para promover su desarrollo, sabiendo que Mérida es la ciudad con mayor número de investigadores por habitante del país.
Por mi condición de egresado y permanente oyente de cursos, foros, conferencias y estudiante de postgrado, establecería una alianza con la Universidad de Los Andes como hasta ahora no ha sido posible. Por diversas razones, “la Universidad con una ciudad por dentro” no ha logrado tener la incidencia que le corresponde, por Ley y por vocación, en la resolución de los problemas de Mérida, la ciudad y el estado.
Para que todo esto se haga realidad, amigo lector, usted tiene la posibilidad de apoyarme y dar un paso al frente para contribuir a desplazar la vieja política que hoy quiere disfrazarse de nueva y que usa la mentira del apoyo del movimiento estudiantil para mostrarse fresca. Con respecto a esto, puedo decir que el pasado domingo 27 de enero conversé con el líder estudiantil Yon Goicoechea en la plaza Brión de Chacaíto y me expresó que el movimiento estudiantil nacional no estaba apoyando a ningún candidato a gobernador o a alcalde en ninguna parte del país.
Si usted quiere un gobernador NUEVO comuníquese conmigo, colabore financieramente o con su tiempo para derrotar al militarismo autoritario del gobierno y a los camaleones.