Necesitamos un alcalde
NECESITAMOS UN ALCALDE que entienda el alma del hatillano, que nos reivindique, que se deba a la democracia de libertades y justicia. Un alcalde inspirador, que entusiasme, que dé testimonio permanente de lealtad a la gente y a la democracia. Que nos impulse a luchar por los grandes cambios, que entienda que sólo escuchando a los ciudadanos y trabajando codo a codo con ellos será posible lograr esos cambios que tanto queremos y necesitamos. Un alcalde que se preocupe y ocupe, que no nos exija sumisión, pues la sumisión es profundamente antidemocrática. Que crea en transformar la política para que los hatillanos seamos realmente el soberano del municipio.
NECESITAMOS UN ALCALDE que luche por democratizar el poder y acabar con este abandono asfixiante que el gobierno municipal nos obsequia todos los días. Necesitamos un alcalde que crea genuinamente en la inclusión, que quiera ser el alcalde de todos, y no sólo de los que lo apoyan. Que entienda que El Hatillo es de los hatillanos.
NECESITAMOS UN ALCALDE para los trabajadores que no encuentran los empleos ni los salarios justos y a los que hay que responderles con trabajo digno, no con populismo y migajas. Para los jóvenes que sufren la discriminación, el menosprecio, la falta de empleo, que no tienen a su alcance las oportunidades de educación de excelencia y de preparación de calidad. Un alcalde para las mujeres que aún no cuentan con las oportunidades que les pertenecen por derecho propio, que tienen capacidad para enriquecer nuestra vida económica, política y social, a quienes no se les ayuda en su condición de madres y a quienes no se les abren las puertas. Un alcalde para las comunidades desasistidas, abochornadas y abandonadas, que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, dignidad y progreso. Para los labradores de la tierra que no tienen las respuestas que merecen.
NECESITAMOS UN ALCALDE para los empresarios, tan desalentados por el peso de la burocracia inservible, por el interminable mar de trámites, por la intolerable discrecionalidad de los funcionarios. Para los profesionales que no encuentran los espacios que les permitan desarrollar sus aptitudes y destrezas. Para los ciudadanos angustiados que aún no tienen grabada en la frente y el futuro la derrota. Para las mujeres y los hombres afligidos por el abuso de las autoridades y la insoportable arrogancia de quienes se creen más importantes que los ciudadanos. En El Hatillo la gente está harta de esta política de división, discriminación y destrucción. Y sobre todo está hastiada y cansada de un gobierno municipal para el que los hatillanos no somos sino un cero a la izquierda, o a lo sumo un gentío al que adular para conseguir su voto cada vez que la escena se viste de elecciones.
NECESITAMOS UN ALCALDE gentil, amable, accesible, honesto, trabajador, buenagente, que cancele esta agenda procaz de negociados y turbiedades. Un alcalde para este El Hatillo que somos y que amamos, un municipio profundamente democrático que no se rinde y que se niega a aceptar este presente maltrecho como una verdad sin remedio. Un alcalde que nos impulse a recuperar nuestras fuerzas para emprender las mejores causas, que acepte el compromiso y el reto de la conducción política para el progreso, que luche por nosotros, por El Hatillo, por Caracas, por Venezuela.
NECESITAMOS UN ALCALDE para quien la educación de nuestros niños, niñas y adolescentes sea una prioridad de primer nivel. Un alcalde para quien la salud de los hatillanos sea motivo de preocupación e ideas innovadoras. Necesitamos un alcalde para quien la solución para los problemas no sea correr la arruga y ceder competencias.
NECESITAMOS UN ALCALDE con preparación, carácter, convicción y compromiso. Un alcalde que sea el portaestandarte de la verdadera democracia, que sea un gobernante de talla política y con credenciales democráticas comprobadas en su pensamiento y proceder.
NECESITAMOS UN ALCALDE que crea en el progresista debate y el trabajo en equipo y desprecie la vacía retórica. Porque ya está bueno de manejar las elecciones como si fueran subastas de piñatas. Los hatillanos merecemos un mejor gobierno municipal; los hatillanos exigimos y tendremos un excelente gobierno municipal. Y no nos conformaremos con menos.
En pocos meses habrá elecciones. No son ni deben ser vistas como unas elecciones de poca importancia. Muy por el contrario, son elecciones y lecciones en las que podemos darle un giro de 180 grados a esta situación municipal, regional y nacional. Y así como el pasado diciembre en una elección dimos una lección y le pusimos un parao a una reforma constitucional absurda y decadente, el próximo 23 de noviembre varias lecciones daremos.
Cambiaremos al alcalde metropolitano. Cambiaremos al gobernador de Miranda. Elegiremos buenos concejales metropolitanos y sensatos diputados regionales. En noviembre de este año se acabará al fin el peor gobierno municipal de toda la historia de El Hatillo.
Y haremos también algo muy importante: le cambiaremos la agenda al gobierno nacional. Y los ciudadanos le enseñaremos cómo se come la sociedad democrática de Venezuela. Le enseñaremos que en este país habrá democracia, le guste o no al mandamás de Miraflores.
NECESITAMOS UN SEÑOR ALCALDE para El Hatillo. Y ése es Carlos Ciordia.
No te pido que lo apoyes ciegamente ni que te dejes llevar por una maraña de ofertas. Yo no creo en cheques en blanco. Si soy un ciudadano exigente, espero que tú también lo seas. A mí me convenció, y créeme que soy difícil de convencer.
Carlos Ciordia tiene mucho que decirte. Escúchalo, hazle preguntas difíciles y comprometedoras. Dile que te cuente sus propuestas, que te hable de sus convicciones y sus sueños.
Y luego decide. Porque en verdadera democracia, tú decides.